Capitulo 62:
Quería permanecer en este maravilloso silencio, conversación y pura paz.A lo largo de nuestra relación, si podía permitirme a llamarla así, hemos pasado la mayoría de las cosas que un adolescente podría contar en una etapa de su vida.Vivimos la distancia, los celos, la envidia, el amor y el odio.Como si nos tratáramos de unas especies místicas en experimentación del amor, soportamos cada obstáculo.Podría llegar a perderse la persona a quien le contase esta historia pero acaso ¿que valor tenía entender los mínimos detalles cuando las personas apoyan el amor?.
Fuimos víctimas del dolor producidos por nosotros mismos, entendimos de la envidia el día que nos vimos acompañados de otra persona y también comprendimos el grado de estupidez que pudimos llegar a tener al no tomar las decisiones correctas, porque no pensamos, solo actuamos.Porque sí me hubieras besado delante de otro chico, te hubiera correspondido, porque nuestro amor esta escrito.Las leyes están dictadas pero existía la travesura que nos hacía romper con todas las reglas, porque sí, en cada relación, las leyes están dictadas, pretenden superar a demás parejas y crear una superficialidad en el mundo que nos da el deseo que querer ser como ellos, nosotros no cometimos el error de mentirnos sino de cometer la delincuencia del probar con las personas equivocas y no aceptar el amor que nos teníamos y tenemos.
Creía que podría llegar a enterrar tu cara en un charco de barro pero ahora sé que terminaría mi prenda favorita para que nos te ensuciases.Eres el chico con un efecto indescriptible y casi perverso, que con tan solo una sonrisa, consigues acabar con mi imagen y tenerme a tu pies.Sabes de tu poder y no soy víctima de que abusas de él conmigo.Puedo sentarme a observar como las chicas se resignan a llamar tu atención exponiendo su cuerpo o diciéndote palabras sucias y a pesar de padecer de la inseguridad en creer que te podría perder, simplemente me sonreís para hacerme saber que todo esta bien y no importa donde mirases, tu chica seguiría siendo yo.
— Siempre mirándome chiquita. — Su vos es juguetona.
— Estaba pensando en todo lo que nos paso y pasará.— Suspiro.
— ¿Pasará? ¿Por que anticipar el futuro cuando es mejor vivir el ahora? — Me protege del frío entre sus brazos.
Sus manos calientes vagas a través de mi cuerpo de una forma cuidadosa por el publico y se detienen en mi vientre.
— ¿Lo pensaste? ¿Nosotros? — Sus manos vagan hasta llegar a mis muñecas y entrelaza nuestros dedos.
— No, jamás.— Susurro.
— Recuerdo una vez, habíamos salido a un club con Matías y una chica borracha se cruzo con nosotros en la entrada y su encanto impactó en Matías, lo volvió loco en cuestión de segundos, ella fue con él a..bueno, lo sabes, no volví a saber de ella desde aquella noche hasta que Matías volvió a casa una noche confesando que ella había llamado diciendo que estaba embarazada..Matías no soportaba el hecho de enfrentarse con eso de ser padre, lo ponía enfermo, por el miedo creo, cruce por su armario y me probé su ropa, él solo me miraba desde la cama y lo compadecía, tenía unas largas ojeras.. Ella estaba tan bonita y con una mano en su vientre protegiendo a su bebé, entonces me acerque y apoye mi cabeza contra su vientre y lo besé.Ella reboso en lagrimas y me preguntó en que había cambiado, yo solo le sonreí y aproximadamente a las nueve de las noche nos dijeron que había dado negativo.Fue un golpe duro para ella y también para mí aunque no fuese el padre, pero sentía lindo el hecho de ser tío, en fin..— Suspiro.
— ¿Que dijo ella? — Pregunto con voz baja.
— Lloró en mi hombro, le pregunté si quería que la llevase a casa pero se negó, prometió no volver a cruzarse en mi camino y solo pude decirle que lo lamentaba y lo sentía tanto como ella a la desilusión pero sabía que no creía en mí y rompió mi corazón con la frase; "No importa lo que haya escuchado de ti, confiaba en que serías un buen padre" y sentí que eso debía de escucharlo Matías pero cuando se lo conté solo suspiro aliviado.
— Imbécil..— Gruñí.
— No, esta bien, él tiene una personalidad diferente a la mía, demuestro ser el más frío y él el más carismático pero somos lo inverso.Nunca me olvidaré de aquella chica.
— Ella tampoco de vos, cariño.— Acaricio su rostro.
