Capitulo 1:
— Chiquita, ¿no te cansas de pensar en mí?
— Nunca.
La miró fijamente.
— Yo tampoco de vos nena.
Siento un golpe en la espalda.¡Joder!.Doy la vuelta y lo miró.
— ¡Imbécil!
Matías esta riendo, ¿que carajo le causaba tanta gracia?.
— ¡Puedes dormite de una jodida vez! ¡Olvídala!
Cada madrugada era igual.Mi cuerpo se ponía inquieto, deseoso de ella, vacío por dentro, completamente. No podía controlarlo.Mis sueños comenzaban a ser exasperantes, ¿por que siempre aparecía ella y su dulce sonrisa?.
— ¿Que hora es? — Bostezo —
— Casi las cuatro de la mañana..¿Que te pasa, hermano?
Doy un golpe contra mi almohada.Hundo mi cabeza en ella y al cerrar mis ojos solo puedo verla a ella.
— La extraño...
Siento un bufido de Matías.La situación también era extraña para mí.Habíamos prometido no experimentar jamás el amor, desde aquella vez donde tuve que intervenir en una pelea de Matías con otro chico por su ex-novia, supe que el amor no existía, porque aquella chica...¿Stefania?, algo así, había preferido al chico que habíamos llamado "amigo", antes que a mi hermano.Todavía recordaba la imagen de ella limpiando la sangre de la boca de aquel imbécil mientras que yo hacía mi mejor esfuerzo para sostener a Matias, como una bestia quería arrasar con todo pero no lo había dejado, sabía cuan malo podría ser pero aquella chica no valía la pena, ella y ninguna.
¿Que había pensado en creer que estaba enamorado de ella?
Había huido de mí, sin volver la vista atrás, dejándome ahí parado mientras la veía marchar.
Conocía cada faceta de mí..intenté protegerla para no romper su corazón, me arriesgue a todo y sin mirar a nadie a nuestro alrededor.
¿Que me había hecho?
¿Y si ella realmente era la chica que alguna vez fantasee tener?
No.
Imbecil.Estupido.Jodida mente la mía.Mi chica no existía.
Yo pertenecía a los clubes, al alcohol, las drogas y por supuesto rodeado de bellas mujeres con grandes atributos.
Tenía que volver a mi vida, dejar de hacerme preguntas estúpidas como si fuera a extrañarme o necesitarme, ¿y sí así fuera?, me daba igual.
Lo nuestro no había sido más que una aventura mas en mi vida.
