Capitulo 40:
Tiene las manos en tu cintura, en modo de que le perteneces y está el sucio y morboso deseo de recordar mis manos en tu cuerpo.Soy un espectador de tu espectáculo con él y ahora sé como se sentían las personas al vernos, es sentir la envidia de ver a la otra persona feliz, sentir que no vas a lograr nunca estar igual que la otra.El sentimiento del querer todo con aquella persona y solo obtener cortas y tajantes respuestas, nada de acciones y hasta tal vez miles de promesas en vanos, porque aunque duela en el corazón, parte de tu mente sabe que ya pertenece a otra persona y esta feliz.
— ¿Justin? — Ella tiene esa mirada asombrada y puedo notar el brillo en sus ojos.
— Te hice una pregunta — Él aún la tenía agarrada junto a su cuerpo y soy inmune a su presencia.No me interesaba.
— Creo que no es necesario responder.— Bueno, bueno, él estúpido tiene voz.
— ¿Me dejas con él un minuto? — Ella pone su mano en el pecho y parece transmitirle que no me trato de ningún violador serial y que soy al menos un conocido.
El perfume de ella me llena las fosas nasales y quiero apretarla contra mí.Él la mira por un instante, se puede ver el amor en sus ojos, me da una última mirada a mi y se va.
— Responde mi pregunta.— No dejo de mirarla, es tan linda.
— No soy desubicada, jamás hice algo desubicado,es mi vida Justin, te lo qui..— Me acerco con cuidado hacia ella y da una largo suspiro.Me agacho a la altura de su cuello y respiro su perfume.
— ¿No puedo llamar desubicado a lo que hacíamos en mi habitación? — Sonrío.Doy un paso hacía atrás y tiene las mejillas enrojecidas.
— ¿Perdón? — Sonríe.
— ¿Perdón? — La imito con una voz aguda y ella me da un leve golpe en el estomago.— ¿Tu novio? — Cabeceo en dirección de Lautaro, que estaba a unos metros de nosotros, dándonos la espalda.Niega con la cabeza.— No me mires así.
— ¿Así como? — Sigue mirándome como..
— No me mires como si no sintieras nada por mí.— Dirige la mirada a Lautaro.
— No quiero lastimarlo..— Habla bajo, casi en susurro.
— No quiero que te lastime.— No lo podría permitir.
— Vos rompiste mi corazón— Me mira y da una risita suelta, con ironía y tristeza.
Vuelvo a acercarme a ella, me posicionó enfrente, lo demasiado cerca para hacer un pequeño movimiento y besarla.No rompemos el contacto visual.
— Puedo volver a construirlo.