Melodías del Corazón

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PALABRAS CON SABOR A SAL Y OTRAS CON SABOR A MIEL

Sofía Henderson

El lunes en la mañana al volver a la escuela todo es diferente, la gente me mira, me dedican una sonrisa o me ven sorprendidos. Me incomoda un poco pues los alumnos sabían de mí pero jamás algo grandioso ahora esto va más allá y me pone algo nerviosa.

Por los pasillos las miradas se dirigen a mi como si lo que estuviera haciendo fuera pasar por una pasarela modelando lo último en modas, las chicas saludan con una mano mientras los chicos sonríen con picardía pero mi novio se les adelanta fulminándolos con la mirada. Mis amigas van igual o más sorprendidas que yo, me dan miradas de desconcierto pero yo no puedo hacer mucho pues solo deseo llegar al salón y hundirme bien en mi asiento.

—¿Pero que fue eso Sou? —habla con asombro Paige —Eres famosa compañera.

—Basta chicas ustedes no —imploro dejándome caer en mi asiento.

—Por favor mira a tu alrededor —hace ademán con las manos para que volteemos pero el aula aún está vacía.

—¿Qué tenemos que ver? —dice Margot viéndola fijamente.

—Todo mundo sabe de ti por tu asombrosa presentación del viernes, ¡Estás en todas partes! —se emociona al hablar mientras yo quiero vomitar.

—Deja de hablar de eso que estoy sintiendo nauseas

—Sou —su tono cambia a uno más interrogante —¿No te das cuenta? ¡Tu sueño se está cumpliendo!

—Si Sou, Paige tiene razón. La mayoría de los alumnos te vio en la presentación —ahora Kayla viene con una opinión más objetiva —así que muchos tenían sus celulares por lo que más de alguno pudo grabar tu presentación y subirla a alguna página, ¿Están de acuerdo? —pregunta dirigiendo su vista a las tres.

Me quedo por un momento sin habla mientras ellas asienten entonces hablo muy exaltada: —¡¿QUÉEEEEE?! —digo poniéndome de pie, ya van entrando más personas por lo que me gano algunas miradas.

—Tranquila sabes que eso pudo pasar —habla Margot.

—Pero no chicas esto es demasiado, seguramente a nadie se le ocurrió así que no hay nada por lo que...

—Buenos días —la profesora de bilogía me roba la atención así que ya no puedo terminar de hablar.

Las siguientes dos horas no he hecho otra cosa que pensar en la posibilidad de que más personas me vean, el restoband fue algo nuevo pero con pocas personas lo de la escuela fue un poco más grande pues ya había más aun así me aterra la idea de que alguien haya tenido la brillante idea de guardar, más que en su memoria, la presentación en su teléfono.

La profesora me llamó la atención varias veces diciéndome si me encuentro bien a lo que yo solo podía asentir en un movimiento de cabeza. Igual me hizo venir a la enfermería porque dijo que mi rostro se veía demasiado pálido y mis ojos apagados, no me pude negar porque tiene razón la impresión de las palabras que dijo Paige cayeron hasta el fondo de mi ser lo que pudo generarme cierto pánico, miedo o mareo así que venir a la enfermería no es tan mala idea.