Capítulo 28

1.4K 63 5
                                    

-¿Estás en menstruación o algo así naco?- le dije.

-¿Sabes? Contigo no se puede.- dijo molesto.

Já. ¿Se está haciendo el ofendido?

-No te hagas la víctima aquí, solo estoy siendo realista. Tú eres el que haces como no me conocieras.- dije acercándome a él.

-Es cierto, pero porque tú me pediste que me alejara de tu vida.-

-Y lo estás haciendo de maravilla. (nótese el sarcasmo) Vienes a mi casa para besarte con mi hermanastra. ¿No que no te gustaban las chicas putas? Porque déjame informarte Raquel es una puta cariño. ¿Ya ves porqué digo que los hombres son unos imbéciles?- dije y me alejé al escuchar la bocina del carro de Esteban.

Fabián solo se quedó allí parado como estatua. Solo le dije la verdad nada más.

Entré al auto de Esteban con cuidado para no dañar el traje.

-Hola amiga ¡te vez hermosa!- dijo dándome un beso en la mejilla.

-Gracias, tu también te vez hermoso.- le sonreí.

*****

Llegamos al lugar de la ceremonia. Era una casa de dos pisos con un jardín enorme. Tenía flores por todas partes. Todos vestían muy elegantes e iban en una dirección. Creo que debe de estar empezando la ceremonia. Esteban me ayudó a bajarme y entramos. Encontramos unos lugares y nos sentamos. Esperamos unos minutos y la música empezó. Esa típica música de las bodas. Todas las miradas estaban puesta en la mujer que hoy iba a casarse. Se veía tan hermosa y feliz. Tenía una trenza amarrada en una coleta muy alta con decoraciones en su cabello. Su vestido era muy largo color blanco con cristales. Dos niñas iban tras de ella sujetando su cola. Ella sostenía unas rosas rojas que se veían aún más hermosas con su vestido blanco. Ella caminaba lentamente. Miré hacia donde estaba el padre que los casaría y vi al hombre con el que la tia de Esteban compartiría su vida. Tenía una sonrisa enorme en su cara. Se veía tan feliz admirando a su futura esposa llegar hacia él. ¿Porqué esa alegría no me llegaba a mi?

**

-Y los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.- concluyó el padre y los nuevos esposos sellaron su amor con un beso. Me escucho tan estúpidamente cursi, pero es que jamás he estado en una boda y esta fue tan emotiva. Nunca fui a la boda de mi padre, ya que no quería a Sara. Pero las cosas han cambiado desde que sé lo que ha pasado... Que ha pasado lo mismo que yo.

-¿Estás bien Irina?- dijo Esteban entre risas.

-Claro que sí idiota. ¿Porqué te ríes?- dije levantándome del asiento.

-Es que llorastes cuando se besaron. Nunca te había visto llorar por algo romántico.-

¿Enserio lloré?

-Estás viendo visiones porque yo no lloré. Vámonos.- dije y nos marchamos.

Sí lo sé, solo estuvimos cuando se casaron y no en la fiesta. Es que Esteban no se siente bien con todo lo que ha pasado con Mario. Y bueno cuando hablamos en la escuela, me dijo que solo iría un momento para no defraudar a su tía. Cuando estuvimos a punto de irnos sentí una mano en mi hombro. Sentí escalofríos. Giré y la vi.

-¿Qué rayos hace usted aquí? ¿Nos está siguiendo señora?- preguntó Esteban muy enojado.

Era mi madre. ¿Qué hacía aquí? ¿Porqué me estaba siguiendo? Sentí mi corazón destrosarse pedazo a pedazo nuevamente.

-Mi niña lo siento tanto. He querido hablar contigo pero no he podido.- lágrimas bajaban por sus mejillas. No le creo nada a ésta mujer. -Perdóname Irina por favor. Yo estaba enferma y no sabía lo que hacia. Tuve una depresión muy fuerte mi niña, ya pagué lo que hice. Ahora solo quiero que me perdones.- dijo.

También existen chicas malas |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora