Capítulo 65

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El agua bajaba por nuestros cuerpos desnudos mientras Fabián me penetraba. Sus embestidas eran cada vez más rápidas y fuertes. Una de mis manos estaba en su espalda, mientras la otra estaba en la pared. Trataba de hacer fuerzas para no gritar, no quería que mi padre nos escuchara. Aunque somos esposos, estamos en casa de mi padre.

Nuestros labios se completan a la perfección. Siento que no necesito a nadie más , solo lo necesito a él. Esto es todo lo que quiero. Su cuerpo junto al mío, sus labios en mí todo era perfecto. Fabián salió de mi cuerpo y apagó la ducha. Atrajo mi cintura hacia su cuerpo y se recostó de la pared haciendo que mi cuerpo desnudo cayera encima del suyo.

Nuestras respiraciones estaban ajitadas. Fabián apretaba mi cuerpo fuerte, como sino quisiera soltarme. Sentía su erección, pero no me importaba. Me sentía protegida.

-Ven, vamos a mi cama.- dije saliendo de la ducha. Fabián me siguió.

Llegamos a mi cama y me tiré en ella. Hice que el cayera encima de mi. Lo besé lentamente. Sus brazos recorrieron todo mi cuerpo , desde mis piernas hasta mis senos. Iba masajeando cada parte de mí. Mordí su labio inferior, haciendolo gemir.

Bajó poco a poco a de mis pechos a mi abdomen. Recorriendo todo mi estómago. Luego se detuvo y acarició mi tatuaje, le dio un beso tierno que me hizo estremecer.

Luego me trepé encima de él e hice que me penetrara mientras ponía sus manos en mi cadera.

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-E buscado una chica como tú que me llene con su luz, que no tema a enamorarse. Son tus labios, son tus ojos... no lo sé. Solo sé que me enamoré de ti. Siempre desee que te dejaras querer. Eres perfecta, toda una belleza, hecha para mi, amor. Te e soñado tantas veces que e perdido la cuenta. Pero alfin hoy e vuelto a sonreír, gracias a ti. Tanto te pensé, tanto te anhelé, y alfin te tengo para mí. Llévate mis besos, mi alma, llévate mi corazón.-

Dios me quedé sin palabras, sin aliento cuando Fabián me dijo eso. Estábamos desnudos en mi cama abrazados. Yo acariciaba su cabello y el mi mejilla. De momento me observó y me dijo eso. Lo abracé lo más fuerte posible. Jamás había sentido esto que siento por él, hemos luchado contra tantas cosas. Pero nuestro amor sigue de pie. Nosotros seguimos de pie.

-No tienes idea cuanto te amo. Jamás pensé enamorarme, sentir esto que siento. Cuando te conocí, solo quise que fueras la nueva carnada. Pero tú, no sé como, pero lograste envolverme... te amo como jamás e amado.- unas lágrimas bajaron por mis mejillas.

-Pequeña no tienes porque llorar. Estamos felices gracias a Dios, tú y yo contra el mundo. Te as convertido en una gran mujer, tú pasado te lastimó, pero supiste afrontarlo. Y me siento sumamente orgulloso. Perdimos a nuestra niña, pero ganamos un ángel. Te amo hermosa.-

-Te amo.- tomé la cobija y tapé nuestros cuerpos desnudos. Besé sus labios y luego de varios minutos quedé dormida.

**

-¿Con que teniendo sexo alocado? Muy buena elección.- escucho una voz tan familiar. Esteban.

-Idiota. ¿No vez que estamos desnudos?- pregunto, mientras Fabián se tapa asustado. Risas.

-Muñeca, ya te e visto desnuda y no me gustas para nada. Te amo, pero no me gustas. Me gustan los hombres. Y Fabián no tienes porque taparte, no eres nada del otro mundo.- ríe. -Solo vine por ustedes. Mario y yo volvimos.- sonríe tímido.

-¿Disculpa?- grité. -¿Voviste con ese simio? ¿Estás loco?- no me había dado cuenta que las sábanas se habían caído de mi cuerpo y estaba desnuda. Corrí rápidamente al baño para ponerme la camiseta de Fabián.

También existen chicas malas |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora