Capítulo 68

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Irina

4 meses después.

Hoy es el día. El día en que conoceremos a nuestra o nuestro bebé. Hace 4 meses atrás, Fabián y yo fuimos a un centro de adopciones. Nos pidieron todos nuestros documentos. El acta de matrimonio, nuestros trabajos, dirección de la casa y cuánto ganábamos. Fueron varias veces a nuestra casa, querían investigar bien para saber si podían entregarnos a un bebé. ¿Y saben qué? Lo logramos.

Hace tres días nos llamó la directora del centro y nos dio la hermosa noticia de que nos entregarían a nuestro hijo o hija. Fabián está que se come las uñas. ¿Y yo? Já, estoy tan nerviosa como él. Pero estoy sumamente feliz.

Me acerco al clóset de mi habitación, aún no sé que deba usar. Estoy pensando entre un traje o unos jeans ajustados. Creo que me iré más por el traje. Llega hasta un poco más arriba de mis rodillas y es de color blanco con flores en él. Lo tomo en mis manos y lo acomodo en mi cama. Me dirijo hacia el baño para tomar una ducha. Quito toda mi ropa y sujeto mi cabello con un sujetador. Prendo la pluma y dejo que el agua caiga por mi cuerpo. Estoy un poco tensa, pero sé que es normal. Sólo debo relajarme.

-¡Ahh!-

-Lo siento, no quería asustarte.-

Casi se me sale el corazón. Fabián hizo que me acorralara contra la pared, estaba desnudo y su pene estaba... bueno, lo sentí inmediatamente.

-No vuelvas a hacer eso. Pensé que alguien me iba a matar o algo.- me volteo hacia el, admirando su cuerpo desnudo.

-Lo siento, te dije que estaba de camino. Y bueno, me di cuenta de que te estabas bañando y quise aprovechar.- sonrió picaramente.

-Fabián.- lo miré seria. -Tenemos que irnos, avanza y bañate. Me iré a vestir.- besé sus labios y salí tomando una toalla.

Estaba nerviosa, no e comido en todo el día. Siento que mi estómago me da vueltas, son los nervios. Tengo ganas de vomitar y de correr. No tengo ni idea del porqué.

30 minutos después

-¿Lista?- pregunta Fabián estacionando el carro.

-Lista.- suspiro.

Fabián baja del auto y me ayuda a bajar.

-Bueno, aquí vamos.- sonríe.

Toma mi mano y caminamos hasta el lugar. Abrimos la puerta y nos dirigimos hacia un señor sentado detrás de un escritorio.

-Buenas tardes. Somos la familia Clayton. Vinimos porque nos sitaron.-

El señor mira a Fabián y luego a mí. Mira su computador y nos sonríe.

-Pueden pasar.- responde.

Los dos sonreimos. Cada vez apretaba más la mano de Fabián, creo que lo asfixiaba en medio de su mano.

»Irina eso no existe.

Lo sé, lo siento. Estoy muy nerviosa.

Nos acercamos a un salón. Ya habíamos estado aquí. Es como un salón, pero tiene muchos escritorios, como un tipo oficina.

Miramos todo el lugar, sigue tal y como lo vimos hace 4 meses atrás. Fotos de bebés por todos lados. Muñecos, adornos y colores. Pronto nuestra casa estará igual.

-¿Señores Clayton?- dice una voz tras nosotros.

Fabián y yo giramos. Era una señora de cabello castaño, alta y delgada. Con una amplia sonrisa.

-Somos nosotros.- sonreí.

-¿Quieren decidir el sexo del bebé? O ¿Dejarán que decidamos por ustedes?- pregunta sin dejar de sonreír.

También existen chicas malas |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora