Capítulo 6

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-¿Qué carajos haces aquí? dije en un susurro.

-¿Perdón? dijo como si nunca me hubiera visto en su vida.

-Mira meserito, conmigo no juegues ¿De acuerdo? ¿Que viniste a hacer aquí? ¿Quieres joderme la vida o que?

-Oye niña tranquila, yo solo vine a estudiar nada más. No me interesan chicas mimadas y caprichosas como tú.

¿Me dijo qué? ¡Este idiota que se cree!

-Mira naquito, para tu información no soy ninguna niñita, tampoco soy mimada y mucho menos caprichosa, ¿estamos?

-Señorita Mackenzie ¿que ocurre?- dijo la profesora.

-Nada mis, prosiga con su clase.- dije jugando con mi cabello.

El naco solo se rió y me ignoró. Le hice preguntas toda la clase y el imbécil solo respondió "no es tu problema niña". Maldito mesero.

Acabó la clase y salí hecha furia. Fui hacia la cafetería, tenía hambre y alomejor podría encontrar a Esteban aquí.

-Amiguis ¡por aquí!- gritó Esteban desde la mesa. Estaba con John.

-Te estuve buscando por toda la escuela, ¿dónde te habías metido?

-Tranquila querida, estaba aquí ligandome al bombón nuevo.- mordió su labio.

Miré hacia la dirección en donde miraba mi amigo. Era él, el maldito naco estaba comiendo de lo más entretenido con la puta de Raquel.

-Ese tipo no me llega ni a los tobillos.- dijo John sacandome de mis pensamientos.

-Ese es el naco que no quizo darme una bebida y el que vimos el día que almorzamos en el centro.- le dije en forma de susurro a Esteban.

-Lo sé querida. Sólo quería ver si habías olvidado su cara y ya veo que no.- guiñó un ojo.

Todo el mundo me iba a volver loca, necesito distraerme. Miré a John y creo que ya era hora de que tuviéramos sexo. Es solo diversión. Me acerqué a su odio.

-¡Oye John! ¿Qué tal si vamos al baño ha lo que has querido desde siempre?- le susurré.

John me miró rápidamente. Se levantó de la mesa, tomó mi muñeca y corrió hacia los baños. Yo solo reí.

-Maldita sea, el baño de chicas está lleno. ¿Qué hacemos?- me miró.

-Pues vamos al baño de hombres.- sonrió.

Entramos al baño y estaba vacío. John me llevó hacia él y cerró la puerta. Empezó a besarme ferozmente, mientras tocaba mi pierna. Yo empecé a quitar su camisa. El me quitó la camisa y el sujetador. Nos despegamos del beso para respirar. El bajó sus pantalones y yo bajé los mios. Sacó un preservativo de su bolsillo. Bajó sus calzones y se puso el preservativo. Yo solo me reí. Ahora sí que tendría un buen sexo.

-Qué esperas nena, ven?

Bajé mi ropa interior y dejé que John introdujera su miembro. Lo hacía muy bien. Los dos gemiamos de placer. El seguía metiéndolo rápido y fuerte, mientras yo lo besaba y le decía que lo hiciera más rápido. Me bajé de encima suyo y me puse la ropa. El hizo lo mismo. Cuando salimos allí estaba el idiota del mesero mirándome extrañado. Miraba el rótulo donde decía "baño de hombres" luego me miraba a mi y luego a John.

-Oye naco, se te perdió algo?

También existen chicas malas |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora