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—No deberias comer tanto—hizo caso omiso mientras sorbeteada de su recién preparado ramen instantaneo, extra picante—Jungkook, te vas a enfermar. Las primeras dos estaban bien, quizas la tercera también pero ya vas por la quinta.

Empino el envase para terminar el contenido. Jeongsan ignorandoles por completo mientras veia caricaturas en el sillón, aprovechando minutos extra antes de ir a la cama.

Tomó el hervidor y virtio agua en su sexto y último ramen.

—Soy un hombre fuerte—tenia los ojos vidriosos y la boca levemente inflamada con un tono naranjo del colorante artificial en su comida.

Jimin bufo.

—No vengas a mi cuando finalmente estes intoxicado—tómo a Jeongsan en sus brazos—nos vamos a dormir.

Cuando no hubo más ruido, fue al refrigerador por leche fría y entonces abrio un cajón que contenian un cuaderno de super heroe y un lapiz.

—No vengas a mi cuando finalmente estes intoxicado—repitio en voz aguda y rasposa—pff, Park Jimin aun no conoces a este hombre.

—Me duele el estómago.

Jimin siguio conduciendo por calles que ninguno de los Jeon habia visitado.

Todo era lindo, espacioso, colorido. Como la cuidad feliz de una película , sólo que en vez de ser una cuidad feliz era la zona costosa y residencial de la capital, y en vez de ser una película eran los ultimos momentos hasta la inevitable muerte de Jeon Jungkook.

Era domingo por la mañana y luego de tres semanas el almuerzo con sus suegros-¿estaba bien decirles así?-dejo de posponerse.

—En serio no me siento bien.

El castaño siguio conduciendo. Llevaba unos lentes de sol demasiado grandes para su rostro, una linda camisa y pantalones de vestir.

—¿Me estás escuchando?

Escucho a su hijo reír entredientes desde el asiento trasero.

Jungkook habia despertado a las cinco de la madrugada por culpa de una pesadez en su estómago, era sólo eso. Un sentimiento que no le dejo dormir ni encontrar una posición cómoda hasta las seis y media de la madrugada, dos horas antes de que Jimin le impidiera seguir el sueño con su dulce canto en la ducha.

Hasta ese punto seguía bien, un poco más palido de lo normal.

—Deten el auto, voy a vomitar.

Jimin maldijo por lo bajo sin bajar la marcha. No podia culparlo, por tres semanas se las arreglo para encontrar las excusas perfectas, era probable que se viera desesperado.

Se llevo una mano a la boca.

Pronto Jeongsan comenzo a quejarse.

—¡J-Jiminie, b-baja la ventana!

El castaño no comprendio hasta que olfateo el ambiente.

—¡Eres asqueroso!—Jungkook tenia el rostro rojo de la verguenza—podrias avisar para la proxima, ugh ¿qué comiste, un muerto? pensé que querias vomitar. Si mentiras al menos haz que tenga sentido.

En efecto, no tenia sentido. Queria vomitar. Su estómago ya no sólo con una sensación de pesadez sino con un gran, gran huracán aguardando el momento perfecto para salir.

—Necesito ir al baño—queria hacer del dos.

—Ya vamos llegando.

—Jimin, en serio necesito un baño.

Hey baby! • KookminDove le storie prendono vita. Scoprilo ora