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Distante.

Como si un extraño muro imaginario se hubiera construido del día a la noche sin que le hubieran preguntado. Un espacio incuantificable que hacía difícil la comunicación más básica y formal.

Jimin nunca contestó sus mensajes pero de forma insulsa Jungkook le había restado importancia, el no era una persona cargante y mucho menos molesta que se desesperaba por una tonta respuesta.

Pero ahora se sentía equivocado.

Cuando volvió a ver al castaño al día siguiente intento besarle, no de forma brusca ni nada por estilo, sino algo más bien inocente y casto por la mera necesidad de hacerlo.

Jimin corrió la cara.

Desconcertado y con una punzada extraña en su pecho había decidido restarle importancia otra vez. Quizás simplemente no estaba de humor.

Ese día Jimin sonrió y rió con Jeongsan de la forma en la que solía hacerlo siempre pero cuando Jungkook volvió del trabajo el castaño abandono el lugar antes de poder notarlo.

Y quiso restarle importancia de nuevo.

Quizás se había equivocado y había leído mal las señales. Con Jimin jamás estipularon un noviazgo ni nada por el estilo, quizás habían ido más lejos de lo que el castaño hubiera deseado y ahora simplemente quería terminar las cosas de forma sutil.

Otra punzada de dolor.

Intento con todas sus fuerzas restarle importancia, él podía superar una tonta ¿relación? Bah, ni siquiera había llegado tan lejos.

Pero cuando un día Jeongsan le llamo preocupado porque Jimin había quemado su brazo mientras preparaba almuerzo pudo comprobar que no estaba bien.

Jimin no era una persona torpe y mucho menos descuidada.

Así que decidió pedir medio día libre en el trabajo, correr a casa y ver como se encontraba el castaño pero nuevamente no logro llegar tan lejos.

Días después Jimin observaba de forma perdida un punto en la habitación mientras sus manos paseaban con vehemencia por el cabello de Jeongsan, quien tenía la cabeza apoyada en su regazo mientras dormía. Una porción de su brazo vendada debido a la quemadura.

Quizás no tenía que ver con él, trató de reconfortar Jungkook. Jimin tenía una vida (detalle que constantemente debía recordarse) quizás no era una distancia y frivolidad hacía su persona sino, algo más profundo. Algo que no podía verse a simple vista.

Y sin intenciones de volverse susceptible, sentía de a momentos como si el castaño dejara de respirar y quisiera hundirse.

Trato de suprimir un suspiró mientras con una mueca dolida observaba su figura tan delicada y sublime. Quería acercarse, tomar su rostro y besar sus párpados con delicadeza, prometer que todo estaba y estaría bien, que podía confiar en él, que por favor confiara en él.

Pero simplemente no había oportunidad.

Como ya se había explicado antes, Jimin se escabullía, corría antes de siquiera poder decir una palabra, es por eso que esta vez de forma cuidadosa puso el seguro de niños en la puerta principal del departamento.

El joven adulto estaba tan perdido que ni siquiera notó cuando el pelinegro se paro frente suyo para llevar al niño a su habitación. Era tarde para una siesta y ni siquiera había comido pero, solo por esta vez le restó importancia.

Jamás en su vida había sentido una angustia y desesperación tan grande o en realidad si, con Jeongsan pero era completamente distinto, no había punto de cruce donde hacer comparación.

Quería, no, necesitaba saber que el castaño estaba bien o hacerle sentir bien, incluso sin saber que le tenía tan perdido en sí mismo. Quería procurar su bienestar porque entonces si no lo hacía era incapaz de descansar por las noches.

¿Obsesionado?

Así se sentía.

Quería eliminar el sentimiento, no lo encontraba sano. La presión en su pecho y la incomodidad constante no le dejaban en paz.

Con cuidado tomó al pequeño en sus brazos y entonces Jimin pareció despertar de un largo sueño, parpadeando de forma lenta mientras miraba su entorno confundido.

No te vayas, quiso rogar cuando vió al castaño levantarse lentamente por su bolso pero sabía que era en vano, así que rápidamente dejó al niño en su cama para volver corriendo a la sala justo en el momento que Jimin tomaba el pomo de la puerta.

—No—Pidió de forma débil, sonando tan vulnerable como un adolescente dolido. De pronto su cuerpo se había congelado y de igual forma lo hizo el de Jimin ante sus palabras, aun así su mano giró para abrir la puerta.

Pero no se abrió.

Como un efímero rayo de esperanza el brillo rozo los ojos de Jungkook. Jimin miró con confusión la puerta pero antes de hacer cualquier cosa dos manos gentiles giraron su cuerpo y tomaron su mentón.

Miedo.

El miedo estaba desbordando los ojos del más pequeño y a Jungkook eso le dolió.

Era como si pudiera sentir lo mismo.

—Háblame.—Pidió de forma suave. Jimin abrió la boca pero luego la cerró de golpe antes de girar su rostro de forma brusca.

Jadeó desesperado mientras tapaba su boca con una mano, intentando retener los sollozos que escaparían en cualquier momento. Un nudo de lo que parecían ser trozos de algo afilado desgarrando su garganta.

Y Jungkook no lo dudó.

No dudó ni un segundo antes de estrellarlo contra su pecho y arrullarle igual que a un niño. De la misma forma en que lo hacía con Jeongsan.

Entonces Jimin dejó salir todo eso que retuvo a lo largo de la semana y lloró avergonzado en el pecho del pelinegro quien en ningún momento dejo de decir dulces palabras a su oído, sintiendo todo como mucho más que un simple enamoramiento.

Park Jimin ¿qué me estas haciendo?























Capítulo dramático porque estoy inspirada.
Si dicen cosas bonitas hago otro.

Creen que esta novela tiene fluff? No estoy segura de si tiene tanto fluff como me gustaría. 🤔

//Me gusta el preu de lenguaje porque aprendo muchas cositas para aplicar en mis novelas cuando escribo.//

También quiero agradecerles por todo el apoyo que tiene esta novela. De verdad no entienden la gratitud que tengo hacía ustedes ❤️

Hey baby! • KookminOnde histórias criam vida. Descubra agora