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—Hmm~ ¿Cuántos años tienes?—. Preguntó. El recelo goteando en sus palabras.

Jimin sonrió.

—Veintiseis.—El más joven le miró con algo parecido al desprecio.

—Eres más viejo que mi papá.

—¡Jeongsan!—. Una carcajada limpia y melodiosa escapo de los carnosos labios del castaño.

¡Por eso amaba los niños!

Y por algún motivo que no supo comprender, Jungkook se sonrojó.

Demonios, ¿qué le pasaba? ¿Acaso era por qué Jimin era su hyung?

—Disculpa el comportamiento de mi hijo.

—¡Oh no! Para nada. Me molestaré si te disculpas. Amo a los niños y eso incluye todo de ellos. Estoy disfrutando mucho, en serio—. El niño arrugó la cara cuando vio la interacción de esos dos. No le estaba gustando para nada.

Su papá, aquel fantástico héroe luciendo como un tonto en frente de Jimin.

—¿Tienes novia?

Jimin dejó de reír. Trato de volver a sonreír pero solo se formo una mueca. Taehyung había prometido que estaría bien.

Así que negó con la cabeza, pero antes de que el niño pudiera seguir con su interrogatorio para saber sí quería a Jimin como niñera (porque era importante que el se sintiera cómodo) este abrió la boca y le interrumpió.

—Yo no tengo novias—. Oh eso había sonado lleno de confianza. Bien Jimin, estas mejorando.

Evitó mirar en dirección a Jungkook. Algunos padres eran más renuentes a tocar temas como la homosexualidad.

Pero no los culpaba, era decisión de cada uno.

Jeongsan se perdió por un tiempo en sus pensamientos.

—¿Cómo tío Tae y tío Jin?—. Terminó por preguntar, girándose a su papá. Él azabache asintió sin hacer mueca o signo de desagrado.

El niño pareció pensarlo unos segundos.

—Ah—. Porque eso no le importaba mucho—. ¿Cuál es tu héroe favorito?—. Siguió, olvidando por completo los demás. Jimin rió incrédulo. Este parecía ser un buen trabajo.

Entonces la mirada del castaño recorrió la sala de estar. Esto era pan comido.

—Iron man.

Los ojos del inocente Jungkook se iluminaron tanto o más que los de Jeongsan. Jimin se mordió el labio mientras quería reír. Eran tan dulces.

—¿Por qué?—. Preguntaron al mismo tiempo, llenos de emoción.

Park se encogió de hombros y sonrió socarrón.

—Porque obviamente es el más genial y fuerte de todos.—Después de eso tanto padre como hijo se miraron a los ojos unos segundos y asintieron. Ambos hacían eso sin notarlo, quizás fueron todos los años juntos a la deriva o su propios vínculo padre-hijo, ellos podían comunicarse solo con un gesto.

Jeongsan se levantó de su puesto en el sillón y con una sonrisita tímida caminó hasta Jimin, ahí en frente del castaño dudo un poquito.

Luego hizo una reverencia.

—Gracias por venir a salvarnos. Papá jamás me alimenta.

Jungkook abrió los ojos escandalizado, antes de poder rebatir observó como el niño le daba un cariñoso abrazo al castaño quien parecía al borde de las lágrimas.

Hey baby! • KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora