Hey baby! • Kookmin

053

[Rosas de canción porque me gusta]

—Vamos, no pongas esa cara... Si no fuera importante no te lo estaría pidiendo—. Jungkook no dejo de mirar la pared. Se le acercó al oído—. Prometo recompensarte~

Oh.

Algo nuevo formo parte en el rostro del azabache, interés, deseo. Jimin mordió el lóbulo de su oreja con suavidad.

Pero el menor comenzó a negar.

—No puedo dejar que entre a mi territorio, lo va a arruinar. Dejará su marca por todos lados y—. Lo corto con un besito en los labios.

—Hablas de él como si fuera una bestia.

—Lo es.

Rodó los ojos.

—Seokjin hyung tiene el corazón más grande que jamás he conocido.

—Mi pene es más grande.

El castaño soltó un par de maldiciones al no poder evitar reír. Terminó por golpearle el brazo y caminar fuera de la cocina.

Jungkook lo siguió de cerca, quejándose sin pausas y tomándole del brazo.

Jimin en realidad estaba nervioso.

Una llamada perdida. Sólo una llamada perdida fue lo que necesito para saber que algo realmente malo había pasado.

Seokjin jamás lo llamaba, rara vez compartían algún chat y eso era su culpa. Cuando terminó la escuela estaba tan desesperado por desligarse del negocio familiar que también terminó por desligarse de sus propias amistades. Que hoy en día tuvieran contacto era resultado del mismísimo Jungkook irrumpiendo en su vida y poniéndola de cabeza. Era ingrato y egoísta, a pesar de desaparecer por años el mayor no dudo en apoyarlo cuando fue necesario y ahora que trataban de contactarlo no fue capaz de contestar a la brevedad.

Hubo unos golpecitos en la puerta.

—Jiminie~ ¿puedo abrir?

—Aun podemos pretender que hemos salido.

Dio una mala mirada a Jungkook para luego asentir en dirección al pequeño. Esperaba una gran presentación, un grito y críticas a su novio o un amable saludo a Jeongsan pero en su lugar encontró un rostro humedecido por las lágrimas.

—Jinnie-

Pero su hyung se rehusaba a llorar, se mordió el labio con fuerza y estiró una carpeta.

Compartió una rápida mirada con Jungkook quien paso de hacer un berrinche a mostrar genuina preocupación.

—Les prepararé un poco de té. Acompáñame, hijo.

La puerta de la cocina se cerro a sus espaldas y pronto escucho como ambos Jeon ponían manos a la obra.

Jimin estaba conteniendo la respiración.

—Lo hicieron de nuevo— habló Jin, pasando de largo para mirar por la ventana al otro extremo de la sala, tenía los brazos cruzados y la respiración agitada.

Park temió con lo que podía encontrarse, su cerebro comenzó a inventar historias, algo como una larga investigación de un detective privado para descubrir que Namjoon le estaba siendo infiel o algo por el estilo, era canalla pensar de esa manera pero ¿qué otra cosa pudo haber derrumbado al gran Kim Seokjin?

Quedó con la boca abierta.

Solicitud de adopción rechazada.

Eran hojas y hojas de documentos con distintas informaciones, antecedentes de la pareja, fotografías, certificados de nacimiento, informes de familia, informes psicológicos e incluso cartas escritas por cercanos.