4_Partícipe (Amir)

ابدأ من البداية
                                    

Le arrebato la copa vacía para dejarla reposar en la mesa. Aliso mi esmoquin y en el acto me yergo para demandarle que sea honesto conmigo.

— Explícame eso. ¿Por qué?

— Ya deberías saber la respuesta Amir, lo hemos hablado cientos de veces y hace unos minutos también: me quieren lejos, eso es todo. Admito que no quería irme en un inicio, pero ahora en Musa me siento genial.

— ¿Lo dices de verdad? ¿En serio, de verdad? –parece sincero, pero como buen amigo he de asegurarme.

— Sííí –abre sus ojos para acrecentar la veracidad de su repuesta–. Estoy bien allá. Es súper y no tengo supervisión. De vez en cuando papá o mamá llaman a la Universidad para verificar mis notas. Como les digo la verdad cada vez que me preguntan, no he tenido problemas con ellos.

— ¡Hola, chicos! Llegó el momento de cortar el pastel –nos informa una Astrid entusiasmada.

— ¡Oh el gran pastel de diecisiete partes! Uno por cada año vivido.

Alguien quiere actuar de entusiasmado y de paso, atraer una respuesta de mi parte.

— El pastel de cumpleaños es lo que más amo de estas celebraciones –digo a Astrid.

— Concuerdo contigo Amir, y en efecto, este pastel es deslumbrante. Aunque el de tus dieciocho Damián, fue toda una obra maestra.

— ¿¡Pero ¿¡qué dices!? Parecía un candelabro oxidado

Su negación provoca una risilla en el rostro de su hermana. Entonces la observo y no siento nada de atracción.

— A mí también me gustó, Astrid –intervengo–. Tú hermano no sabe apreciar la repostería, aunque yo sí, e incluso guardé una foto en el móvil.

— ¡¿Lo dices en serio?! Permíteme verla.

Pretendía hacerlo.

— Oye no es cierto –bufa Damián– ¿Qué eres? ¿El psicópata de los pasteles? Deja que vea eso –maniobra para quitarme el teléfono hasta lograrlo.

— Damián, ¡compórtate! Devuelve le teléfono ¿Qué son esos modales?

— Que alguien le recuerde que soy el mayor –pide a la nada mientras cumple la exigencia de su hermana.

— Apresurémonos, quieren tomar una foto de las dos familias antes de hacer el primer corte –anuncia ella.

De esa forma elude las palabras de Damián y comienza a caminar, mientras la seguimos en la distancia usada por los guardias.

— Esta loquita por ti –susurra Damián a mi oído.

— ¡¿Qué dices?!

Me estremezco viendo alrededor como si todos hubieran escuchado su declaración. O lo dicho fuera delito peninsular.

— ¿Qué tiene? Va a ser tú esposa. Es bueno que haya atracción, y no me digas que no te atrae. Astrid es preciosa. Conste que no lo digo porque sea mi hermana.

— Es bella –acepto–, su cabello plateado y sus ojos negros la hacen única. Sobresale por encima de las demás, lo tengo claro. Si a eso le sumamos su perfecto carácter y su cuerpo, bastante escultural, es una joven interesante y bella, sí, pero nada más.

— Vaya, sí que la has evaluado bien.

— No te confundas. Solo digo lo obvio sobre ella. Además, porque sea hermosa no necesariamente tiene que gustarme y tampoco por tener el título de mi futura esposa –sentencio.

Legado de Pilares [ADN I] |Finalista Wattys 2021|©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن