41. Estará Bien

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Narra Vanessa

-¿Por qué? -dije llena de dolor. Ella no merecía esto.

-¿Qué?

-¿Por qué ella? -sollocé suavemente, ya estaba más calmada después de ver cómo Demetrius enterraba su mano en el estómago de mi mejor amiga.

-Porque sabe que darías tu vida por ella. -susurró con sinceridad.

Sin permiso se escapó una lágrima de mi ojo derecho y la sequé lo más rápido que pude para que no la notara, aún así creo que no funcionó.

-Y no se equivoca. -sonreí mirando a Rebecca recordando varios momentos que hemos pasado juntas.

Ella era la persona más importante en mi vida. Ella siempre me apoyó, siempre me escuchó por horas aunque fuesen estupideces, siempre me calmaba cuando estaba ansiosa por cualquier cosa, siempre estaba ahí para mí cuando la necesitaba, siempre estuvo cuando tenía crisis existenciales, siempre creyó en mí cuando ni yo misma lo hacía, siempre estuvo ahí... siempre estábamos ahí la una para la otra. No me imagino una vida sin ella, no puedo vivir sin ella... si eso llegara a pasar, no se qué haría. Creo que trataría de recuperarla a toda costa y si no pudiera hacerlo, creo que enloquecería.

-Dale tiempo, ¿sí? -asentí- Vanessa, ella estará bien. No es la primera vez que hago esto.

-¿Qué? -dije sorprendida. ¿Acaso su propio padre le había hecho esto antes?

-Tranquila, el único no fue Hades.

-¿Y quién más?

-Eso no importa. -hizo una pausa- Ahora... ven... creo que lo mejor es que no le cuentes nada cuando despierte.

-¿Y qué le diré?

-Nada. Ella no recordará nada después de invocar a mi padre. Sólo debes decirle que se quedó dormida mientras veían una película triste que a ella no le gusta y por eso ella se durmió y tu estas llorando. -dejé escapar una sonrisa sencilla. Yo nunca lloraba con películas.

-¿Qué se supone que debería ver?

-No lo sé... ¿no hay una película que te haga llorar?

-La verdad, no... -reí sutilmente.

-Piensa... debe haber alguna. -dijo con una expresión facial de sorpresa.

-Mmm. No.

-Bueno, entonces haremos esto. -se arrodilló frente a mí y tomó mis manos- quiero que pienses en todo el dolor que sientes ahora.

-¿Qué?

-Solo hazlo. -pidió en un susurro ronco. Recordé el dolor que sentí cuando pensé que perdería a Rebecca, fue un dolor tan abrasador que me carcomió por completo, lo sentí apretujarme el corazón y puedo jurar que casi sentí que me lo sacaban del pecho- Eso es. -habló despacio.

Lo siguiente a eso fue el dolor yéndose a través de mis manos. Pude ver como nuestras manos se alumbraban en forma de ondas de un tono verde limón suave. Me sentí más relajada, y poco a poco, el peso que no sabía que tenía encima, comenzó a caer de mis hombros.

-¿Cómo te sientes? -preguntó mientras nos separabamos.

-Bien... de hecho...

-¿Estás más tranquila?

-Sí.

-Bien. Ahora solo necesito un momento con ella.

-¿Qué harás?

-Ella va a recordar que al entrar mis manos estaban en llamas y no creo que tengas ganas de explicarle todo este lío cuando a ti aún te cuesta un poco.

Dioses de Sangre ✔️Where stories live. Discover now