Dioses de Sangre ✔️

24. ¿Me Concedes Esta Pieza?

¿Leah? ¿Quién es Leah? Me pregunté en mi cabeza. El hombre me miraba a mí ¿me había llamado Leah?

Todos se giraron a vernos y luego vieron confundidos al dios que habló. Demetrius volteó a verme pero estaba tan o más confundido que yo.

-¿La conoces? -preguntó Demetrius.

-Si, ¿por qué estás con ella? -el hombre estaba completamente serio.

-Queremos hablar contigo. -dijo Demetrius tenso y apretando la mandíbula.

-Discúlpenme, vuelvo enseguida -dijo a los de su mesa y se acercó a nosotros-. Síganme.

Seguimos al hombre. Salimos del salón y nos guió por un pasillo hasta unas escaleras blancas con barandas doradas, subimos y entramos a una biblioteca que era de ensueño. Tenía paredes blancas con columnas y detalles dorados al igual que en el otro salón. Este lugar era simplemente hermoso. Creo que si me trajeran comida, podría vivir aquí el resto de mi vida, no saldría más nunca. La voz del hombre me sacó de mi sueño.

-¿Qué sucede, Demetrius?

-Ella es Vanessa, Zeus. -¡¿Zeus?!- ¿Por qué la llamaste Leah?

-Su nombre es Leah. ¿Cómo la conoces?

-Señores, estoy aquí. -hablé con el ceño fruncido. Me molestó que actuaran como si yo no existiera.

-Disculpa, Leah. Mucho gusto, soy Zeus -me ofreció la mano.

-Eso está mejor. Mucho gusto, Vanessa -me presenté- ¿Por qué me llama Leah?

-Ese es el nombre que te dió tu madre.

-¿Usted sabe quién es mi madre?

-Si.

-Dínoslo -exigió Demetrius.

-No puedo.

-¿Por qué no?

-Porque lo prometí. -se cruzó de brazos.

-¿Al menos puedes decirme cómo terminé en la tierra con padres humanos?

-No me corresponde hacerlo.

-Por favor, Zeus, necesito respuestas. -suspiró.

-Dime como la conociste -le pidió a Demetrius.

-Solo si respondes nuestras preguntas.

-No responderé todas, solo las que no comprometan mi palabra.

-Hecho. -dije.

-Hades y Lucifer querían usarla en tu contra y me envió a buscarla, -Zeus se tensó- pero me negué. Entonces enviaron a Eros, aún no sabe quién es ni que yo la conozco, pero lo sabrá pronto. Lo más probable es que mi padre se lo diga a Lucifer y él se lo diga a su hijo. Si la usaban en tu contra, ella iba a sufrir más que un infierno cuando ni siquiera ella sabía que era una diosa.

-¿Y para qué la buscaste?

-Sabes que soy una persona justa, Zeus. Podré vivir en el inframundo, pero no torturo gente inocente y lo sabes. Ella no merecía lo que tenían planeado para ella, así que la busqué y un día la encontré. Solo quería protegerla de lejos pero no pude evitar acercarme, la conocí y le he enseñado varias cosas, aún le falta mucho por aprender pero va por buen camino.

-¿Cómo sé que no mientes?

-Porque es cierto -defendí a Demetrius, quien me miró con una chispa de asombro en los ojos.

-No tienes que desconfiar de mí, Zeus, yo no tengo nada en tu contra. Simplemente eres el hermano que mi padre odia, pero ese no es mi problema. Si él te odia, yo no tengo por qué hacerlo. No te confundas.