«- Soy Lizzu, la única superviviente a No.Mercy y octava integrante de Monsta X»
Amor, música, idols y algo de imaginación. ¿Te atreves a leer?
¦ Créditos a @w-witchriddle por el estilo de la portada y título de la historia
Begin: 08/07/2020
Finishe...
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Lizzu suspiró, y miró con una sonrisa a Changkyun y Hoseok, los cuales ya estaban como niños pequeños a punto de hacer berrinche.
— ¿De verdad tienes que hacerlo?– asintió en respuesta a Wonho–. ¿No puedes llamar a esa amiga tuya para que se haga pasar por ti?
— Chaeyoung y yo no somos tan idénticas como para que nos confundan – rió–. Os prometo que todo va a estar bien, ¿vale?
— Ten cuidado con él – pidió Changkyun–. No te dejes llevar por el programa.
— No lo haré – negó con la cabeza, abrazando al maknae, y extendiendo el otro brazo para que Wonho también la abrazara–. Llegaré lo más pronto que pueda, guardadme algo de cena.
Ambos prometieron guardar algo de su porción, y Lizzu salió del coche entrando al edificio donde la darían las pistas de quién sería su pareja, y dónde empezaría la nueva edición de We Got Married, con muchos cambios a las anteriores temporadas.
Suspiró y puso su mejor sonrisa cuando se topó de frente con las cámaras y el staff, y rezó para que todo esto se pasara pronto, porque no quería asistir a ese reality.
— Estas son las pistas de tu esposo – la pasaron una hoja, y ella la tomó con curiosidad. Conocía a muchos idols, ya que además de ser cantante, tenía una pequeña gran fan dentro de ella, y estaba segura que podría llegar a averiguarlo.
DATOS IMPORTANTES
- 24 años - 169cm - Especialidad: BeatBox y batería - Tatuajes - Rapero - Personalidad: persona cálida - Apodo: sonrisa angelical - Actividades que disfruta: pesca, fotografía, coleccionar perfumes
Lizzu frunció el ceño. ¿Un rapero bajito y de su edad? Además de tatuajes y que tocara la batería. ¿Cuántos podría haber con esas características? Diablos. Sumando que jamás había conocido a nadie que coleccionara perfumes, era bastante curioso.
— Si os soy sincera, no tengo ni idea de quién puede ser – confesó, releyendo los datos. Movió la hoja, cuando notó que había algo pegado en la parte de atrás; una fotografía–. Oh, ¿se supone que esto me ayuda?– enseñó a cámara la fotografía, la cual era un selfie recortado donde simplemente se veía su mano sujetando una botellita cerca de su rostro–. Oh, vamos, solo veo medio ojo y su pelo, ¿no puede darme nadie una pista?
El staff negó, y ella suspiró dramáticamente.
— Tenemos que llevarte a tu primer encuentro – dijo alguien por el fondo. Ella asintió, y miró de nuevo la fotografía con nervios–. ¿Estás nerviosa?
— Un poco de todo, también estoy emocionada – confesó–. Tengo ganas de saber quién es, no me suelen gustar mucho las sorpresas.
