«LIZZU; SE MONSTA X» #4

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Pre-debut

— ¡Buenos días!– saludó de manera animada a Kihyun, el tercero en entrar a la cocina-comedor, aunque tras él también llegaron Jooheon y Minhyuk–. He preparado el desayuno, y hay café.

Kihyun, ya acostumbrado a que en esas semanas fuera ella la qué cocinara el desayuno y le ayudara con el resto de comidas, sonrió en respuesta, aún algo dormido como para hacer algo más.

— Buenos días – saludó Minhyuk, sentándose y comenzando a servirse comida. Lizzu miró de reojo a Jooheon, aún ella sirviendo en tres tazas café.

— Jooheon oppa, ¿le apetece café? Ha estado trabajando muy duro.

— Puedo servirlo yo – dijo en respuesta, frío y arisco. Junhee dejó una taza vacía al lado de la cafetera, y se las apañó para cargar con las tres, dejándolas en frente de cada miembro correspondiente, avisando que iría a la habitación a recoger las cosas–. ¿Y el azúcar?

— Ni idea – negó Hoseok–. Los únicos que cocinan son Kihyun hyung y Lizzu-ssi.

— ¿Hyung?– preguntó, aunque él negó, indicando que no tenía ni la más remota idea de dónde estaba, a pesar de que Lizzu hubiera estado andando en los cajones hacía apenas segundos–. Joder.

— Lenguaje – dijo Wonho de manera inconsciente, acostumbrado a que la chica lo dijera cada dos por tres–. Ve a preguntárselo.

Jooheon miró el café en sus manos. Sí, tal vez aún guardara un poco de rencor a Changkyun y Junhee por haber ganado ellos en vez de Habyul y Gunhee, pero estas últimas semanas la chica se había comportado como un ángel con ellos. Lizzu era la encargada junto con Kihyun de las comidas, y se levantaba incluso más temprano para preparar el desayuno. Además, recogía las cosas que veía tiradas, les daba botellas de agua que siempre llevaba en la mochila de repuesto en los ensayos, y les aconsejaba y ayudaba cómo podía. Sumándole que ensayaba muchísimo, pidiendo consejos y tomando horas extras con la canción que sería su debut, compuesta con su ayuda.

Le dolía admitirlo, pero Im Junhee era verdaderamente una buena chica, y se arrepintió de haberla tratado tan mal cuando ella le ayudó de manera tan amable cuando se cayó en unos ensayos.

— El café no tiene las respuestas, hyung – bromeó Changkyun.

Jooheon suspiró, se frotó los ojos con la mano libre, y dejó la taza en la encimera para ir a la habitación del líder, Wonho y los maknaes. ¿Cómo debía preguntárselo? No quería ser demasiado brusco, ni dejar ver qué estaba algo nervioso por hablar con ella a solas desde que le curó la rodilla y ayudó a subir a su litera.

Suspiró, llamando a la puerta entreabierta, y de inmediato vio la cabecita de la chica asomarse por detrás de la puerta, y sonreír.

— ¿Sucede algo, Jooheon oppa?

— Eh... ¿Sabes dónde está el azúcar?

Ella ladeó la cabeza, tal vez pensando.

— Tercer cajón, en un bote color azul, no tiene pérdida, he ordenado cada condimento con un color, y el azul es el azúcar – explicó, abriendo la puerta por completo, dejando ver a Shownu medio despierto, y el resto de las camas perfectamente hechas. ¿Acaso compartir cuarto con Lizzu significaba tanto orden y comodidad? Ni Kihyun, obseso con el orden, tenía todo tan bien colocado–. ¿Necesitas algo más, oppa?

— Eh...– balbuceó, mirando de reojo al líder comenzar a abrir los ojos aunque estuviera incorporado desde hacía un rato–. No, g-gracias.

Lizzu se vio sorprendida, aunque de inmediato sonrió e hizo una pequeña inclinación apenas con la cabeza.

— No es nada, oppa.

Jooheon salió corriendo.

...

— Lizzu-ssi – llamó Shownu, y de inmediato ella ya estaba ahí, sonriendo como de costumbre aunque acabaran de terminar una práctica algo intensa y estuviera sudando y con dolores musculares a juzgar por sus gestos faciales y manera de andar–. Siéntate aquí, ven.

Ella le miró confundida, pero le hizo caso, sentándose y mirándole con atención como él sacaba un tubo de crema para dolores musculares de su mochila. Ella juraría haber visto como Jooheon se la daba a Shownu, pero no quiso indagar demasiado, porque él la pidió permiso para poder ponerla la crema en sus gemelos agarrotados, y ella no dudó en subirse los pantalones hasta la rodilla, dejando que el líder la cuidara un poco.

Changkyun miró de reojo al segundo rapero, viéndole analizar la situación del líder y la chica, y suspiró. El arrepentimiento y culpabilidad eran terribles, como unos monstruos que se encargaban de devorarte poco a poco, y solo puedes o pedir disculpas o dejar ver tu arrepentimiento en pequeños gestos. Tal vez Jooheon había decidido la segunda opción, porque Minhyuk lloró la noche anterior frente a ellos y pidió disculpas de rodillas por su comportamiento, aunque decía que no merecía perdón por su trato a la menor.

Porque, ¿quién en su sano juicio podía odiar a Im Junhee?

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WoW, ya he acabado con Si Estuvieras en NCT, y es tan... Raro. Esa historia me ha llenado más de lo que creía, sinceramente, y ahora se siente vacío el no entrar a Wattpad a actualizar esa historia y crear escenarios de Rin con los locos de sus compañeros

Realmente he llorado releyendo el final, donde dan por última vez su saludo