«LIZZU; SE MONSTA X» #4

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Lizzu bajó su cubrebocas una vez se sentó, y fue cuestión de segundos para que las personas alrededor la reconocieran. Hizo un gesto de silencio, y todos asintieron sonriendo, respetando eso ya que ella, al igual que el resto, estaban ahí por el programa.

— ¿Viene aquí por Jooheon y Kihyun oppa?– preguntó una chica a su lado. Ella asintió y sonrió con amabilidad en su dirección–. ¿Podría sacarme una foto con usted? Soy Monbebe

— Por supuesto – asintió, viendo a la chica sacar el móvil. Puso su mejor sonrisa, imitando el gesto de paz de la chica, y ella agradeció–. ¿Cómo te llamas?

— Han SeoHee.

Lizzu fingió no conocerla, aunque era complicado no conocer ese nombre en Corea, o simplemente en su industria. Trató de disimular que no estaba incómoda a su lado, y se recordó varias veces que si era amable con ella y trataba lo mínimo con ella, no habría problemas. No sabía cómo lo había podido reconocerla por las fotos de las redes, pero supuso que era porque no quería tener nada que ver con ella, y también por la iluminación y maquillaje.

— Estoy emocionada de estar aquí – continuó, seguramente con su gran farsa de falsa Monbebe–. Mi bias solía ser Wonho, pero ahora es Kihyun... Algunas cosas hacen que veas a las personas como realmente son, y cambias tu manera de verlos.

Lizzu apretó ligeramente los puños. ¿Acaso quería ahora atacar a sus chicos? ¿De verdad planeaba jugar a eso ahora?

— Supongo que sí, ¿puedo preguntar si es una indirecta?– frunció el ceño por unos segundos, pero luego recordó que debía fingir no conocerla y ser una simple Idol charlando con una "fan".

— Por supuesto que lo es – sentenció, con un tono más duro–. Yo conozco a Wonho oppa de hace años.

Un tic surgió en el ojo izquierdo de Junhee. ¿Por qué aceptaría sentarse en esa fila, pudiendo estar tras cámaras o en la fila de enfrente? Ella y su gran amor a sus chicos.

— ¿De verdad? Yo no te conozco, Wonho oppa nunca te ha mencionado – negó.

— ¿Y a Jung DaEun?

No estaba segura si fue el tono, su expresión o que fuera ella refiriéndose a algo con más significado, pero su estómago se revolvió, y agradeció que en ese momento alguien la llamara por teléfono.

— ¿Ya estás ahí?

Miró de reojo a Han SeoHee, y cubrió la pantalla del teléfono con su cabello, ya que no se fiaba de si era capaz de robar el número de teléfono de Changkyun o algo por el estilo.

— Sí, pronto va a empezar – carraspeó con incomodidad, aún sintiendo la pesada mirada de la chica a su lado–. Oh, ¿enserio?

— ¿A qué te refieres, Lizzu?– preguntó con confusión–. ¡Hyungs! A Lizzu se la está yendo la cabeza, habla sola.