«LIZZU; SE MONSTA X» #4

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Pre-debut

Lizzu quedó estática cuando varios de los chicos comenzaron a pelear sobre quién acompañaba a la chica a comprar botellas de agua. La situación ya era en su extremo extraña, ya que por la mañana la habían dejado el asiento al lado de la ventanilla, y habían vuelto a discutir sobre quién se sentaría a su lado, terminando como ganador Wonho. Luego, en la agencia, la habían tratado como una reina, pausando la música si se veía cansada, y tanto Hyungwon como Shownu se apresuraban a darla consejos sobre su baile, todo de manera amigable y encantadora. Además, en las prácticas vocales y trabajando en componer, parecían como niños pequeños escuchándola, y a cada rato lanzándola cumplidos por su técnica, sus altos, y hasta por "su cerebro", o a saber qué quiso decir Jooheon con "tu cerebro mola", cuando le cambió una frase de la composición.

— Puedo ir sola – dijo. Todos la miraron de inmediato, como si hubiera dicho una barbaridad.

— ¡Iré yo! – dijo de golpe Minhyuk, cogiendola de la muñeca y saliendo corriendo de la sala, escuchando las quejas del resto. Fuera, cuando ya los chicos no saldrían, cambió el agarre de la muñeca a tomar su mano, balanceando el agarre como un niño pequeño. Ahí Lizzu sintió que sus neuronas colapsaban–. Junnie, ¿te gustaría salir mañana a dar un paseo con Jooheon, Hoseok y conmigo?

— Minhyuk oppa – dijo despacio, mientras él la miraba con una sonrisita tierna–. ¿Acaso me vais a gastar una broma?

— ¿Por qué lo dices?

Vio a lo lejos la máquina expendedora, con otro de los trainee sacando agua.

— Eh... Porque hoy estáis raros – trató de explicar–. M-Me refiero a que... Hay días que apenas me habláis, y hoy... Mm... Bueno...

— Estamos arrepentidos – dijo, cambiando su sonrisa a un puchero–. Te hemos tratado tan mal, que no sabemos cómo compensarte todo – se detuvo, obligándola a ella a pararse en medio del pasillo también, bajo la atenta mirada del trainee cargado de botellas–. Eh, te escuchamos hablar con Kihyun y... Eh... N-Nosotros también te queremos, Lizzu-ssi, aunque seamos tan tontos.

Lizzu ladeó la cabeza, sonriendo, y mirando fijamente la expresión del mayor, el cual parecía sincero. Él devolvió la sonrisa, algo más torpe, y ella tomó su otra mano.

— Me alegra saber que ya no me odiais – rió suavemente, aunque eso no le pareció gracioso a Minhyuk, el cual pensaba noche tras noche como había tratado a los maknaes, tan jóvenes y solitos en ese programa, y lloraba arrepentido de su actitud–. Aprecio esto, oppa, aunque dais un poco de miedo.

— Tendrás que acostumbrarte, Junhee – dijo, mirando las manos pequeñas de la chica, tomando las suyas–, porque seremos como tu sombra a partir de ahora, serás la chica mejor tratada de toda Corea, ¡incluso de Asia y el mundo! Las reinas y princesas sentirán envidia – contó, emocionado–. Y yo seré como tu siamés.