Capítulo 6 - Me estás confundiendo

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Una pequeña fiesta con mucha comida, música y alcohol en el set de grabación, eran las once de la noche y la mayoría seguía divirtiéndose, todos excepto Robert, estaba ansioso de huir del lugar, pero por educación y apariencias se quedaba.

—¿Ustedes que opinan de Elliot y Robert? —preguntó Melissa, la chica estaba con Trinidad y Jonathan haciendo charla, sentados en una mesa de cuatro personas, con una silla vacía.

—Elliot es muy amable —respondió Jonathan —No creo que me cueste mucho grabar mis escenas con él, seguro será divertido.

—Con Robert tampoco es difícil grabar —susurró Melissa mientras mascaba una patata frita —O sea es medio pesado y creído, pero muy profesional, de eso no hay duda.

—Elliot me cae bien —sonrió Trinidad —¿Tú y él son amigos? —le preguntó a Jonathan.

—Compañeros de clase —levantó los hombros con resignación. Los tres siguieron charlando mientras el menor charlaba con Irene y Kendall, pero la pareja se levantó al tener un llamado importante de Ryan.

Elliot se quedó a solas en una muy larga mesa, comenzó a mirar las cosas para comer y tomó unos nachos con sabor a queso, estuvo cerca de comérselo hasta que Robert tomó asiento frente a él y le interrumpió.

—¿Tú contrato no dice que tienes que llevar cierta dieta para mantener tú físico? El mío lo dice —arqueó molesto.

—No —sonrió Elliot —pero dice que debo ir al gimnasio o hacer ejercicio tres veces por semana, quieren que Niccolo deje de ser tan delgadito mediante avanza la historia.

—Fácil lo veo si comes como bestia.

—¿Y tú qué? ¿No comes nada?

—No como nada después de las ocho de la noche —el chico miró la mesa —A todo esto, ¿No deberíamos ya estar en casa? Nosotros dos mañana grabamos a las 6:00 am, la mayoría de camarógrafos y sonidistas no están acá, ¿Por qué nosotros sí?

—En realidad no me había dado cuenta que hora era —dijo Elliot con amabilidad —¿Quieres irte?

—Si, Andrés no sé donde mierda está, se supone que pasaría por mí hace una hora —el chico sacudió su cabello agotado mientras soltaba un bostezo, Elliot se le quedó viendo y le tendió su móvil.

—Ten —sonrió —Si quieres puedes pedir un uber en mi teléfono.

—No, esperaré que Andrés llegue... —Robert se frotó la mirada y conectó luego sus ojos verdes con los azules de Elliot —Gracias, de todos modos —Elliot asintió satisfecho, arrugó una servilleta y se lanzó hecha bolita al mayor, el chico rió y Robert solo la tomó y se la regresó con más fuerza, sin querer admitir que quería sonreír. Irene y Kendall regresaron a la mesa, Robert estaba por saludar hasta que Andrés le llamó al teléfono, era por fin hora de irse a su departamento y dormir.

*

Niccolo caminaba por los pasillos del Colegio mientras uno de sus audífonos funcionaba mal, el chico se los quitó y se entristeció al notar que debía comprar unos nuevos; los comenzó a guardar en su bolsillo cuando entró al salón, notando que Pietro no estaba sentado en su banco normal a su lado, si no que estaba al otro lado del salón, con Brenda.

El pelinegro suspiró agotado, sintiéndose consumido por la situación cuando eran a penas las 8:23 de la mañana.

Nicco pasó toda la clase a solas, deseaba con muchas ganas que Herminia estuviera en su salón, y aunque la chica intentó cambiarse de clases muchas veces, nunca le dejaron.

Real Para MíWhere stories live. Discover now