Capítulo 28

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Como Annie había dormido en mi casa, decidimos que al día siguiente iríamos a un parque de diversiones.

Y así se hizo, ya estaba abrigada y lista, porque en la mañana siempre hacía mucho frío y habíamos decidido salir temprano para no volver de noche.

Mi madre saldría con nosotras por primera vez y realmente espero que sea divertido. Estaba acurrucada en el sofá, con Annie a mi lado, viendo una serie que ambas disfrutabamos, mientras esperábamos a que mi madre terminara de prepararse.

—Quiero aprender a hacer eso—le digo señalando a la chica de la serie. Estaba mostrando su cara desde un lado, y se estaba delineando el ojo. Al principio me pareció fácil, pero desafortunadamente cuando intenté hacerlo, todo salió mal.

—Es fácil, puedo hacerlo  bien, puedo enseñarte—dice Annie mirándome y mostrándome su hermosa sonrisa.

Annie tenía el pelo largo, ondulado y oscuro, su tez trigueña me parecía espectacular. Tenía la misma altura que yo, y su cuerpo seguramente debía ser envidiado. Ella era una chica perfecta en mi opinión. La quería en todos los sentidos,  era amable y cariñosa con quien se lo merecía. Me gustaba su sonrisa y su perfume, era dulce y le quedaba bien. Desearía haberla conocido desde la escuela primaria, pero por algo pasan las cosas, y ahora estoy aquí que es lo que importa. Además de ser hermosa, tenía diversas cualidades y siempre me escuchaba, dándome muy buenos consejos. Ella siempre estuvo de mi lado y no me dejó sola, no tenía motivos para quejarme de ella.

—Está bien, acepto—le digo y pongo mi brazo a un lado de su hombro, volviendo la mirada hacia la televisión.

La serie hablaba sobre unas reclusas, habían escapado de la prisión y vivían fuera de ella. En la serie, había dos protagonistas, una era rubia y la otra con el cabello negro. La morena era mayor y la rubia era un poco más joven. Una de ellas había hecho más locuras en la vida, y ella era mi favorita. La más temida en la cárcel.

De hecho, realmente admiraba a la actriz que la interpretaba. Además de ser actriz, también era cantante, eso fue lo que más me cautivó.

Al ver a mi madre venir arreglada, silbo lentamente levantándome, recogiendo la muleta tirada en el sofá.

—De ahí es de donde vine, señores— me reí y caminé a la puerta, era horrible caminar apoyada de esta muleta. Pero ya he tenido un gran avance, ya no sentía los mismos dolores de antes y creo que pronto dejaría esto.

Nos subimos al auto y terminé sentanda en el asiento delantero, comencé a cambiar la música en el auto mientras hablaba de un tema aleatorio con Annie, hasta que mi mamá terminó dentro de la conversación.

Estaba agradecida de que mi madre no fuera alguien que criticaba mis amistades o inclusive mi forma de vestir, pero tenía un lado que a veces no me gustaba, y lo peor no era solo ella quien pensaba de esa manera, mi padre también compartía esa parte.

Nos llevó un tiempo llegar allí y, volviendo varias veces para hablar con Annie, veo que mi madre detiene el auto. Ya habiamos llegado. Sin pensarlo dos veces, salí del vehículo viendo el parque lleno. El sol estaba radiante y había una pizca de aire frío circulando sobre nosotras.

El parque tenía toda clase de atracciones y juegos. Tenía un hermoso césped verde y los juegos estaban allí, podía ver la rueda de la fortuna desde la distancia. Era simplemente hermoso.

—Nada de juegos para niños ¡Vamos a la montaña rusa!— dijo Annie con una sonrisa y terminó saltando, yendo a la fila.

—Oh, no Annie, eso está muy alto y si pasa algo ... Y mi pierna...— ella comenzó a reír, cubriendo mi boca con su mano, llamándome dramática.

—Relájate, Helenita, no hay nada de que preocuparse—compramos los boletos y nos encontramos con mi madre. Fuimos a la rueda de la fortuna primero.

—Ustedes dos están locas por quererse subir a algo así— dijo mi mamá sentándose en el asiento de la cabina y pronto la seguimos, me quedé a su lado y Annie frente a nosotras.

El teléfono de mi madre comenzó a sonar y, sacando su celular, veo que era su jefe. Wow, ¿ni un segundo de descanso le da este hombre?. Miré a Annie rodando los ojos y sentí que el juego comenzaba a girar, haciéndome saltar en el banco.

—¿Puedo bajarme?

—¡Uy, muy tarde!— dijo Annie y se colocó en el extremo mirando hacia abajo. ¿Cómo lo hacía? ¿No tiene miedo de que esta cosa se caiga o perder el equilibrio y caer desde esta altura? Ay, Dios.

Mi madre colgó el teléfono y miró hacia abajo, sonriendo, diciendo que la vista desde allí era hermosa.

—¿Lena? ¿Le agradeciste a Zulema por ayudarte ese día? Ella ha sido muy amable contigo. Tienes que agradecerle—dijo mi madre.

No sé exactamente, pero fue hace unas horas que no había pensado en ella, estaba fuera de mis pensamientos.  Pero alguien siempre me la tenía que recordar ...

—Estoy de acuerdo con tu mamá, ella fue muy atenta— escuché a Annie decir, e inmediatamente se empezó a reír en voz baja. Puse mi mirada en la gente que circulaba por el parque, allá abajo.

—Ya se lo agradecí, madre.

—Me parece bien. Tienes suerte de tenerla como maestra. Ella es un buen ejemplo a seguir— comenzó a hablar y terminé volviéndome frente a ella, interesándome. Mi madre la conoce desde hace más tiempo que yo—.Desde que era joven, tuvo que vivir sola, después de que sus padres la echaron de su casa, por varias razones y también por tener una relación con un hombre mucho mayor que ella en ese momento. Creo que ella está enamorada de ese hombre hasta el día de hoy. Él es el padre del niño que tiene.

Mi cuerpo se detuvo cuando escuché a mi mamá hablar sobre Zulema. ¿Enamorada de ese hombre hasta el día de hoy?

—Zulema siempre obtuvo lo que quería, estudió mucho para estar donde está, y fue por puro mérito. Ella ayudó mucho a nuestra familia, no tienes idea, hija.

¿Y si ella descubriera sobre nosotras dos?¿Terminaría todo ese encanto y cariño que mi mamá le tiene? ¿Y si el corazón de Zule seguía siendo de ese hombre? Y yo ...

Apoyé mi cabeza contra el hierro y me quedé perdida, maldita sea ¿Qué es esto?

"Creo que ella todavía está enamorada de ese hombre hasta el día de hoy".
Y antes de irse, ¿ella no había correspondido a mis sentimientos, cuando le confesé que estaba enamorada?

Vi que la rueda se había detenido y, al bajar, estuve parada como una estatua durante largos minutos. Mi madre había dicho que iba a dar un paseo mientras Annie y yo nos subíamos a otro juego.

—¿Por qué estás tan pensativa?— siento que Annie me toca el brazo y sacudo la cabeza.

—Lo que dijo mi madre ...

—¿Que Zahir todavía está enamorada de ese
hombre?—preguntó ella  mientras nos posicionábamos en la fila de los autos chocones.

—¿Crees que sea verdad?

—Sé que esto no es novedad, pero durante sus clases, cuando puede, Zulema no te quita los ojos de encima, Le. Y también tienes que entender que, probablemente, el hombre  todavía debe tener un pequeño espacio en su corazón. Ella tuvo un hijo con él.

—¿Me mira?— le pregunto sonriendo, y después  entrelazo mi brazo con el de ella y caminamos para elegir nuestros carros.

—¿De todo lo que dije eso es lo único que captaste?
Boba.

Oh, my teacher. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora