Oh, my teacher.

Capítulo 20

El sol ya estaba presente en el lugar, mientras tanto, traté de no moverme. Zulema estaba muy cerca de mí, su rostro estaba cerca de mi cuello, podía sentir su cálido aliento impactar contra el.

Mordiéndome el labio, me moví muy lentamente hasta que me levanté de la cama y fui al baño. Una vez dentro, atendí todas mis  necesidades, me unos puse jeans negros junto con una sudadera del mismo color y mis zapatillas de deporte. Ya estaba lista.

Ayer antes de irme a dormir, ya había pensado en explorar el lugar tan pronto como amaneciera. Sabía que a Zulema no le gustaría esto, y también le prometí a mi madre que no me alejaría de ella por ningún motivo, pero solo sería por hoy. Prometo que esto jamás se repetirá.

Tomé mi abrigo y mi celular, después salí de la habitación, una vez fuera me puse el abrigo, no quería hacer ruido y que Zulema se despertara.

No tenía idea de a dónde iba, pero ya estaba demasiado lejos, sólo quería respirar un poco de aire. Decidí usar las escaleras en lugar del ascensor. No me gustaba usarlo, pero cuando Zulema estaba conmigo, todo era diferente.

En el camino, escuché a varias personas hablar y llegué a la conclusión de que era terrible mi inglés, español e, incluso si quería probar con árabe, mi misión fracasaría. Continué caminando, buscando cualquier cosa en la que pudiera emplear  alemán para poder comunicarme, si la suerte esta de mi lado, me encontraría con alguien que lo entendería.

Han pasado una, dos o más horas desde que salí de la habitación, durante esas horas he estado caminando por el hotel, que es enorme. Solo salí una vez del hotel para ver cómo estaba el clima, a pesar de que ya sabía la respuesta, pero dejé que el frío invadiera mi cuerpo.

Después de regresar al hotel.
Pensé en volver a la habitación, pero había un problema. No recordaba el número de la habitación, y mucho menos el piso. Felicidades para mi.
Comencé a caminar buscando las escaleras, bajé para ver si recordaba el camino, pero no encontré nada más que varias personas caminando, dejándome aún más perdida y nerviosa, pensando en la reacción de Zulema cuando despierte y no me encuentre a su lado.
Necesitaba información...

Me acerqué a una pareja de ancianos que estaban sentados en un sofá—que por cierto no parecía nada barato— y hablaban en voz baja, deben estar esperando a alguien o simplemente están descansando. Me acerqué lentamente a los dos con miedo, y después hablé extendiendo  la mano a modo de cortesía.

—Hola ... er ... ¿Saben dónde está...

Al darme cuenta de que la pareja no entendía nada, les di una sonrisa avergonzada,  pronto volví a hablar normalmente. Traté de comunicarme nuevamente con una pareja más joven que entendió algunas palabras, y obtuve la información de donde estaba la recepción.

Ya estaba cansada de caminar y, al ver la recepción frente a mí, sonreí alegremente. Al lado de la recepción habían dos ascensores que podrían ayudarme. Viendo una pared, me apoyé contra ella antes de usar uno de los ascensores. Ya estaba  cansada de caminar por este enorme hotel tratando de encontrar el camino de regreso. De repente, noto cómo una mujer que parecía tener la misma edad de Zulema, caminar  en mi dirección. Ella comenzó a decir algunas cosas y terminé riéndome porque no entendía nada.

—¿Sprichst du deutsche?—le pregunté en alemán,  y le agradecí a Dios porque ella me respondió en el mismo idioma.

—¿Qué haces aquí sola? Noté qué estabas perdida y por eso he venido aquí, pareces necesitar ayuda— dijo la mujer de cabello castaño claro con algunos mechones dorados, estaba vestida elegantemente. Era una mujer hermosa, pero no se acercaba a Zulema. No creo que nadie pueda igualar su belleza.