Capítulo 17

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—Ven aquí, cariño. — escuché que Zulema me llamaba. Fui a sentarme en la silla que estaba a su lado, su brazo me envolvió, así que apoyé mi cabeza en su pecho disfrutando el momento, olvidando lo que había ocurrido hace unas horas y me enfoque solamente en ella.

Ni siquiera nos acercabamos al mes, pero habían pasado días en los que la profesora  Zahir me hacia querer tener algo más. No sé qué pensarán las personas o si nos juzgarán porque solo tengo dieciséis años y estoy en una "relación" con mi profesora, a veces me culpo por lo que siento.
Aunque antes de besarla, había intentado varias veces olvidarla, pero ella siempre aparecía en mis sueños o cuando alguien preguntaba por ella en la escuela, no tenía ninguna posibilidad de sacarla de mi cabeza.
Me sentía segura, me gustaba entregarme a Zahir, su toque me era imposible de explicar, incluso si eso se pudiera.

Cuando la veo, tengo la sensación de que mi corazón saldrá de mi boca, además de las mariposas que deciden aparecer en mi estómago cada vez que la miro, hablo o pienso en Zulema.Otra cosa que no podría olvidar es su perfume, dios.
Hasta el día de hoy, no he podido olvidar el día del campamento, las palabras que dijo con dulzura mientras acariciaba mi espalda, antes de que nuestros labios se pegaran; por primera vez.

—¿Te gusta mi perfume?.—
en ese momento me había quedado sin reacción, lo admito. Era algo que me gustaba mucho, además de ser muy llamativo. Acabé respondiendo que me encantaba.

—Es perfecto.

La lluvia continuaba al mismo ritmo, el silencio también ocupaba el espacio, pero era en lo más mínimo. Suspirando, cerré los ojos mientras ponía mi mano sobre la suya, a veces me sentía retraída al hacer algo, tenía miedo de que no le gustará o que pensará que era muy infantil debido a su edad.

—Me gustaría contar con su compañía en el viaje, profesora Zahir.

Me gustaría mostrar más de lo que siento por ella, pero nuevamente el miedo de que  Zulema no se de cuenta, o que piense que solo estoy jugando, es algo efímero que me invade.
De repente, siento un beso en mi frente y luego escucho un susurro en mi oído.

—No te preocupes, haré de ese viaje algo inolvidable ...

¿Qué quiso decir con inolvidable?.

Su mano comenzó a acariciar mi brazo, luego bajó a mi muñeca, Zahir tenía esta manía y lo había notado no hace mucho. Zulema respiró hondo y ante eso, puso su cara en el hueco de mi cuello, haciéndome temblar.

— Olvida simplemente lo que pasó hoy, como fue que actué antes, fue por impulsividad y agotamiento. Es mejor saber eso, odio las disculpas, así que no lo hagas más.— su voz era más tranquila, podía sentir su aliento contra mi cuello y su mano apoyada en una de mis piernas. A veces podía sentir que ella se impedía hacer algunas cosas, como algunos simples gestos. Tal vez ella piensa que no me gusta, pero es imposible, todo lo que venga de Zulema a mí me encanta.

Siento como su cuerpo se aleja, abro los ojos y descubro que la energía eléctrica ha regresado.
Tengo la visión de la mujer a mi lado mirándome fijamente, solo le di una sonrisa sin mostrar los dientes, quien inmediatamente me la devolvió.

—Lena, ¿no te dio miedo?.— el pequeño ha regresado y viene hacia nosotras rascándose los ojos. Solo asentí mientras Teo se apoyaba en mi pierna y miraba a su madre.

—Wow, ¿la has protegido, mami?.— el pequeño trepó por mi pierna y se sentó en mi regazo, con el acto solo le di un beso en la mejilla, Teo era muy lindo y hermoso como su madre.

— Creo que sí, ¿a usted que le parece, señorita?.

—Supongo que a si ha sido, profesora.— le di una sonrisa débil y aparté la vista de Teo, que terminó acomodándose en mi pecho, ni siquiera me había dado cuenta y acabo durmiendose, eso explicaba por qué el niño se rascaba los ojos.

Oh, my teacher. Where stories live. Discover now