Capítulo IX

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10/04, Viernes.

Durante semanas, la profesora Zahir y yo hemos intercambiado algunas miradas, puede parecer extraño, pero pasamos más de un minuto mirándonos. Es una sensación diferente para mí, es una mujer adulta que despierta una sensación extraña cada vez que la veo.

Hoy tuvimos nuestro último trabajo, antes de la prueba final de árabe y cada estudiante tiene un poco de tiempo a solas con el maestro en el aula para conocer su desempeño en clase, también le ayuda con su vocabulario y nos pregunta si hemos tenido dificultades, es como una prueba oral. Esto lo hace de una manera más fácil para mí.

El año pasado un solo maestro hizo eso, me salvó en su materia. Pero de algún modo, esto me resultaba más incómodo.

—Bueno, no creo que pueda hacerlo— suspiré mirando a Annie, y vi a Marcel y Tiago a su lado, todos estabamos apoyados contra un árbol en el patio. Zulema nos llamaba uno por uno, ya había estado a solas con ella en el auto y en mi casa, pero esto era diferente. La forma en que se comportaba como maestra, la persona seria y centrada, era tentadora.

—Está en la letra V, así que sigo yo—le dije a Annie y me escondí detrás de ella cerrando los ojos, ella era la única persona a la que le había contado lo que sentía por la profesora Zahir.

Suspire y sacudí mi cabeza pensando en cómo fue que sucedió esto. No tiene sentido, fue literalmente de la nada que apareció este sentimiento por ella. ¿Estoy enamorandome de ella?....No lo sé. Antes de su clase mi ansiedad aumenta más, o cuando rezo para girar en un pasillo y encontrarme cara a cara con ella. Tal vez ella ni siquiera siente lo mismo, tal vez su mirada hacia mí es solo por casualidad, involuntariamente, ¿no?

Solo sé que no me irá muy bien con el examen, el árabe es otro idioma diferente.

—Helena, por favor—escuché que la profesora me llamaba, camine lentamente mirando a Annie y luego miré a la maestra esperándome para seguirla. Su caminar resonaba por los pasillos, su perfume dejaba huellas por donde quiera que pasara, su postura siempre era erguida, cabeza arriba, ella tenía una imagen perfecta, siempre se destacaba entre los demás profesores.

La sala en la que entramos estaba formada por paredes de colores claros, sillas tapizadas colocadas en hileras y una mesa para el profesor, donde había una silla al lado para que se sentara un estudiante u otra persona.

Me acerco a Zulema sentandome a su lado y puedo oler su perfume más de cerca. Observo como toma mi cuaderno en su regazo y lo pone sobre la mesa, luego me mira.

—¿Estás bien? Puedes sentirte libre de decirme lo que quieras— ella dice, y me quedo en silencio mirándola pasar por las páginas del cuaderno, escuché un suspiro y vi como mordía su labio inferior. Zulema apoyó la espalda contra la silla y giró la cara para mirarme.

—¿Con qué tienes dificultad?. Helena, puedes mirarme— preguntó la profesora Zahir, y después me hizo repetir algunas frases varias veces—. Cuando tengas alguna pregunta puedes buscarme ¿Algo te está incomodando?

Una sensación extraña surge en mi pecho.
—No, todo está bien— respondí avergonzada.

—¿Me permites?— preguntó y después se acercó, lo encontré extraño, su mano se colocó sobre el lado izquierdo, donde se encontraba mi corazón. Estaba tan acelerado ...

—¿Es nerviosismo o te está dando un ataque cardíaco?—preguntó de forma tan seria, mirándome a los ojos que me hizo latir más rápido y más fuerte.

No pude responder, capaz que lo que digo, termina empeorando las cosas.

Volviendo mi mirada hacia el frente, noto su mirada en mí y una risa sale de su boca.

Oh, my teacher. Where stories live. Discover now