Capítulo VIII

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Mientras estaba con la cabeza agachada, la maestra corrigió el trabajo y veinte minutos después nos lo entregó. Después de que tocaran la campana durante el intervalo, deje la clase de Árabe y sin esperar a Annie, me dirigí al patio, buscando un lugar tranquilo donde poder comer en paz, sin que las chicas de tercer año me molesten, sin encontrar lugar, apoyé mi cabeza contra una columna de concreto, cerré los ojos y solté un suspiro rápido.

Esta mañana, desafortunadamente, tuve una pequeña discusión con mi hermano. No podía soportar el hecho de que pusiera toda la responsabilidad sobre mi espalda, él es mayor de edad, por lo que debería resolver sus propios problemas. No puedo resolver ni los míos, y quiere que resuelva los suyos. Incluso he pensado que un internado sería lo mejor, donde vives en la escuela y estudias allí mismo.

Lo que me importaba era que el campamento anual tendría lugar en una semana.
Siempre en los primeros meses de escuela se organiza un campamento para dar inicio a las clases. ¡Es genial, fui el año pasado y me divertí mucho con Annie!. Estuvimos tres días en el sitio y, francamente, esos tres días fueron increíbles.El contacto con la naturaleza era algo surrealista, aliviaba cualquier estrés de una manera sorprendente.
Terminando mi merienda, abrí los ojos para enfrentar la luz. La gente, el patio y Annie delante de mí se hicieron presentes.

—Me encontraste—me reí y volví la mirada hacia el patio, que era una de las cosas que me fascinaban en esta escuela, la otra era una persona.

Le quito los ojos de encima a mi amiga y la veo a ella sentada en un banco, con un libro en las piernas y un cigarrillo entre los dedos. Ella sacaba lentamente el humo. Decidí dejar de observarla y centre mi atención en Annie que estaba hablando de trabajos, comida y...

—Cálmate, no importa ahora. Quiero saber sobre el campamento—sonrío acercándome a ella.

—Ah sí, este año tiene todo para ser maravilloso. Nuevos estudiantes, profesores— levanto una ceja mientras la miro. Mierda, no me importaba que los maestros estuvieran allí también, pero la profesora Zahir ciertamente nunca iría a ese lugar.

—Aún tengo que advertir a mis padres—me levanté a recoger mi mochila—.¿Vamos a la biblioteca?—pregunté mientras ponía la correa de la mochila en mi hombro.

Viendo la respuesta de mi amiga, comenzamos a caminar hacia allí, no dimos muchos pasos, estabamos cerca. En el camino terminamos encontrándonos a Marcel y Tiago.

Mirando la puerta de la biblioteca, veo a todos corriendo. Miré a Annie sin entender nada. Veo a la profesora Zahir y a otros pidiéndonos que vayamos al fondo de la biblioteca, no lo pensé dos veces antes de tomar mi mochila y, junto con Annie ir. Sentándome, descanso mi cabeza sobre el hombro de Annie. Veo gente acurrucarse frente a mí y detrás de mí, miro a Annie preocupada.

—¿Qué está pasando?— pregunto.

—No sé—susurró y abrazó su mochila entre sus piernas.

Dirijo mi mirada a los estudiantes, el director también estaba allí, cerrando la puerta de la biblioteca y apagando la luz, todos estaban agachados en total silencio. Estoy empezando a asustarme, no sabía por qué esas personas se reunieron aquí en la esquina de la biblioteca. Busco a la profesora Zahir, pero no la veo.
Suspiro pensando en todo lo que podría estar pasando. ¿Mataron a alguien? ¿Es un ataque?

Cierro los ojos, haciendo una mueca mientras espero que alguien diga algo.Hasta que siento una mano en mi espalda, dando una breve caricia. Creo que la persona vio que estaba agitada, pero debido a la oscuridad no pude ver quién era.
Después de unos minutos, el director se levantó y nos dio su discurso.

—Perdonen por lo que pasó, fue solo una falsa alarma.

Escucho la conversación y me muerdo los labios, afortunadamente fue una falsa alarma. Viendo a la gente murmurar y levantarse dejando el lugar después de encender las luces, sigo sentada mirando el lugar, no me he movido hasta entonces. Mi mirada se detiene en Zulema, quien está frente mío, era ella quien estaba detrás de mí.

—Buenos días, Helena— la forma en que mi nombre sale de sus labios es música para mí. Zahir se levantó y comenzó a salir de allí, pero antes de salir por la puerta me miró directamente, dejándome sola en esa habitación enorme.

Ella, hace unos minutos, me tocó la espalda, me tocó tan suavemente y yo me pregunto el por qué de esa breve caricia.

Comencé a caminar afuera e ir a mi salón, tengo clase de historia. Antes de salir completamente, suspiré y se me escapó una sonrisa.
En el camino encuentro a Annie y Marcel hablando, pero sigo mi camino.
En estos días Annie estaba rara.

—Hola, Helena— era Tiago, le dije un buenos días, y me dirigí a mi lugar. Últimamente trataba de acercarse. Me hacia sentir incómoda. La clase pasó muy lento, y cuando por fin sonó me sentí aliviada.

Estaba empacando mis cosas, la clase ya ha terminado y estoy esperando a Annie. Miro afuera del salón apoyada contra la pared viendo pasar a la gente.
Algunos se detuvieron para hablar,otros, como la señora Zahir con solo su mochila negra en la espalda, abandonaron la escuela rápidamente. Pronto veo a Annie parada a mi lado, diciéndonos que nos vayamos.

—Annie, ¿Qué tal si te quedas a dormir en mi casa un día antes de que vayamos al campamento?— le di una sonrisa enganchando mi brazo con el de ella, ella solo asintió.

—¡Claro! ¡Y no olvides comprar muchos dulces!—me recordó Annie.

—Oh, lo olvidé, ¡muchos dulces!— nos dirigimos a la salida y al cruzar el estacionamiento, termino notando a la profesora Zahir dentro de un automóvil, que era similar al suyo. En el asiento del conductor había un hombre.

—Annie, te tengo una pregunta— la miré sonriendo, y ella puso los ojos en blanco como si supiera lo que le preguntaría.

—¿Cuál?—me reí—.Somos amigas, habla mujer—dijo mientras desaceleraba sus pasos.

—Tú y Marcel ...—susurré

—¿Yo y Marcel...?

—¿Sucedió algo? ¿O está sucediendo algo?—veo su sonrojo y la abrazo—. ¡Lo sabía!—Annie me empujó y sacudió la cabeza riendo.

—Esta empezando. Ayer intentó algo, pero no se atrevió—pude notar su sonrisa—.Pero mi mejor amiga está tan sola ¿Qué puedo hacer por ella?

—Tengo la mente confundida por cierta persona—digo en voz baja y puse mi cabeza sobre su hombro.

—Ya veo, es imposible. Pero aceptemos, ¿Quién no quiere algo con ella?

—¿Con ella?

—No te hagas, Helena. No apartas la mirada de esa mujer.

—No miro a nadie, hazme un favor y no te hagas equivocaciones— aparté mi mirada de ella, ¿Realmente era tan notorio? ¿Se puede percibir fácilmente en mi rostro?

—Mentirosa, es fácil de percibir en tu cara.

Ok, me han respondido.

—Solo la encuentro atractiva, pero no tiene sentido, desde el comienzo de mi año en esta escuela me han gustado los chicos, no me veo teniendo nada con chicas.

—Cambiaste tu gusto—dijo Annie, tal vez realmente cambié mi gusto. Pero no es que me guste la profesora Zahir, ni que solo esté teniendo un amor platónico. Yo solo ... Realmente no lo sé.

—Estoy confundida Annie, han pasado dos meses desde el comienzo de las clases y en estas últimas semanas siento que me esta observando,
ya te dije eso—dije mordiéndome los labios.

Al llegar al frente de mi casa, me detuve frente a ella y le puse las manos en el hombro.

—Espero descubrir lo que realmente siento.

Oh, my teacher. Where stories live. Discover now