Capítulo 18

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Día siguiente: 8:30 de la mañana.

Anoche, no me llevó mucho tiempo quedarme dormida mientras sostenía la mano de Zulema. Cuando desperté ya era de mañana y sentada a mi lado en la cama, estaba la señora Zahir leyendo un libro. Solté un breve suspiro y terminé pasando mis manos sobre mis ojos, me senté en la cama y me di cuenta que Zulema me había estado mirando todo este tiempo.

Respiré hondo, comencé a quitarme la sudadera que me había prestado Zulema, y luego me puse mi ropa. Poco después, dejé la cama y fui hacia ella, que estaba frente al espejo arreglando su cabello. Todavía teníamos que preparar todo lo necesario para el viaje. Me acerqué a la mujer y puse
mis manos en los bolsillos de mi falda.

—¿Me podrías dar tu número de celular?
Podemos seguir hablando por mensajes ...

Zulema estuvo de acuerdo y me entregó su teléfono celular. Luego fuimos al primer piso de su casa, y tan pronto como Teo nos vio, vino corriendo hacia mí.

—Buenos días, Teo.— le di varios besos en la mejilla, el chico me preguntó si me iba a ir y tan pronto como respondí positivamente, hizo un puchero y agarró mi pierna derecha.

—¡Quédate con nosotros aquí, Lena , por favor!.—imploró y en eso Zulema lo tomó en su regazo susurrándole un "shh".

— Ella tiene que irse, dile adiós.— dijo la mujer, y tomó mi muñeca, llevándome frenéticamente al garaje mientras cargaba a el pequeño en sus brazos, cuando llegamos allí, Zulema lo bajó.

—Adiós, cariño.— dije, yo no quería irme, era temprano y me encantaría poder dormir más tiempo con Zulema. Subimos al auto y salimos del garaje, su casa parecía un castillo, era realmente hermosa.

— Parece que a Teo le has agradado.— dijo mientras  giraba el volante hacia el lado izquierdo, y después aceleraba nuevamente.
—Él generalmente no actúa así con extraños.

—Lo había visto una vez en la escuela con una señora mayor... terminamos jugando un poco.—digo bajando la cabeza y cerrando los ojos.

—Hay tantas cosas que quiero hacer con usted, señorita...

Siento un escalofrío en mi columna vertebral al mirarla, lo que me hizo tragar en seco y  levantar mi teléfono celular que estaba sobre mi pierna.

—Er ... llegamos, hasta luego.
Estuvo bien, el viaje sucederá este fin de semana.
.
..
...

Me sorprendió que la profesora Zahir se ofreciera a acompañarme en el viaje. Simplemente no sé cómo reaccionaré al tenerla bajo mi mando, de hecho, esto ha estado sucediendo durante algún tiempo. Como es mayor de edad, me cuidaría y me guiaría.
Parece que cada vez nos adentramos a cosas de este tipo y, de una manera u otra esto termina por dominarme.

No estoy segura de cómo podría pagarlo, no de la forma en que ella lo quiere. Ahora también me da miedo saber lo que realmente siento, por mucho que parezca que recibo lo mismo, necesito más certeza para saber si realmente me gusta, es bastante claro, pero tal vez mi cabeza no quiere aceptar la verdad.

El día después de que dormí en su casa, recibí un mensaje suyo en mi celular y eso de inmediato me trajo una buena sensación, me hizo sentir plenamente feliz. Ella había enviado un enlace de una canción, una gran canción clásica y luego, con tal formalidad, dijo que era la profesora Zahir, esta mujer me encanta. Zulema me ha proporcionado toda la información necesaria, me explicó todo correctamente para que no olvidara nada durante el viaje y después de esto se despidió en un tono de voz tranquilo y sereno, todo esto en una nota de voz.

Oh, my teacher. Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ