Elliot siempre ha sido fan de las series, películas, la música y en especial de todo lo que tenga que ver con el romance; en varias oportunidades ha mirado su televisión preguntándose ¿Como se siente realmente el amor? Ya que él a sus 17 años, nunca...
Un matrimonio muy unido y perfecto en apariencias, ambos vestidos con ropa excesivamente formal y el cabello peinado a la perfección, dejaron a su único hijo por primera vez a las puertas del jardín infantil. Con solo cinco años, Pietro caminó poseyendo mucho miedo en su corazón, no se había apartado jamás de sus Padres, un vacío rodeaba todo su entorno. Entrando al salón en compañía de una muy alta mujer, con delantal verde y una sonrisa en su rostro, le ayudó a tener confianza y le pidió que se divirtiera e hiciera amigos, todo mientras sus demás compañeros estaban por llegar, habían muchos niños y niñas en aquel salón, corriendo de un lado a otro, juntos como si se conocieran de toda la vida, pero Pietro no conocía a nadie.
El chico tomó asiento en una mesa muy larga, a dos asientos de distancia había un pelinegro de la misma edad, jugando con unas figuras de colores que trataba de armar, pero estas no calzaban bien, faltaba una color verde, Pietro la vio tirada en el suelo.
—¿Buscas esta? —dijo con una sonrisa nerviosa
—Si —la tomó —gracias.
—¿Cómo... cómo te llamas? Soy Pietro.
—Niccolo, aunque mi hermano me dice Nicco.
—Me gusta Nicco también, ¿Te puedo decir de esa forma?
—Sip —Pietro tomó asiento en la silla al costado del chico, ambos comenzaron a armar la figura hasta darse cuenta que era un dinosaurio color arcoíris —Eres muy bonito —susurró Niccolo.
—Mi Mamá siempre me lo dice —rió —Tú también, ¿No quieres ser mi amigo?
—Claro, no tengo amigos en ninguna parte.
—Tampoco yo, seamos mejores amigos ¿Vale?
—¡Sip! —Niccolo le tendió la mano al chico, Pietro se la estrechó y ese fue el comienzo de toda la locura. En la actualidad ninguno de ellos dos recuerda aquel momento, por suerte, ya que Niccolo moriría de vergüenza al saber que le dijo a su mejor amigo que era bonito.
Aunque... de todos modos se lo diría en algún momento otra vez, su historia estaba recién comenzando.
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