D i e c i o c h o

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Pov Fumiko

—¿A dónde lo llevarán? —dije
—Eso no te incumbe, cumpliste tu misión ¿No? Vete ahora.—respondió Akutagawa

Atsushi estaba muy herido y en un contenedor, lo venderían y yo no podía hacer nada, literalmente no podía.

Nunca quise hacerlo pero algo me controla desde el día en que hablé con Mori, no se qué diablos me pasa, no puedo andar a mi gusto y es como si estuviera bloqueada del exterior, ni siquiera puedo usar mi habilidad. Él mencionó un nombre ¿Yukiko-san?

¿Quién es Yukiko-san?

—¿Me llamaste?

Esa voz otra vez, la mujer que he visto muchas veces, ella.

—¿Quién eres? ¿Qué tienes que ver conmigo?

Una risa macabra me hizo estremecer

—Muchas cosas, yo te hago miserable, conmigo jamás podrás ser feliz y espero que así sea hasta tu muerte.
—¿Por qué? No te conozco ¿Acaso eres familiar de alguien que asesiné?
—Se podría decir que técnicamente si, no tengo intenciones de matarte pero si de hacerte sufrir.

No había manera de que yo pudiera vencerla, ella era demasiado fuerte y no tenía escapatoria.

Pov Dazai

Fumiko corría peligro, si Mori había hablado con ella era por algo y es más que seguro que fuera para liberar a Yukiko. Eso pasó hace muchos años y más de 300 hombres de la Port Mafia murieron, Yukiko-san es una sanguinaria asesina que habita en el cuerpo de Fumiko por una maldición, ella utilizó el poder mental de Fumiko hasta el máximo límite que hemos podido apreciar y eso casi la mata.

—Mori
—Dazai

Debía salvarla esta vez, yo había ocasionado todo eso antes. Si no hubiera sugerido eso ella no tendría ningún problema en tener una vida normal.

—Debo suponer que ya sabes que he soltado a Yukiko-san—habló Mori
—Y yo supongo que debes saber la manera de detenerla.
—Supones bien, jamás dejaría a un demonio suelto sin saber cómo atraparlo de nuevo, menos en mi preciada ciudad.
—¿Qué quieres de Fumiko?

Pov Fumiko

—Me divertí con el tigre, su mirada de decepción y de miedo, vaya enserio no paraba de decirte: ¿Fumiko, por qué?  Estabas dispuesta ha olvidar tu pasado por un niño tigre. Decepcionante como la mayoría de las cosas que haces.
—Acá no tengo poderes, solo te burlarás de mi hasta que muera?
—Buena idea, tú habilidad se reduce a la mitad de lo que conoces, jamás podrías vencerme. —sonrió y se acercó a mi— te tengo una sorpresa.

Pude ver la realidad, estaba en un almacén, seguro llegamos mientras teníamos esa conversación, mi cuerpo se adentró hasta llegar al centro donde pude ver a los miembros de la agencia de detectives colgados de sus muñecas en una barra de metal, Yosano-san, Kenji-kun, Juunichiro, Naomi, Rampo-san y también estaba Higuchi.

¿Qué es esto?

—Que empiece el juego.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Where stories live. Discover now