T r e i n t a y s i e t e

460 58 11
                                    


—Hayashi-san —dijo— gracias.

Hubo un silencio y luego una explosión, ella hizo lo que tenía que hacer, más bien, lo que quiso hacer. Se sacrificó por todos aquí, fue valiente y tomó su decisión. No había nada que pudiera hacer para evitarlo, si no la hubiera abandonado ahí ella no estaría en ese lugar para empezar, pero si no fuera así, Yokohama hubiera desaparecido.

"La muerte de uno por la vida de todos"

Parece que siempre alguien tiene que morir por el bien de otros, desde el anterior jefe de la Port Mafia para evitar más muertes innecesarias, la muerte de Oda-san para que Dazai se uniera a la agencia, la muerte de los niños para que me fuera de la Port Mafia y ahora la muerte de Kyouka para salvar a Yokohama.

—Kyouka-chan está bien—dijo Dazai— no te preocupes.
—¿Qué?
—Ahora es una miembro oficial de la agencia.
—Por sus sacrificio—¿cómo no lo pensé antes? — entiendo, es un alivio.

Hablando de muerte, Dazai siempre la busca y nunca la alcanza. Aunque últimamente no ha intentado suicidarse tan seguido como lo hacía cuando estaba en la Port Mafia, pero eso no significa que la idea se le haya borrado por completo, no encuentra algo valioso por lo que vivir y eso es una lástima.

—Fumiko-chan ¿Estás bien? —asentí— ¿Por qué me miras así?
—No sé de que hablas, Dazai-san.

Atsushi y Akutagawa habían logrado vencer a Guild, pero aún así Moby Dick cayó, gracias a lo que hizo Kyouka todo salió bien, pero está claro que alguien manípulo la nave y no era alguien de Guild.

—¿Esto aún no ha terminado, no?
—Apenas y comienza —dijo Dazai y yo hice una mueca de cansancio— vamos por ellos y luego volvamos a casa.

A casa...

Aunque haya dicho que me olvide de todo lo que dijo y yo lo haya aceptado no significa que pueda hacerlo, además, convivir con él en el trabajo ya es bastante esfuerzo así que debería empezar a buscar otro lugar. Aunque la renta es cara, pero puedo pagarlo, solo necesito una habitación pequeña y un baño, una cocina no me sirve porque no se cocinar así que supongo que costará más barato.

—Kyouka —dije al verla— es bueno que estes bien.
—Gracias nee-
—¿Ah? —su mirada se puso fría pero su cara estaba toda roja
—Fumiko-chan ahora tienes una hermanita.

¿Qué se supone que haga?

Ella estaba muy roja y avergonzada, se me acercó y tomó la manga de mi abrigo, soltó un pequeño "Gracias" y yo puse mi mano en su cabeza y revolví su cabello, como Chuuya hacía conmigo. Atsushi sonreía ante la ternura de Kyouka y por otro lado Akutagawa se desmayó después de cruzar palabras con Dazai, espero que le haya dicho algo bueno. Regresamos a la agencia para que Yosano-san trate las heridas de Atsushi y todos lo felicitaron.

—Hayashi —era Rampo— ¿estás enamorada de Dazai?
—¿A que viene eso, Rampo-san?
—Solo era una cortesía, sé que estás enamorada de él. —me sorprendí ante la forma tan segura de decirlo — Uhm... ¿no lo sabías?
—Te equivocas, yo no-
—Yo no me equivoco—sonrió— deberías decírselo.
—No es amor, solo es un gusto.

Se siente tan estúpido decir eso, tan mal. Estuve dudando sobre mis sentimientos todo este tiempo, primero ni entendía que me gustaba, luego lo acepté y ahora resulta que es ¿amor? Inclusive Rampo-san lo sabe, y yo sigo negándolo, no importa ya. Dazai no siente eso por mi, pensándolo bien ¿Cómo pude caer? A Dazai le gustan todas las mujeres que ve y el amor es algo más complejo, creo. Si sigo así mi cabeza explotará, eso de estar consciente de mis sentimientos y ser más expresiva es una molestia. En mis tiempos de la Port Mafia, mi sentimientos apenas se mostraban y siempre tenía una expresión apática, me he vuelto mas blanda.

—Maldición.
—Me debes una bolsa gigante de dulces —dijo Rampo comiendo unas papas
—¿Por?
—Te diste cuenta de algo gracias a mi ¿verdad? —negué aunque fuera cierto— lo sé, así que espero mis dulces.

¿Decírselo? No, eso no.
Debo enfocarme en buscar una habitación y mudarme con una buena excusa.

—Fumiko-chan ¿Que tanto hablabas con Rampo-san?
—No te incumbe —me sorprendí por la manera en que lo dije—me refiero a que no es de tu interés.
—Oh vamos dímelo
—No —él tomó mis mejillas y las estiró
—Dímelo Fumiko-chan, estoy muy curioso~

Es tan molesto.
Tomé sus muñecas y las apreté fuerte así que me soltó y se quejó de dolor de una forma dramática como siempre, ni lo había hecho taaan fuerte.

—Estoy muy cansada, Dazai-san, guarda tus juegos para otro momento... por favor.
—A pesar que me hablas con desdén sigues siendo respetuosa. —sonrió— Habitual de mi subordinada favorita, ya que soy tan amable te llevaré en mi espalda así descansas.
—No.

Me giré y empecé a caminar, Atsushi y Kyouka estaban unos pasos más atrás.

—Si quieres cargar a alguien carga a Atsushi o a Kyouka.
—¿Ha? No quiero cargar a Atsushi es muy pesado y Kyouka... que la cargue Atsushi.
—No necesito que me cargues. —dije y él se apoyó en mis hombros— tampoco te cargaré. Camina y deja de molestar... Dazai-san.
—Ah~ Fumiko-Chan eres mala conmigo y eso es algo lindo. Te lo dejaré pasar.

Lo miré con molestia y él sonrió.

—Si tanto me odias, deberíamos cambiar compañeros de habitación. —me sorprendí pero seguí caminando— Atsushi vendrá conmigo y tú irás con Kyouka.
—Como desees, Kunikida-San me mostrará unos lugares mañana de todas formas.

Él paró un momento y lo miré, sus ojos no se veían por el cabello, pero luego alzó el rostro y sonrió ampliamente.

—Ya veo, espero que encuentres un buen lugar.
—Lo encontraré.

Seguimos caminando uno al lado del otro pero se sentía como si estuviésemos en caminos diferentes, muy apartados y sin ninguna conexión. Si eso es lo que él quiere, pues así será.

Lo Que Nunca Pensé Tener  حيث تعيش القصص. اكتشف الآن