T r e i n t a y t r e s

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—Pero si es mi querida Fumiko-chan ¿me extrañaste?

No lo veía desde hace mucho, no ha cambiado tanto realmente, sigue teniendo esos ojos de demonio y la sonrisa de que lo sabe todo.

—En realidad no.

Digo y Mori hace un gesto de tristeza falsa, el presidente Fukuzawa empieza a hablar, obviamente Tanizaki estaba creando una ilusión con su habilidad para proteger al presidente, aunque dudo mucho que la necesite, Fukuzawa-san es bastante fuerte incluso podría vencer a Mori si él peleará de forma justa, pero eso no es posible.

—Fumiko-chan, Dazai-kun —habla después de que ni una de las dos organizaciones haya llegado a un acuerdo— la oferta para que regresen a la Port Mafia sigue en pie.
—Ni pensarlo —respondió Dazai— después de todo, tú me botaste.
—¿No te fuiste por qué quisiste? —preguntó Mori de modo inocente, era obvio que sabía la respuesta.
—Tenias miedo de que quisiera el puesto de jefe y te cortara la garganta como hiciste con el anterior jefe ¿verdad?

Aún puedo recordar ese día, Mori nos llevó a presenciar el asesinato del anterior jefe que solo daba órdenes absurdas. Después de todo, Mori salvó a la Port Mafia con eso y la posicionó nuevamente.

—¿Qué me dices tú Fumiko-chan? —habló nuevamente sin inmutarse por lo que Dazai dijo— sigues guardando los guantes que te regalé ¿verdad?
—Fue un buen regalo, Mori-san, eran bonitos y útiles en aquella época pero llega un punto en que ya no los puedes usar más.

El sonrió y se retiró con los demás.

Los guantes que me dio los sigo teniendo, no se porqué exactamente, pero nunca pensé en botarlos, supongo que aún me gusta aferrarme un poco al pasado. Recordar que hubo alguien que me eligió y que vio valor en mi vida, aún cuando haya sido solo un interés por mi habilidad.

—Aún los tienes ¿verdad? —preguntó Dazai al regresar al departamento
—Si —dije.
—¿Volverías a la Port Mafia?
—No.
—Fumiko-chan —lo miré— ¿Por qué te gusto?

Tan de repente.
Me había resignado a hablar del tema hasta que la estabilidad en Yokohama regresara, había bloqueado los impulsos para preguntar las verdaderas razones de su comportamiento, aún así él viene y me pregunta algo como eso sin titubear.
Cuando yo pregunté algo similar cambio de tema y escapó. A veces solo me dan ganas de golpearlo, pero debo manejar mis emociones o me veré desesperada y débil.

—Estoy algo cansada ahora, Dazai-san.—dije y él me miró un poco sorprendido para luego poner una sonrisa— Deberías descansar, algo me dice que mañana será un día duro.
—¿Eso crees?
—Buenas noches.
—¿No podrías dormir a mi lado hoy?

¿Es enserio?

Desde que tuvimos ese momento cursi y tonto de adolescentes pasaron muchas cosas no solo con lo de Guild y la Port Mafia pero también con sus evasivas y comportamiento distante. Supongo que debe sentirse algo... solitario.

—Lo siento, Dazai-san. No creo que sea buena idea —él hizo una mueca de entendimiento y aceptación aunque algo desolada— Buenas noches.
—Buenas noches, Fumiko-chan.

A pesar de que quisiera ayudar, soy yo la que termina siendo más confundida y no es momento para ello, mi mente debe estar despejada para lo que viene, Guild aún es una amenaza y no puedo darme el lujo de estar afligida por preguntas sin respuestas.

Aunque no lo creas, Dazai-san, lo hago por el bien de ambos.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Where stories live. Discover now