C i n c u e n t a

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Dazai

—Lo sentimos, no podemos hacer nada.

Su cuerpo está aún caliente pero ellos simplemente no pueden hacer nada, ni siquiera pudo llegar a verle la cara ese demonio. Le dije que sería peligroso y aún así antes de que si quiera me diera cuenta ella ya había firmado su sentencia y yo le tendí la pluma.

Lo miré, él estaba dentro de un camión especial para personas con poderes, sonriendo como si fuera el vencedor de este juego de ajedrez. Me acerqué después de tomar la mano de Fumiko que yacia en una camilla, ella estaba muerta pero yo no había perdido. ¿Verdad?

—Lamento su muerte pero el crimen tiene su castigo y ella era de todo menos inocente.
—No hables de ella.—sonrió — ¿crees que ganaste porque mataste a la persona que amaba?
—Tú reina murió y mi plan avanzará.

Reí, reí tanto que me dolía el estómago, todos me miraban pero me daba igual.

—¿Acaso crees que Fumiko-Chan es mi reina? —sus ojos sorprendidos me formaron una sonrisa— es la reina de mi corazón, si. Pero en este juego si te interesa de más alguien merma tu poder ¿verdad? Tal vez debería agradecerte el quitarme esa distracción. Ahora puedo concentrarme en destruirte. Adiós.

El cerró los ojos y sonrió.

—Nos vemos, llora tú perdida, tenía un gran poder pero eligió confiar en alguien en quien no debía.

El camión partió y me quedé ahí, hasta que la mano de un médico tocó mi hombro.

—Señor, lo siento pero ¿podría decirme el nombre de la fallecida y llenar estas formas en el hospital?
—Su nombre es... Fumiko Hayashi, es detective de la agencia armada, su poder era Horoki, tenía 20 años, le gustaban los perros y-
—¿Señor?
—¡Dazai!
—Kunikida-kun, la perdí.
—¿De qué hablas? ¿Dónde está Hayashi?

Miré a la ambulancia y vi que los demás venían corriendo, incluso Mori y Fukuzawa-san estaban ahí.

—Ella no... ¿Si es un plan dímelo ahora? —dijo Mori tomándome del cuello
—Jefe—dijo Kouyou— ella es parte de la Port Mafia, la llevaremos nosotros.
—No, ella es miembro de la agencia, si hubiera sido parte de la Port Mafia hubiera cortado mi cuello en el momento en el que tuvo oportunidad para hacerlo. Pensaba y actuaba como ellos... eres libre Fumiko-Chan.

Dicho eso, Mori y los demás se fueron. Los de la agencia lloraban y yo debía planear como vencer a Fyodor... lo aplastaré, lo juro.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Where stories live. Discover now