C u a r e n t a y o c h o

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—¿Trabajar juntos? —Mori asintió— ¿Quieres que trabaje con Dazai y Atsushi después de que los traicione?
—Solo digo que vayas como refuerzo de Akutagawa-kun.

Akutagawa y Atsushi trabajaron juntos antes, fue obra de Dazai. Esta vez también, no buscan matar a Mori, buscan salvarlos a ambos. Si es así esa es mi única manera de comunicarme con ellos sin... Akutagawa sería un gran problema, pero estará entretenido con Atsushi y mostrar su fuerza ante Dazai.

—Bien. Como desees.
—Pero no lo olvides, Fumiko-Chan. Ahora eres de la Port Mafia y esta alianza es temporal.
—Si.

Mis pasos son pesados, el ver a Dazai después de todo es un poco incómodo. Aparte acaba de ser herido y no es como si el poder Yosano-san funcionara en el. La mayoría en la agencia debe odiarme por traicionarlos y con razón pero no, mi corazón aún tiene rastros negros, esas manchas están ahí y no se irán. Jamás.

—Fumiko-san —Atsushi me mira— todo esto...
—Jinko ¿Dónde está Dazai-san?
—Akutagawa... pensé que querrías matarla pero pareces tranquilo a su lado.
—¿Por? Si tienes ganas de matarla hazlo, Jinko. No te juzgo, es una traidora sin bando solo va a lo que le conviene, destrozala con tus garras.
—¡Fumiko-san, jamás te haría eso!—mis ojos se abrieron un poco más de lo habitual— se que eres buena.

Atsushi tiene una idea distorsionada de lo que es bueno y malo, pero es algo tierno.

—Fumiko—la voz me eriza la piel— hasta cambiaste de semblante.
—¿Estás bi- bien seguro sobre este plan?
—Si ellos hacen bien su trabajo el nuestro no será problema.
—Entiendo.
—Vuelves a lucir como la mejor asesina de la Port Mafia, me haces volver a ese tiempo. Ahh~ —sonrió— es cierto que mi plan para evitar que regresaras a la Port Mafia falló, no conté a esa rata molesta.

¿Rata? ¿Habla de Chuuya?

Ah... habla de el usuario de habilidad por el que As se suicido, Kouyou me lo contó. Se llevó algo pero no saben qué, debe ser información valiosa para la mafia, después de todo As solo era un maldito engreído que ganó su posición por su dinero.

—Está bien, Dazai-san... nos viene bien el alejarnos.
—¿Por? —se hacía el tonto o solo lo quería negar— ¿Te cansaste de mi Fumiko-Chan?
—Es fácil cansarse de ti pero no alejarse de ti.—dije— ya que estamos en una situación peligrosa y con un oponente muy inteligente te lo diré.
—Dímelo cuando terminemos.

Alce la ceja y cruce los brazos, acababa de rechazar mi confesión de nuevo.

Mi puño sentía muchas ganas de estrellarse contra su cara pero aún parecía convaleciente así que me ahorré las ganas.

—¿Por?
—Fumiko, esto es peligroso. Lo que te pido que hagas es... el jefe de las ratas tiene un poder extraño pero el tuyo puede ver sus miedos si tan solo lo miras pero es exponerte a-
—¿Morir? —asintió— ¿Qué es lo que quiere a parte de la vida de Fukuzawa-san y Mori?
—El libro, sus planes no me son del todo claros pero involucran a Yokohama.
—Está bien, lo haré. —no sonrió parecía como si quisiera que me hubiera negado— dije que lo haré.
—A veces preferiría que me pidieras huir contigo.
—¿Qué?

Se paró y fue a donde Atsushi y Akutagawa, estábamos en un camión. Pero antes tocó mi hombro y dijo en voz baja.

—El plan para evitarlo falló, pero el plan para sacarte aún no.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Where stories live. Discover now