Lo Que Nunca Pensé Tener

S i e t e

—¿Extrañarás este lugar?

Miro por la ventana del auto en el que estábamos yendo y siento algo de nostalgia, en especial por dejar esa casa. Puedo decir que esa señora fue la única que me ayudó aún sabiendo lo que era y lo que había hecho.

—Un poco.

Durante el viaje Dazai-san me contó todas las formas en las que había intentado quitarse la vida pero que —obviamente — no habían funcionado, en un momento dado deje de prestarle atención pues no me sentía muy bien, hace unas horas había matado a alguien, ya sea en defensa propia era algo que había prometido no volver a hacer. Por una razón extraña la herida esa de hace años me estaba ardiendo, eso no pasaba desde hace mucho.

—¿En que tanto piensas?—preguntó
—Dazai-san, ¿Extrañas asesinar?
—Vaya pregunta... ¿Tú que crees?
—Respondes con otra pregunta, pues no creo nada ya que para eso pregunto.
—¿Y tú? Creo que esa pregunta no fue para mí.
—Yo...

Obvio no.

Para nada.

¿Por qué extrañaría quitarle la vida a alguien?

No lo hago.

¿Verdad?

—Fumiko-chan, es normal.
—¿Qué?— lo miré confundida
—Hace varios años no usas tus habilidades, no asesinas a alguien, pero acabas de volver a hacerlo hace unas horas, obviamente sentiste algo y no te culpo, desde niña fuiste criada para eso, ser la mejor asesina. Un arma letal, creada para dar muerte y eliminar gente a sangre fría.
—Eso es lo que soy, aunque trate de no serlo. Yo soy una asesina.

Era un monstruo, había sido criada para eso, para lo que dijo Dazai-san, no hay otra razón. Siempre seré solo un arma.

De pronto las risitas de Dazai-san me desconcertaron, se que el está algo loco pero este momento no daba risa aunque pensándolo bien puede que para el sea gracioso.

—Fumiko-chan, eres tan inteligente pero tan tonta, la mejor asesina pero la más inocente.
—¿A que te refieres?
—¿Aún  no entiendes que es lo que te hace diferente a un monstruo? —moví la cabeza confundida— Podías seguir tu vida matando a quien se te pidiera, sin problemas. Pero ya no aguantabas, tenías compasión, tenías remordimiento, sentías dolor por el dolor de los demás y el golpe final fue la muerte de los niños de Odasaku. ¿Verdad?

Claro que no lo había olvidado, cada día lo recordaba pero nunca pensé que eso me haría no ser un monstruo. Nunca lo había pensado así, Dazai-san tiene razón, soy una tonta.

—No eres un monstruo, Fumiko.

Pov Dazai

Iba manejando pero pude ver la pequeña sonrisa en el rostro frío de Fumiko, su sonrisa era algo muy raro de ver pues ella nunca mostraba alegría, a parte de que no la veía hace mucho.

—Es un alivio. —dijo sonriendo.

Esa sonrisa, será de ayuda.

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No se si alguien sigue leyendo esto pero si es así pues gracias, sé que no actualizo seguido y lo siento, el tiempo no me da, pero ahora actualizaré dos capítulos más tal vez, sé que esto es corto pero es un adelantito. Bueno espero que les guste y sigan leyendo.