C u a r e n t a y s i e t e

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—Lo siento, jefe.

Dazai

—¿Dónde está Fumiko-Chan? —pregunté
—Dazai-san —dijo Atsushi apenado— la Port Mafia cobró el favor y la pidieron... ¡Debemos ayudarla!
—Admiro tu entusiasmo Atsushi-kun, pero ella tomó una decisión.
—¿De qué habla? Fumiko-san no haría eso, no volvería a la Port Mafia por propia voluntad.
—La conozco más años que tú ¿Alguna vez te conté lo que la hizo ganarse el puesto de ejecutiva tan joven?
—Ella dijo que no era-
— No lo aceptó, pero Mori la nominó.

Atsushi parece tenso, no quiere creer qué hay gente mala o qué hay gente que no es puro blanco o negro, Fumiko y yo estamos en el ares gris, al menos eso creo. Nuestras intenciones son diferentes tal vez, actuamos a nuestra manera y para nuestro beneficio, pero en la agencia nuestras habilidades fueron usadas para el "bien" eso nos da el perdón, al menos para ella. Lo ha buscado tanto que fue por eso que le pedí a Chuuya ese favor, si él la ayudaba a huir yo le debería un favor y obviamente no se negaría, aunque para él también ella sea importante.

Para Atsushi y Kyouka, Fumiko es una persona trágica que de alguna manera se convirtió en héroe, pero no conocen todas las cosas horribles que hizo, es casi una hipocresía decirlo así ya que hice cosas así y peores. Todo sea por el bien de la agencia, sino Atsushi y los demás dudarán en pelear contra ella.

—Fumiko-Chan es importantes para mi pero está en el otro bando ahora y eso significa que hará de todo para que ese bando sobreviva, no importa por encima de quien tenga que pasar.
—Eso no puede ser, Dazai-san
—Atsushi deja de ser tan iluso. Fumiko pasó un año entero trabajando de doble agente para deshacer una organización que estaba dando problemas a la Port Mafia, al final la desarmó y mató a todos—puedo ver sus ojos horrorizados— incluido su equipo, seis personas a las que llamaba amigos. Todo eso cuando tenía 14.

Atsushi no lo puede creer, no. Lo cree pero no quiere hacerlo, quiere negarlo y pensar que eso sería imposible pero no es cierto, no era imposible y el lo sabía.

—El presidente está protegido pero para salvarlo Mori debe morir y es obvio que los más fuertes lo protegerán. Chuuya está fuera del juego pero Fumiko y Akutagawa estarán ahí. No dudes si debes pelear contra ella.
—Pero-
—A menos que...
—¿Qué?
—Llama a Rampo-San.

Fumiko peleará con todo solo para salvar a los que le importan, así que haremos lo mismo.

Fumiko

La cuchilla presionaba su cuello y entonces recordé todo el pasado.

—No puedo—dije soltando esa cuchilla— lo lamento, aún no se han agotado todas las opciones hay una manera más de terminar esto. Pero ¿Cuál?
—Mi querida Fumiko-Chan —Mori despertó y me miró— una parte de mi deseaba que me mataras, así me darías la razón, pero has cambiado. Si siguieras siendo la misma hace mucho habrías asesinado a todos solo para llegar a mi y asesinarme. Ahora piensas como ellos.
—¿Estabas despierto? ¿Por qué?

El intento levantarse y lo ayudé, Lucía tan débil sin embargo no había ni una pizca de miedo en su rostro, parecía no dudar de mi ni pensar que lo intentara matar nuevamente.

—Fukuzawa-dono y yo tenemos asuntos que arreglar, así que iré. Puedes acompañarme, necesito salir de aquí sin ser visto.
—Entiendo pero...
—Sin peros, solo obedece.

Órdenes de nuevo.

Lo ayudé, de todas formas no me quedaba de otra. Ahora trabajaba para él pero debía cuidar mis decisiones, no por mi sino por los que podrían salir afectados por ellas.

—Creerán que te secuestre
—Pues eso lo hace más divertido ¿no? —dijo Mori— podrías haber terminado todo esto hace un rato ¿Por qué no?
—No lo sé.
—No te fue tan difícil antes.
—Te dejare caer si sigues hablando, jefe.
—Entiendo, entiendo.

Es cierto, a mi no se me hace difícil matar pero no soy idiota, no puedo matarlo y fingir demencia sin que eso afecte a la agencia.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Where stories live. Discover now