C u a r e n t a y n u e v e

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—¿Estaremos todo el rato acá?
—No estaremos solos Fumiko-Chan, lamentablemente.
—¿Desean el especial de parejas? —dice el mozo
—No somos pareja, gracias. —digo
—Podríamos haberlo sido —dijo Dazai sonriendo sin mirarme— estabas ebria y me lo dijiste, que te ayude a olvidarme te dije que lo haría pero es muy difícil ¿Sabes?
—Dijiste que hablaríamos después de que-
—No tenemos mucho tiempo.

¿Por qué?
Ah... debe ser eso. El jefe de las ratas y el plan para descifrar su habilidad me ponen en peligro pero siempre lo he estado, por qué Dazai diría eso ahora. No lo sé pero ¿acaso trata de decirme que el siente algo por mi? No. No Fumiko no te hagas ilusiones, Dazai habla muchas estupideces, además, el es de la agencia y yo ahora soy de la Port Mafia.

(...)

Esto es muy incómodo, fui llevada a otra mesa mientras Dazai y Francis se quedaron en otra, ni me ha contado quien es el jefe de las ratas y al parecer solo puedo pretender ser una comensal del local como si fuera algo de lo más normal, al menos hay buena música. La buena música como la clásica siempre me calma y relaja, me hace sonreír sin parecer que quiero vomitar.

—¿Le gusta la música madame? —el mozo me trae un postre
—La música clásica es hermosa pero no pedí esto.
—El caballero de las vendas se lo manda.—¿Dazai?— ¿Desea que se lo regrese?
—No gracias, esta bien...

Termine el postre en cuestión de minutos, estaba delicioso. En cuestión de segundos un grupo de policías aparecieron en el lugar apuntando a alguien, no lo veía pero Dazai estaba sonriendo, todo el tiempo ese fue el plan. Solo tenía que verlo a los ojos, estar lo suficientemente cerca para escucharlo.

Uno de los policías lo toca y muere desangrándose al instante.

—Tranquilos, iré con ustedes. —dice él tan calmado— ¿No crees que deberías fijarte en cómo está tu adorada Fumiko-Chan?
—Yo es-

Sangre empieza a salir por mi boca y nariz, empiezo a ahogarme, el tipo se va y hasta ahí no pude verle la cara. Dazai corre así a mi y grita pero no lo oigo. Solo puedo divisar al mozo que me atendió con una pequeña sonrisa y su gafete "Tolstói"

Me ahogo cada vez más y es desesperante.

Aún no he dicho todo, aún no puedo morir. No así.

No así.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Where stories live. Discover now