Lo Que Nunca Pensé Tener

C i n c u e n t a y o c h o

—Y nos volvemos a ver mi querida Fumiko-Chan.

Mori.

—Entiendo que estes ansiosa por ver a los de la agencia pero si quiera ten la decencia de agradecerme esta buena acción.
—Si lo hicieras sin pedir algo me sorprenderías.—dije
—Me sorprendería a mi mismo si no aprovechara esta oportunidad.
—Dos es mucho
—Es nada con el hecho de ayudar a los terroristas más buscados.

No tenía nada que decir en contra de esa declaración, éramos los más buscados pero por alguna razón aún tenía fe en que nos saldríamos con la nuestra. Dazai debe tener un plan y el hecho de que Mori nos ayude significa algo bueno, el no apuesta por un bando que ya lo ha perdido todo y no tiene opción de remontar.

—¿A quienes elegirás? —dije
—¿Por? ¿Quieres unirte nuevamente?
—Jefe hay un mensaje para los de la agencia, al parecer hicieron un trato con el antiguo jefe de Guild. —habló Chuuya

Ese era el plan de Atsushi, usar el ojo de Dios para encontrar al tal Mushitaro del que Rampo-San habló, según Chuuya necesitaban a Yosano-San para sanar a una integrante de Guild y así Francis nos ayudaría o quizá fuera una trampa...

—El Niño tigre confía mucho en ese tipo.
—Atsushi sabe lo que hace —eso espero — si es verdad todo estará bien.
—Pasaste de ser buscada por unos crímenes a terrorista internacional —dijo Chuuya— Dazai te trae suerte.
—Sabes que solo tengo unos días para vencer a Dostoyevsky ¿verdad? —Chuuya asintió esta vez más serio— pero en este momento lo más importante para mí es salvar a la agencia y no afectar a la port mafia. No importa si por eso yo mue-
—Cállate —dijo— ayudaré.

Dicho esto se fue por el pasillo oscuro que se me hacía conocido en los túneles de la port mafia. Chuuya era alguien confiable, sabía que él ayudaría en esto ya sea por mi o porque el jefe se lo ordenara, aunque el es fuerte Dostoyevsky es peligroso y si le hace algo a Chuuya jamás me lo perdonaré. El fue el que me ayudo a salir de la port mafia arriesgando su vida, le debo la mía.

—Fumiko
—Yosano-San, Kenji, Tanizaki, me alegra que estén bien.
—Lo mismo digo—dijo Tanizaki—¿Cómo están Atsushi y Kyouka?
—Bien, deben estar en camino, hicieron un trato con Francis, el ex jefe de Guild.

(...)

—Gin, Hirotsu-san —dije—¿nos escoltarán?
—Si, Hayashi-san —dijo Hirotsu— Tachihara estate atento, si no es una carta limpia del ex jefe de Guild actuaran las fuerzas militares.
—Lo sé viejo.

La Port Mafia se estaba arriesgando mucho para cumplir su parte del trato y a todo esto Dazai mantenía comunicación de alguna forma con el exterior al igual que lo debía hacer Fyodor, no me quiso decir, de hecho no me dijo nada.

—¡Es una trampa!

Alguien con habilidad para manejar objetos hirió a Hirotsu-san pero el nos ordenó correr. Nos separamos y terminé sola. Salí por el alcantarillado de un túnel, espero los demás estén bien.

—¡Fumiko-san! —gritó Atsushi

(...)

Con el ojo de Dios de Fitzgerald obtuvimos la ubicación del tal Mushitaro, estaba en un lugar difícil de penetrar pero aún más difícil de salir, con la ayuda de Yasha Shirayuki logramos entrar hasta la celda pero el tipo no era muy confiada y menos cooperativo, quería quedarse en el lugar y más cuando vio a las fuerzas especiales y a Ango entrar al lugar.

—El trabaja para esa organización, si me descubre...
—Ango no...—el trabajo como triple agente antes claro que podría hacerlo— nada.

Las opciones se acababan ya no podíamos seguir escapando. Bien, probablemente esto me convierta en una terrorista de verdad pero Atsushi y Kyouka podrán irse y con la ayuda Mushitaro encontrarán lo que salvará a la agencia.

—Vayan, yo los distraeré.
—Fumiko-san es muy peligroso, además si utilizas tus poderes-
—Lo sé, pero yo he hecho peores cosas. Vayan ustedes y salven a la agencia. —me miraron sin moverse— Ahora.

Kyouka jaló a Atsushi y corrieron.

Ango siempre se sintió en deuda con Dazai ¿Por qué hacer esto? ¿Si es solo una fachada? Algo no cuadra si me muestro a él tal vez... no volveré a matar a nadie inocente.

—Hayashi
—Ango
—¡Hayashi Fumiko, usuario de habilidad altamente mortal! —se oyó a lo lejos
—Ango yo —el saco su arma y disparó

(...)

—Solo duerme, lo explicaré luego.