C u a r e n t a

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—Eres muy eficiente Fumi-chan—dijo Yosano dándome palmaditas en la espalda— te mereces un trago.
—Ah, está bien con el cumplido. —dije tratando de huir pero Yosano me abrazó del cuello y empezó a jalarme
—Suerte —dijo Kunikida en voz baja.

Me resigné a mi destino, nadie resistía cuando Yosano-san bebía. Había logrado escapar antes pero supongo que no era mi día, me la había pasado todo el día buscando ofertas en todos los encargos para así salvar algo de dinero de la agencia y hablar con Higuchi fue algo estresante y revelador a la vez, así que realmente estaba cansada, debe ser la edad.

Una copa, otra copa, la botella estaba vacía pero los ánimos de Yosano no se acababan y abrió otra. No es que me emborrache rápido pero no me gusta el sabor, así que hacer todo esto es bastante tortura para mi. Yosano-san reía contándome la primeras veces que curó a los de la agencia y sus reacciones —obviamente todas acaban en gritos desgarradores— me arme de valor para disculparme e ir al baño. Por alguna razón Yosano tenía esa vibra mandona y sádica, si estuviera en la Port Mafia...

Yosano-san, Dazai-san y yo, conocimos a Mori y ahora estamos en la agencia bajo las órdenes del presidente Fukuzawa. Si fuera Mori estaría dolida, se me van todos, pero al menos se queda el enano y Akutagawa, Kouyou también y Hirotsu-san.

—¡Gin! —grité— tal vez ya me está afectando el alcohol.
—Pues si, debería llevarte a casa ya. —era Dazai sonriendo como siempre— le dire a Yosano-san que tu estómago está mal y necesitas descansar.
—Tal vez me quiera curar extirpándome el estómago, no seas tonto. —dije caminando de vuelta a donde Yosano, pero me iba tambaleando en el camino y podía escuchar las risitas de Dazai—Ya vete.
—Me quedaré hasta que termines, no puedes volver así a casa.
—Deja de fingir preocupación, Dazai.
—¿Uhm? No finjo. —me resbalé y el me atrapó— De verdad, me preocupas.

Sus ojos, son tan... maldición.

Su rostro está muy cerca al mío, no puedo evitar mirar sus labios y pensar en besarlo, un poco más y estaré peligrosamente cerca de ellos. Dazai ni siquiera se mueve o se aleja, le gusta jugar con mis sentimientos, es como cuando nos conocimos. Maldito sabelotodo, burlándose de mi por seguir órdenes, luego dándome órdenes por escalar rápido y porque rechacé subir de puesto. Teniendo que ir hasta ese trailer abandonado y lejano solo para asegurarme de que siguiera respirando porque todos estaban aterrados de presentarse ante él. Estúpido maníaco ¿En qué momento empecé a importarte si es que lo que dices es verdad? ¿En que momento me empezaste a importar? Ni siquiera me agradabas, siempre entrometiéndote en donde no te correspondía, incluso te golpeé algunas veces por lo mucho que me irritabas.

—Deja de decir eso, solo haces que me duela más.
—Lo siento.
—No lo sientes —dije— Si vas a decirme que me olvide de todo entonces al menos hazlo fácil para mi, yo soy la que se quedó en el aire con las ideas que planteaste.
—Fumi- —agarre su cara con ambas manos y el se sorprendió
—Me gustas, Dazai. Pero te olvidaré, ayúdame y deja de confundirme.

Mis ojos se sentían tan pesados, era tan pesados como mi corazón en este momento, lo dije y ya, solo quería obligarme a superarlo. He superado peores cosas que un rechazo sentimental, aunque este es el primero, lo superaré como la vez que me rompí la pierna y el brazo, como la vez que me torturaron durante cinco días. Todos esos dolores, las lágrimas que derrame en ese entonces, se supone que esto no sería nada peor que eso.

Pero lo es, no puedo llorar ahora y eso solo lo hace peor, Dazai tiene tantos puntos malos y aún así es en lo único que puedo pensar últimamente. Yo también tengo tantos puntos malos supongo que no es algo equilibrado pensar en nosotros como pareja, él necesita de alguien que lo cuide y de alguna manera parece que él termina cuidándome a mi.

No estoy lista pero nunca lo he estado así que todo está bien.

Dazai

Se quedó dormida después de decirme eso, se veía muy tranquila e inocente. La cargué y empecé a caminar a casa, me sentía feliz y triste a la vez, vaya mezcla de sentimientos, rara vez sucede esto, por lo general no es algo que pase genuinamente, pero ella sabe causar esas cosas en mi. Desde que la conocí causó una impresión en mi, ella no tenía razón para vivir, no tenía a nadie más que a Mori y una organización criminal era lo más cerca a una "familia" que tenía. Ella no tenía ni un interés ni voluntad propia, me parecía interesante y aburrida a la vez, sus expresiones eran limitadas y solo hacía lo que le ordenaban sin chistar o demostrar desagrado. ¿Por qué rayos sigue viviendo? ¿Qué razón hay? Yo no tenía una para vivir en ese entonces pero no quería sufrir, Mori me prometió ayudarme a morir sin sufrir. Me pregunté si las órdenes eran la razón de su existencia, si era así entonces quería averiguarlo, solo había una forma y la presioné, la puse en una situación para averiguarlo. Soy tan egoísta desde que la conocí, desde ese momento me intrigó lo vacía que parecía y se volvió en mi interés, ella era una razón para quedarme en la Port Mafia, no me importo si con eso le hacía daño.

Fui egoísta y la llevé al extremo. Después de eso, me sentí culpable, era la primera vez que sentía eso y entonces se lo pregunté.

¿Por qué quieres vivir?

Ella me miró como si la pregunta no le sorprendiera y me respondió de manera tranquila:

Porque si muero no volveré a comer, no volvería sentir. Amo el ramen picante después de una misión, ese es mi momento favorito del día, solo disfrutar una comida en tranquilidad.

Era una respuesta tonta, no comprendí al principio pero por primera vez vi que sonrió un poco. Entonces tuvo sentido, ella había encontrado una razón, por más extraña que fuera, ella la tenía y era suficiente para no querer morir.

Sin embargo, las secuelas de lo que yo había hecho se hacían presentes y ella no sabía el origen de eso, me sentía culpable y empecé a tratar de darle razones para seguir adelante. Ahora me doy cuenta que era solo una excusa, lo hacía por mi, ella era mi razón. Hasta que Odasaku murió, por él decidí pasarme al lado que ayudaba a la gente y a la persona que más quería ayudar era a ella. No es culpa, es porque es importante para mi y por eso no puedo ponerla en peligro nuevamente, si soy egoísta, al querer atacarme a mi, irán por ella.

No permitiré que ella vuelva a sufrir por mi, aún si tengo que alejarme de ella.

Me gustas, Fumiko, pero te ayudaré a olvidarme.

✨✨✨✨

Omg ya es el capítulo cuarenta 🤡
Gracias por los comentarios que me animan a escribir, gracias por leer todos estos capítulos y darse el tiempo de comentar y votar.

Lo Que Nunca Pensé Tener  Where stories live. Discover now