Capítulo 38: regalo sorpresa

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Un año después...
CAMERON

Llegué tarde a casa después de hacer surf. Los deberes consumían todo mi tiempo por la tarde y el único momento que tenía para ir a la playa era después de cenar. Cogí el móvil del escritorio cuando pitó. La verdad es que todos vivíamos un poquito más pegados a ellos desde que la nieta de Kimberly se fue.

Sophie:
Hey Cameron!
Soy Sophie. Te escribo porque la semana que viene Leah tiene una actuación súper chula y como dentro de poco es su cumpleaños he pensado en que podríais venir a Londres y sorprenderla. Avísame con cualquier cosa, te mando la dirección donde será el evento.
Un saludo!

Me quedé mirando el móvil fácilmente unos cinco minutos. Lo último que me esperaba era que Soph me hablara por Instagram para contarme sus planes. Unos planes en los que moría por participar. El corazón se me aceleró irremediable al pensar que volvería a ver a Leah otra vez. Sí, yo iría a Londres como fuera.

Llamé a los chicos para contarles la sorpresa. A todos les pareció muy buena idea y sonaban entusiasmados por viajar a Inglaterra. Convencer a nuestros padres no fue tan fácil. Un viaje tan repentino no les hizo gracia, pero ya teníamos dieciocho años y tampoco podían decirnos nada. Les parecía un detalle bonito.

Sophie vino a buscarnos al aeropuerto después de veintidós horas de vuelo. ¿Cómo había sobrevivido Leah a eso ella sola? Yo tenía a Evans contándome chistes y a Hannah como almohada. Dejamos las maletas en el hotel y nos vestimos para la ocasión. La hora se acercaba cada vez más y yo sentía que se me iba a salir el corazón del pecho. Leah y yo hablábamos con frecuencia, pero no se equiparaba a volver a tenerla enfrente, a volver a besarla.

—¿Tierra llamando a Cam? Muévete, llegaremos tarde —Oliver me empujó fuera de la habitación y cogimos los míticos autobuses rojos de dos plantas para llegar al auditorio.

Hannah y Maddy no dejaban de hacer fotos a cada esquina y yo ya pensaba en lo loca se pondría Han-Han cuando volviéramos a Melbourne y quisiera añadir las fotografías a la pared de su cuarto. Pasamos con las entradas que nos dio Sophie y ocupamos nuestros asientos. Aquello era todo como que muy extravagante.

—Menos mal que hice pis en el hotel, aquí seguro que te cobran por ir al baño —susurró Evans no tan bajo como pensaba, y un hombre le miró de reojo. Mientras él se encogía avergonzado en el asiento, el resto nos reímos bastante.

Se hicieron varias actuaciones, y yo me ponía hecho un manojo de nervios cada vez que el presentador salía al escenario. Hasta que lo dijo y me quedé sin aire.

—Leah Goldman y Kori Harrison.

La pareja salió al escenario mientras Oliver me daba cientos de palmadas por segundo en el brazo, como si no me hubiera enterado de que mi chica iba a salir. Hannah enseguida se puso en posición para grabar.

Una canción de Florence and The Machine inundó la sala a través de los altavoces. El baile era demasiado romántico para mi gusto y Leah solo llevaba una camisa y unos mini pantalones negros. Nunca había sido un tipo sobrepotector ni retrógrado, pero en ese instante tenía ganas de saltar al escenario y alejar a Leah de los brazos de ese tipo. ¡Ese tipo que encima iba sin camiseta!

—Dios, está como un queso... —susurró Maddy. La asesiné con la mirada.

Cuando el tipo, un tal Kori, se puso a Leah sobre sus hombros mientras hacía algo parecido al pino, dejé de respirar. ¡Eso no debía ser seguro! ¿Y si se caía? El tipo no la sujetaba de ninguna forma. Al final me recordé a mi mismo que llevaban un año ensayando aquello y que debía dejar de preocuparme. Aún así me siguió sin gustar el chico.

Our Last Sunset [✓]Where stories live. Discover now