Our Last Sunset [✓]

Capítulo 25: picnic sorpresa

Capítulo dedicado a isahope636 muchísimas gracias por el apoyo <3

Ese mismo día salí con Cameron. Me dijo por mensaje que había preparado una cosa que llevaba tiempo queriendo enseñarme. Pensé en arreglarme, pero como no sabía a donde iríamos ni que íbamos a hacer, me decidí por ir básica. Una camiseta, los vaqueros cortos y mis converse. Me despedí de mi abuela con un beso y salí al porche. Sonreí al ver que Cam estaba de espaldas, al final de las escaleras. Bajé los peldaños en silencio y cuando llegué al último, salté sobre su espalda.

—¡Joder! —exclamó sorprendido antes de empezar a reírse.

Yo me estaba tronchando por su reacción, pero en el momento en el que giró la cabeza para mirarme dejé de hacerlo, impresionada por tenerle tan cerca.

—¿A dónde vamos? —pregunté mientras me aferraba mejor a su cuello, para no hacerle daño.

—Es sorpresa.

Acariciaba mis muslos desnudos con sus pulgares, cosa que me provocaba escalofríos. Apoyé la barbilla en su hombro e hice un puchero. A lo mejor tenía suerte y funcionaba.

—Oh, vamos. Dímelo.

—No, te aguantas hasta que lleguemos.

Frustrada al ver que mi maniobra no había funcionado, me bajé con un salto de su espalda. Al principio me miró confundido, pero cuando me coloqué a su lado y entrelacé nuestras manos, su ceño fruncido dio lugar a una curva en sus labios.

Caminamos hasta salir del vecindario. Me condujo por caminos de tierra y hierba que se adentraban entre los árboles. Nunca había estado por aquel lugar, ni siquiera cuando salía a correr por las mañanas.

—¿Vienes mucho por aquí?

Debía conocer muy bien el camino, ya que no había indicaciones ni señales por ninguna parte, y él parecía saber a dónde nos dirigíamos.

—Sí, es mi lugar favorito.

Con que su lugar favorito... y yo iba a conocerlo. A pesar de que algunas ramas me raspaban las piernas y de que ya me hubiera caído al suelo dos veces si no llega a ser porque Cameron lo evitó, no había manera de que se borrara la sonrisa que tenía. Puede que para él no fuera el caso, pero para mí, tener un sitio favorito y enseñárselo a alguien era muy especial.

—Cierra los ojos —me pidió a la vez que se colocaba detrás de mí.

—Tú quieres que me abra la cabeza. ¡Pero si casi me como el suelo dos veces con los ojos abiertos!

Puso los ojos en blanco y acabé obedeciendo, al fin y al cabo me fiaba de él. Siempre había estado ahí para evitar que me cayera, tanto física como emocionalmente. Cubrí mis ojos con las palmas de mis manos y dejé que Cam me condujera a donde fuera que íbamos.