Our Last Sunset [✓]

Capítulo 12: promesa

Nota antes de leer: cuando veáis este símbolo (♪), poned la música. Ahora sí os dejo con el capítulo, espero que os guste!!

CAMERON

Nos tocaba salir al escenario y yo aún seguía sin creerme que mis padres hubiesen sido capaces de hacerme algo así. ¿Amenazarme con vender mi tabla si no cantaba una canción ñoña? Me parecía increíble, pero cuando me enteré de que sería con la nieta de la señora Goldman, digamos que me pareció menos malo. Quise hablar con ella cuando la vi aquel día en la playa, pero pensé que la cosa se quedaría ahí. Pues al parecer el destino tenía otros planes preparados para nosotros, unos planes que desde la tarde de ayer en la playa me parecieron perfectos. Sentir el cuerpo de Leah abrazado al mío, saber que confiaba en mí lo suficiente como para subirse a la tabla conmigo, o su risa cuando los dos nos caímos al agua... era por cosas así por las que, en cierta parte, agradecía que se realizaran estas fiestas.

Ahora estábamos sobre el escenario, sentados en dos taburetes de madera a juego con el resto de la decoración del lugar. Coloqué la guitarra sobre mis muslos y miré a Leah. Había estado muy nerviosa, pero al parecer se había calmado antes de entrar en escena.

—Esta canción va dedicada al matrimonio Franklin, enhorabuena por vuestras bodas de diamante —dije.

—Esperamos que os guste —terminó Leah por mí.

Aquella feliz pareja era la única del lugar que no tenía ni idea de lo que íbamos a hacer. Los vecinos habían sabido guardar el secreto muy bien. Clavé la vista en los ojos avellana de la chica que tenía al lado, me hizo un sutil gesto con la cabeza para que empezara. (♪) Respiré profundamente y llevé mis dedos a las cuerdas para empezar a tocar.

Me sentía raro, nunca había cantado en público a excepción de en unas fogatas con el grupo en la playa. En cierto modo fue como quitarme un peso de encima, mis vecinos sabían que hacía surf, pero no que también cantaba de vez en cuando, aunque no pudieran compararse ambas actividades entre ellas. Ya no tenía nada que esconder. En ese instante miré el rostro de Leah, con ella había bajado la guardia desde el minuto uno, y nunca me importó, solo esperaba no arrepentirme. Sus ojos relucían bajo la luz de los leds que colgaban sobre nuestras cabezas, y los flashes de los teléfonos móviles de la gente que capturaba el momento. Nunca había sentido tanta curiosidad por una persona sin saber tan poco sobre ella. Y eso me asustaba.

Le tocó cantar a ella, y al decir la canción que tenía cicatrices, pensé en su vida anterior. Lo único que conocía era que las cosas no acabaron precisamente bien, ¿pero como para que viajara a la otra punta del mundo? ¿Y a sus padres les pareció bien? Leah entrañaba más secretos, y yo tenía cientos de preguntas rondándome por la cabeza pendientes de respuestas que sólo ella podía darme.

Entonamos juntos la siguiente parte de la canción, con más sentimiento que antes. Mis pupilas no se despegaban de las suyas y viceversa. En un rincón bastante recóndito de mi cabeza había una voz que me decía que aquello estaba mal. Me estaba pillando de una chica a la que conocía desde hacía tan sólo cinco días, pero en mi corazón no lo sentía de la misma forma. Había dado vía libre a Leah para conocerme, sin barreras, sin tapujos, sin nada. Yo estaba al descubierto y ella aún tenía una armadura que no estaba dispuesta a quitarse. La única pregunta que se me ocurría en ese momento era; ¿estoy yo dispuesto a intentarlo? Había tenido alguna que otra relación por ahí, pero no quería que fuera de la misma manera con Leah. Y entonces pensé que si iba a hacerlo, no perdería el tiempo. No sabía por cuanto tiempo se quedaría con su abuela, y tampoco quería rendirme sin intentarlo antes.

—I hope that you don't run from me.

Creo que esa frase la dije con un sentido oculto que sólo yo conocía, pero a la gente le estaba gustando la actuación y eso era lo importante. Al fin y al cabo estábamos ahí por ellos, para proporcionar un buen espectáculo aunque la ficción se mezclara con la realidad porque, ¿hasta qué punto estábamos fingiendo la química y el amor entre nosotros? Veía los bordes de aquello bastante difusos, pero a pesar de todo yo lo tenía claro por una vez en la vida. Acababa de descubrir que me gustaba más allá de la amistad, más de un abrazo como los que les daba a Maddy o a Hannah. Desde un principio no la vi nunca de esa manera, aunque me haya tenido que dar cuenta en estas circunstancias.