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Era de mañana, Kathy se había ido temprano otra vez, tenía 1 semana que habíamos peleado. Honestamente me sentía muy mal, nunca peleábamos, y menos a estos niveles. Lo que ella había insinuado me había dejado atónita y sí, no voy a negar que lo que Jungkook y yo le hicimos estuvo muy mal, pero jamás actuamos a sus espaldas, y nos sinceramos con ella antes de que todo pasara a mayores, y me he disculpado con ella tantas veces, que ya no sé que más hacer. Supongo que lo mejor será darle tiempo al tiempo...

Desayuné sola (claramente), decidí que mientras comía mi cereal sería buena idea revisar mis mails. Al entrar me topé con al menos 5 correos de mi jefe, todos con la etiqueta de: URGENTE. Lo cual llamó demasiado mi atención. Al leerlo noté que decían:

"Srita. Choi Soo Jin:
Nos complace invitarla al evento de moda 'Seoul is in NYC", un evento en cual se presentará la nueva colección de la joven promesa Kang Jin Won. El desfile se llevará acabo en la ciudad de Nueva York el próximo 15 de diciembre del año en curso como festejo anticipado de las festividades navideñas. Nos encantaría que pueda asistir como reportera oficial por parte de nuestra revista. Admiramos mucho su trabajo. Esperamos pueda asistir.

     -Sinceramente Harrison Walls
             (Editor en Jefe de NY Mag)

Llamé rápidamente a mi jefe para comprobar que esto no era un sueño o un correo Spam. Y no, gracias al cielo, no lo era. Mi jefe se había tomado la molestia de enviar mi reseña al Sr. Walls, el cual apesar de mi corta experiencia decidió darme una oportunidad para trabajar con ellos en este evento. Desconozco si esto sería algo permanente pero me alegraba tanto que ni siquiera podía creerlo.
Corrí al apartamento de Jungkook para avisarle, era una hora considerable así que probablemente ya estaría despierto. Toqué cómo loca y un Jeon adormilado y desconcertado me recibió.
-No son maneras de llamar a la puerta señorita Choi... - su voz no sonaba rasposa, así que probablemente su rostro sólo se debía a cansancio y no a que acabara de despertar.
-Una disculpa-lo aparté y entré corriendo a su casa.
-¿Y ese entusiasmo repentino? - dijo para luego besar mi mejilla y posteriormente dirigirse a su cocina.
-No es nada... Es solo que me acaban de dar una noticia de lo más increíble-dije intentando ocultar mi gran sonrisa, lo cual era inútil.
-¡¿Justin Bieber viene a Corea?!-preguntó soltando el cuchillo con el que partiría su pan.
-Sabes que no me gusta su música... ¿Por qué sería increíble para mí? - dije muerta de ternura ante su genuina reacción.
-No sé, ¿quizá porque me amas y me quieres ver feliz? - dijo arrugando la nariz.
-Hmm nop- me acerqué a su lado y pellizqué su mejilla.
-¿Entonces? - un claro puchero se manifestó en su rostro.
-¡Iré a Nueva York!- me miró con los ojos abiertos más que nunca. Se acercó a mí lado y me abrazó muy fuerte.
-No sé porque irás pero te ves tan contenta que me provocaste darte un abrazo. - dijo mientras se separaba para volver a la cocina, yo reí por lo bajo.
-Tengo que ir a cubrir un evento en diciembre... - me senté junto con él en el comedor.-¡a mí jefe le gustó tanto la reseña pasada que me recomendó para ir!-confesé mientras buscaba el e-mail en mi teléfono, al encontrarlo se lo pasé a Jungkook quién lo sostuvo y leyó mientras comía su almuerzo.
-Me parece genial Choi... Ojalá alguien me descubriera de esa forma-confesó con una media sonrisa en su rostro, que expresaba algo de decepción, me levanté y lo abracé por detrás.
-Ya veras que sí, tú mereces estar con las grandes leyendas de baile Kookie, tienes tanto talento que demostrar... - tomé su mejilla para que este girará a verme, sus brillantes ojos cafés tenían la mirada puesta en mí. - yo te apoyo, y sé que serás grande-una enorme sonrisa apareció en su rostro dejando atrás todo rastro de tristeza, se inclinó un poco al frente para poder besarme. Era un beso delicado, pero me dejaba saber todo lo que él sentía por mí. Se giró un poco y yo me senté en su regazo, rodeó mi cintura con sus brazos y continuamos el beso desde esa posición. Yo enreda a juguetona mis dedos en su cabello, que cada día crecía más y hacía se formarán unos pequeños ríos que me volvían loca, al sentir mi accionar noté como todo su cuerpo se tensó.
-¿Choi...?-dijo entre besos. Un: "¿hmm?"salió de mí. - sabes que esto me fascina pero... Me dejas terminar mi comida... Es que tengo mucha hambre... - pidió como si de un niño se tratara. Yo solté una sonora carcajada y asentí para después levantarme de encima de él.

Después de unas horas de ver televisión juntos y de que me ayudara a reservar mi vuelo a Nueva York (no sin antes burlarse porque aún faltaba un buen rato), me fui a casa ya que Jungkook me había comentado que tenía ensayo mañana temprano.
Al llegar me encontré a Kathy hablando por teléfono en la sala.
-Ella acaba de llegar de hecho... Sí, se la pasó...-caminó hacía mí con la mano extendida-es para ti-comentó desinteresada. Antes de poder si quiera agradecer ella se había ido al baño.
-Sí, ¿quién habla?-dije curiosa. Quién me llamaba habló y habló, yo no sabía que contestar, acababan de decirme algo impactante, pero que lejos de ponerme contenta, me causó una gran incertidumbre.
Me senté despacio en el sofá y miré a la nada. Pude escuchar como Kathy movía algo en la cocina, pero no volteé a verla. Asumo que mi rostro era un poema, porque ella se acercó a mí y me miró preocupada.
-¿Choi? ¿Puedes explicarme porque tienes cara como de haber visto un fantasma? - dijo agitando su palma enfrente de mí rostro como para sacarme de mi trance.
-El que llamó era mi jefe... - dije en un tono neutro.
-Lo sé, recuerda que yo contesté - comentó sarcástica.
-Kathy, acaba de pedirme que me mude a Nueva York. - espeté sin una pizca de entusiasmo. Ahora yo noté que el rostro de Kathy era algo indescifrable.
-¿Cómo? Pero, ¿por qué?... - su interés por mí mágicamente había regresado.
-Me ofreció cubrir un evento, pero me dijo que sí todo sale bien es probable que no sólo yo, sino toda la compañía se traslade allá...
-Pero Choi... ¿Qué pasa con..?-dijo tomando mi mano, ni siquiera tuvo que terminar para que yo supiera a quién se refería. Mi pobre Jeon, no puedo hacerle esto...

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