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¿Alguna vez has pensado que tu vida no está resultando ser como lo habías planeado? ¿No?, que bien por que yo tampoco. Para ser sincera nunca fui una de esas chicas que estaba ansiosa por crecer, por salir al mundo y ver todo lo que "me ofrecía". Mis padres por otro lado... bueno ellos ansiaban que yo fuera una persona grande. Que fuera exitosa y millonaria, pero yo en el fondo sabía que la fama y la fortuna no eran para mí, ¿qué no me importaría ser rica? Claro que no.¿Qué sí no me encantaría casarme con mi príncipe azul? Por supuesto. Pero hasta que todo eso pase, yo debo de vivir en el ahora, y no pasármela soñando despierta.
Y es aquí donde todo comienza. Por qué después de ponerlos al tanto ya puedo hablarles de mí, bueno antes que nada mi nombre: Choi Soo Jin. Vivo en Nueva York por ahora, y sí ya sé que se estarán preguntando, ¿por qué tienes ese nombre si eres americana? Pues... no soy americana al 100%... de hecho no lo soy en lo absoluto. Mis padres son coreanos, pero vivo aquí desde que tenía 6 años(osea que llevo 14 años aquí). No tengo hermanos, aunque mis primos lo parecen, por que tenemos una gran relación. En fin bueno como verán les conté un poco acerca de mis padres, a quiénes amo, pero al parecer ellos a mí no mucho (o lo hacen pero sus acciones parecen mostrarme lo contrario), el punto es que ellos me quieren enviar a vivir a Corea, para que esté más en contacto con mis raíces, además de que quieren que perfeccione mi habla. Pero todo esto será algo un poco raro, ya que ellos escogieron mi departamento allá, y se me hace muy curioso que tenga al rededor al menos 3 agencias de publicidad y 2 televisoras relativamente conocidas. Y quizá ustedes pensarán, ¿eso que tiene de raro? Bueno de hecho, todo. Ambos son reporteros, y siempre soñaron con que yo siguiera sus pasos, y por un tiempo créanme que sí lo consideré, hasta tengo uno que otro video de mí cuando fingía entrevistar a mis muñecas en mi habitación(no me juzguen tenía 7 años), pero no lo sé, ahora mi interés por ello desapareció, de igual manera aprovecharé esta oportunidad de viajar a Corea.

Era viernes. Mi vuelo salía hoy a las 5 de la tarde, no sé cuánto demore el viaje, pero preparé un buen libro y cargué mi celular con todas mis canciones favoritas(lo cual probablemente ni siquiera me servirá por que siempre termino durmiéndome en los viajes largos, pero bueno una nunca sabe).
Me preparé desde temprano con todas mis cosas, mi madre me había ayudado a empacar días antes, pero ayer en la noche subió a mi habitación y me dio una sopresa.

*Flashback*(a ayer en la noche)

-Linda, antes de que te vayas quiero darte algo-me dijo mientras me hacía un ademán con la mano indicándome que esperara ahí. Me quedé extrañada, sabía que no era mi cumpleaños y a mamá nunca le ha gustado mucho dar regalos sin razón.
Regresó a mi cuarto y en su mano traía una bolsa negra de regalo, tenía un pequeño moño rojo.
-Mamá, ¿qué?-dije pero ella me interrumpió.
-Es un pequeño regalo de despedida-dijo con la voz quebrada.- Espero te guste nena.
Le di un enorme abrazo aún sin haber abierto la bolsa, mi madre y yo no éramos muy unidas, tampoco podría decirse que no nos caíamos bien, pero en este momento sentía como mi corazón se estrujaba lentamente después de ver su rostro tan triste.
-Bueno- limpió sus lágrimas- basta de dramas y abre tu regalo- reí sorbiendo y limpiando mis lágrimas.
Al abrir la bolsa noté un muy bello vestido, era color azul marino tenía unos destellos morados y pequeños puntos que podían simular que la falda tenía pintada una galaxia, era bellísimo.
-¡Mamá, es increíble!-corrí hacia ella y la abracé (bueno más bien la estruje muy fuerte).
-Sabía que te gustaría nena, es para un ocasión especial, tú sólo elige y úsalo cuando lo creas necesario.
-Gracias!!

*Fin del Flashback*

Mis padres me llevarían al aeropuerto. Al llegar ahí nos despedimos, no hubo tanto llanto como la noche anterior, pero si bastantes abrazos.
Me subí al avión y preparé mi libro, era un libro que había querido leer desde hace casi 6 meses(cosa que no sucedió por que me quedé dormida la mayor parte del vuelo).

Al llegar a Corea me sentía como nueva (claro, después de horas de sueño). Bajé del avión y todo era enorme, además era curioso, no me sentía coreana en lo absoluto, hasta podría decirse que la gente también percibía que a pesar de verme asiática, yo no tenía idea de lo que pasaba a mi alrededor. Comencé a buscar un servicio de taxis que pudiera llevarme hasta mi apartamento. Cuando al fin encontré uno me fue muy difícil decirle a donde iba ya que no parecía saber donde rayos era. De hecho tuve que enseñarle una foto de como lucían los departamentos para que se ubicará un poco.
Después de casi hora y media llegué a mi nuevo hogar, el taxista me dijo algo que no comprendí, pero parecía alegre así que le sonreí.
Me costó bastante subir los escalones, y ya que estos estaban al aire libre mucha gente qué pasó me miraba raro, pero no me ofrecían ayuda.
Al final llegué a mi nuevo hogar. Cuando abrí la puerta noté que ya había en la sala de estar, cajas y equipaje.
Me adentré más y noté que había alguien. Era mi amiga Kathy (¡cierto! , olvidé mencionar que no viviría sola).
Ella me vio y emocionada corrió a abrazarme.
Nos pasamos toda la tarde arreglando la casa. Y bebiendo soju (cortesía de mis padres), lo bueno era que ambas tolerábamos la bebida bastante.
Justo cuando nos preparábamos para la cena alguien tocó nuestro timbre.
-¿Quién es a esta hora?- me miró Kathy extrañada, misma mirada que yo compartí, eran las 8 (digo sé que no es tan tarde, pero para 2 chicas que se acaban de mudar y no conocen a nadie, sí lo es).
-Iré a ver quién es-dije mientras me levantaba y tomaba una sudadera para no verme tan indecente.
Al ir a la puerta me fijé en su mirilla. Era un chico. Un chico de cabello oscuro que parecía traer algo en sus manos, era una caja.
-¿Quién es?-grité desde dentro.
-Me llamo Jeon Jungkook, soy tú vecino de enfrente.- al escuchar la palabra vecino decidí abrir la puerta.
-Hola...- dije dudosa.
- ¿Puedo pasar?-preguntó así sin más mientras parecía querer echar un vistazo al interior de la casa.
Volteé a ver a Kathy quién negó rotundamente con la cabeza.
-Eh?.....-lo miré y no sabía que decirle.

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