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-¿A qué te refieres?-miré curiosa a mi amiga.
-Osea... ¿te agrada?
-Pues es un chico normal supongo... digo no es feo, de hecho es guapísimo, pero tiene ese toque molesto que le baja todos los puntos de golpe.-dije riendo.- ¿por qué?, acaso a ti te... te...
-¿Me gusta?- concluyó por fin mi frase incompleta.
-¿Aja...?-la miré seria.
-Pues no me gusta... digo acabamos de conocerlo, pero debo admitir que no me desagrada para nada...-dijo mi amiga y al instante noté como sus mejillas se enrojecían... y pensé: a esta chica le gusta el narizón.

Luego de tener una noche algo confusa por la plática con mi amiga me fui a dormir. Al despertar en la mañana noté que Kathy no estaba en su habitación, comencé a buscarla alrededor de nuestro pequeño departamento y no había señal de ella. O bueno no hasta que me encontré una pequeña nota en la mesa de la cocina que decía:
"Jungkook me invitó a dar un paseo, ya desayuné, y para que veas que te quiero te preparé hot cakes, nos vemos"
-Kathy :)
Honestamente yo estaba algo shockeada, pero pues si mi amiga está feliz, supongo que yo igual. Claro el único problema ahora sería que me quedaría sola al menos en la mañana, digo no es como que sea algo malo, digo es fin de semana, quizá podría comenzar a buscar ofertas de trabajo en el periódico, o quizá ir a dar una vuelta en el vecindario... o nada...
Me di una ducha y decidí que optaría por buscar las ofertas de trabajo, pero pues antes forzosamente debía salir al vecindario, por que ni Kathy ni yo leemos el periódico. En fin tomé mi bolso y me decidí a salir, cerré la casa y comencé a bajar los escalones de la villa. Al llegar hasta abajo noté que había un señor algo viejo regando lo que parecían ser las flores de su jardín. Lo recuerdo, Jungkook nos mencionó que en la entrada del complejo había un señor que vivía en esa pequeña casita, tenía su jardín repleto de plantas, y también nos había dicho que el era muy amable, así que sin pensarlo más me acerqué a hablar con él para ver si podría ayudarme.
-Hola, buen día-dije en tono amable. Él levantó la vista de las rosas y me sonrió.
-Hola pequeña, ¿qué te trae por aquí?-contestó mientras acomodaba sus anteojos, asumo yo que para verme mejor.
-Oh acabó de mudarme al Nam I, y quería saber si usted ¿podría decirme donde puedo comprar periódico?.
-¿Necesitas uno?
-Si, es que estoy buscando ofertas de trabajo.
-¿En serio? Me hubieras dicho eso antes yo tengo algunos en mi casa-se volteó y camino hacia su puerta- espérame ahí-me indicó mientras me señalaba, yo asentí.
Lo esperé ahí por una rato, pero no me molestó por que me entretuve viendo sus flores.
Me paré un poco de puntitas para poder ver más de cerca unos hermosos jazmines que tenía el señor en su jardín, claramente no era necesario estar cerca de ellos para olerlos, pues perfumaban casi todo el lugar.
-¿Te agradan?-dijo amable el anciano, él cual ya traía el periódico en las manos.
-Son bellísimos-exclamé extasiada.
-Te daría unos para que te llevarás a casa, pero se marchitarían muy rápido, estos pequeños no sobreviven mucho si los cortas...-me dijo mirando el árbol.
-No es problema...-dije despreocupada.
- Pero sabes algo, cuando aquí en Corea es primavera, florecen los más bellos cerezos.
-Ohh sí, he leído artículos sobre ello.-contesté interesada.
-Pues quizá puedas ir a verlos con alguna persona especial...-me guiñó el ojo y yo sólo me ruborice.
-Ese alguien no existe señor...-contesté aún tímida.
-Eso no lo sabes niña... yo creo que está más cerca de lo que crees...-dijo mientras me daba el periódico. Yo hice una reverencia y caminé de nuevo hasta casa.
Me dediqué casi toda la mañana a tachar y encerrar trabajos en el periódico, tenía casi toda la mesa de la cocina llena de recortes y plumones, además de tener un bol de ramen ya vacío. Estaba tan concentrada que no había notado ni que hora era. Pero en medio de mi concentración fui interrumpida por la voz de mi amiga, la cual parecía haber regresado de su paseo.
-Hola Soo Jin qué estas?...-paró en seco cuando notó mi desorden.
-Ah hola-le dije mientras comía un poco de huevo que me había sobrado de hace un rato.
-¿qué estás haciendo amiga?, ¿acaso ya enloqueciste y comenzaste a creer que en el periódico se esconden mensajes subliminales? O ¿por qué tanto tachar?-preguntó curiosa mientras dejaba su bolso en el sofá.
-No, nada de eso, aunque sabes que debes en cuando si miro programas de teorías conspirativas.-dije "seria", pero ambas nos morimos de la risa.
-Ahh y ¿a ti qué tal te fue?-pregunté de la nada, mi amiga que se había sentado a leer mis recortes sólo me miró.
-A, ¿a mi?-dijo casi evadiendo lo que le había preguntado.
-Si si a ti...- dije mientras tiraba los pedazos rotos de papel.
-Pues bien...-dijo mientras tomaba un bonche de papel para ayudarme a limpiar.
-¿Sólo bien?-dije casi insistente.
-Bueno, muy bien-dijo penosa. Yo me dirigí a la sala y la invité a sentarse a mi lado, ella corrió enseguida y se subió al sillón cruzando sus piernas.
-Haber, ¡cuenta!
Nos la pasamos hablando casi toda la tarde y gran parte de la noche(no sólo de ella y Jungkook, yo también le conté de mi día). En cuanto el sueño nos comenzó a ganar decidimos irnos a dormir, nos despedimos y cada una se fue a su habitación.
A la mañana siguiente me desperté y fui al baño para hacer mi rutina diaria, y al salir desperté a Kathy, lo cual casi siempre sucedía al revés. Desayunamos juntas y ella me dijo que luego de desayunar se quedaría a ver unas cosas de su trabajo en casa. Yo le comenté que iría a comprar o bueno a ver ropa para ir a buscar trabajo, lo cual la deprimió un poco, pues ella deseaba acompañarme pero estaría atorada con sus tareas casi todo el día.
Me despedí de mi amiga y me dirigí a hacer lo mío. Pero justo cuando iba saliendo de la casa me encontré a Jungkook. Él estaba revisando lo que parecían ser unas cartas en su buzón, yo le sonreí y él también a mí. Me sentía algo rara por no hablarle, así que me acerqué.
-Buen día Jeon-dije intentando ser lo más amable posible.
-Buen día Choi-contestó casi extrañado, creo que no creía que vendría a hablarle.
-Ehm... ¿qué tal les fue a ti y a Kathy ayer...?-dije dudosa mientras mi pie jugaba con una piedrita que estaba en el suelo.
-To-todo bien...-dijo algo apenado, de hecho hasta podría decir que se sonrojó.
-Qué bien...-dije ¿feliz?
-¿Por qué preguntas?... ¿acaso ella te dijo algo?-se sobresaltó.
-No, o bueno, nada malo...-lo que dije pareció calmarlo un poco.
-Uff, que bien...-suspiró aliviado.
-Si... ya sé...-yo estaba un poco incómoda.- bueno debo irme...
-Oh sí... oye si no te molesta que te pregunte... ¿a dónde irás?
-¿Yo?-pues sí tú, quién más sino Choi- al centro comercial... quiero buscar ropa para ir a entrevistas de trabajo.-dije algo apenada.
-¿En serio?- se sorprendió- yo también voy para allá, iré a reunirme con un amigo, si quieres podemos ir juntos...-dijo algo bajito.
-Está bien... digo igual no sé como llegar allí...-reí por lo bajo.
-Tranquila seré tu guía-me sonrió- de nuevo...-rió y yo también lo hice.
-Está bien... yo lo sigo capitán Jeon-dije parándome derecha como un soldado, él me miró extañado, más no me juzgó, de hecho a ambos nos dio risa mi gesto, y así sin más nos dirigimos al centro comercial.
Pues aparentemente, él chico no es tan malo como yo pensaba... hasta podría decirse que Kathy encontró un buen partido.

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