39

3 0 0
                                    

El beso tomó más intensidad y con un movimiento ágil, Jungkook se encontraba sobre mí sosteniendo su peso en sus codos para no aplastarme, porque nuestra diferencia de tamaño era bastante significativa. Nos separamos y yo comencé a besar su oreja, él tembló ante mi accionar y soltó una risita nerviosa que me estremeció.
-¿Orejas sensibles?-pregunté con mis labios cerca de su cuello, vi como asintió y en ese momento lo abracé por inercia. Me había causado tanta ternura su reacción. Él me sostuvo entre sus brazos y acarició mi cabello. Me miró de una manera que no sabía descifrar, parecía feliz, pero no de una manera común, sus ojos brillaban diferente hoy.
-No estás lista Choi... - susurró en mi oído. Yo no lo sabía, no había notado ningún signo de duda en mí, o al menos eso creí, pero aparentemente algo hizo que él me leyera por completo. Fue capaz de ver algo que ni yo misma pude. Pero en cuanto me dijo eso yo lo acepté. No quería que nuestra relación se apresurara, no quería perder esto que tenemos. Y entiendo que en algún momento debemos de dar ese paso, pero no veo necesario el apresurar las cosas.
-Gracias por entenderme Kookie-dije mientras apretaba su nariz, él negó con la cabeza risueño.
-No hay de que pequeña... - dijo para después depositar un casto beso en mis labios. Nuevamente sus brazos me rodearon por completo y fue ahí cuando el calor de su cuerpo me hizo caer en un profundo sueño.

A la mañana siguiente mi cuerpo despertó por inercia, giré un poco para encontrarme con el rostro de mi novio aún dormido frente a mí, se veía pacífico, no quedaba rastro del Jungkook competitivo de anoche. Pasé mi mano por su pelo muy despacio, él se removió un poco mientras su nariz se arrugaba, pero no despertó. Me sentiría mala persona por lo que estaba a punto de hacer, pero me era casi imposible controlarme, me incliné un poco hacía adelante y comencé a depositar pequeños y fugaces besos por todo su rostro, fue ahí cuando Jungkook emitió un quejido y supe que mi cruel tarea se había cumplido.
-¿Qué no sabes qué es de mala educación despertar a alguien que duerme tan profundamente? -comentó arrastrando las palabras debido al cansancio. Yo solté una risita maliciosa.
-Te veías pacífico, de hecho lo dudé bastante... - confesé. Ahora el sonrió, aún tenía sus ojos cerrados, pero ese gesto me había vuelto loca.
-Eres mala Choi...
-Quizá un poco-dije recostándome y dirigiendo mi mirada al techo. Sentí como su brazo rodeaba de nuevo mi cintura, el chico no había abierto los ojos aún. Posteriormente me  besó la mejilla, todo lo estaba haciendo a ciegas y eso me daba bastante risa.- ya abre los ojos perezoso... - insistí.
-Bueno... Pero solo con una condición... - giré mi rostro hacía el suyo.
-¿Cuál?
-Qué cuando los abra no significará que debemos movernos o pararnos de aquí... - dijo aún de la misma manera.
-Está bien- expresé firme. Jungkook abrió sus ojos y me miró fijamente, me sentí cohibida por alguna razón, él no despegaba su vista de mis ojos, él tono rojo en mis mejillas subía progresivamente y mientras eso sucedía el chico frente a mí se burlaba.
-No sé si ya te dije esto, pero eres adorable cuando te sonrojas Soo Jin... - le golpeé el hombro en respuesta a su comentario. Él se quejó mientras reía- ¿y eso por qué fue? - preguntó confundido.
-Por qué quién hubiera pensado que él chico tímido y torpe que era mi amigo hace escasos días me sonrojaría... No es justo... Regresarme a cuando creía que parecías conejo ¿sí? - me miró fingiendo indignación.
-¿Conejo eh? Pues tu pareces hámster al comer, porque tus cachetes se ven así- tomó aire para inflar sus mejillas. Obviamente se ganó otro golpe de mi parte. Pero este no fue perdonado como el anterior, una vez que terminé de golpearlo el se sentó encima mío, yo comencé a reír como loca, probablemente por los nervios. Pero él no sé reía estaba sorprendentemente serio, me miraba fijamente hasta parecía que no estaba parpadeando. Se inclinó hacía el frente y ahora su rostro estaba a tan sólo centímetros del mío, lo cual me recordó de manera instantane la noche anterior, ¿será acaso que intentará algo hoy? Dejé de reír, ahora los serios éramos los 2. Nuevamente el único sonido en la habitación eran nuestras respiraciones, lentas y pasadas. Mi incertidumbre creía otra vez y yo no sabía si la mejor opción era empujarlo para que cayera al suelo o tomar el cuello de su camisa y jalarlo para besarlo. Decidí solamente cerrar mis ojos. Los dejé así por varios segundos, pero nada pasaba, la ansiedad me hizo abrirlos y fue ahí cuando noté que sus labios estaban a punto de besar los míos, estábamos tan cerca pero entonces algo inesperado ocurrió:
-¡Kookie no vas a creer lo que me pa... AHHH!!! - un Yugyeom ruidoso ya aparentemente entusiasmado acababa de irrumpir en la habitación, lo cual provocó que Jungkook bajará de encima mío casi de manera inmediata, pero a juzgar por los gritos de los 3, nuestro amigo claramente había visto lo que estaba pasando.- ¡Lo siento, lo siento! ¡Juro que no vi nada! - gritaba aún desde la puerta pero cubriendo su rostro con su mano.
-No, no estábamos, bueno no aún... Bueno, es que solo... - Jungkook no parecía capaz de poder articular ninguna palabra u oración coherente.
-Yo... Es que fue mi culpa, perdón por no tocar chicos... - confesó un Yugyeom más rojo que yo. Yo honestamente me había quedado inmóvil y muda. Estaba avergonzada y eso que en serio no estábamos haciendo nada, solo imaginen lo que Yugyeom hubiera visto si hubiera llegado unos minutos después... Bueno, en realidad no estoy segura de lo que iba a pasar unos minutos después... Honestamente no creo que nada hubiera pasado. Si acaso unos cuantos besos, uno que otro sonido sugerente pero creo que sólo eso... Porque en realidad ni Jungkook ni yo estábamos 100% listos, eso ya estaba más que claro. Pero ¿acaso las 7 horas de sueño habían hecho que él se planteará algo distinto? O ¿acaso yo, de manera inconsciente me había, replanteado esa idea? No lo sé, pero quizá siendo honestos, fue mejor que Yugyeom nos interrumpiera y no nos dejara averiguarlo... ¿Verdad?

Welcome to Nam I VillaWhere stories live. Discover now