Agente 1546

Capítulo 42: Tarde En La Playa

Aria

Ya había pasado varios meses desde el incidente. La semana que estuve sin ir, fue cuando empezó los exámenes, así que, a la siguiente, tuve que estudiar el doble para poder aprobar todas las materias sin tener que rayar el aprobado.

Como se me prohibió involucrarme en ninguna misión, pasé las dos semanas en el piso de Marcus. Retomé viejos hábitos como leer hasta dormirme o ver series del tirón. Otra cosa que había prácticamente abandonado fue correr por las mañanas con Colmillo Blanco, pero claro, no fue hasta que Alice me lo permitió. Hasta parecía que vivía en una cuarentena.

Ella venía una vez al día para revisar y ver la evolución de la herida y para el fin de semana ya había cicatrizado. Me dijo que, con un poco de suerte, solo quedará una marca donde estaban los puntos de sutura si me aplicaba el aceite de rosa mosqueta.

Aunque vivíamos bajo el mismo techo, apenas vi a Marcus las dos semanas, pero, parte de la culpa la tenía yo. A pesar de todo lo que había pasado, los Stone rogaron encarecidamente que Marcus tuviera cuatro horas libres por la tarde de cuatro a ocho durante esas dos semanas. Lo hicieron con la intención de que pasáramos más tiempo juntos y que me pudiera cuidar a lo que he de decir que estaba herida, no enferma.

Parecía ideal, pasar cuatro horas juntos viendo series o películas en el sofá comiendo palomitas, jugando videojuegos, etc. Pero me negué y le obligué a que el tiempo libre lo tenía que pasar con Aaron ayudándole a entrenar, ya que, a principios del mes siguiente, iba a participar en el campeonato nacional.

Discutimos. Él quería quedarse conmigo, con su hermana. Y yo le estaba obligando a que pasara su tiempo libre con un desconocido para él aun sabiendo que no nos veríamos en todo el día. Acabó cediendo, pero me gritó que, si tan poco le importaba, podía irme a otro sitio, y cerró de un portazo.

Sus palabras me dolieron, pero entendía su enfado, me había comportado como si no quisiera estar con mi hermano.

Anteriormente ya había hablado con Aaron y habíamos quedado en que practicaría con mi hermano dos horas por la tarde al yo no poder ir. Al principio no estaba muy seguro ya que dudaba que Marcus estuviera conforme, pero pude convencerle.

Muchos pensarían que estaba siendo completamente irracional, pero tenía mis motivos. Debido a su estilo de vida, Marcus no tenía muchos amigos y mucho menos podía hacer nuevas amistades. Vale, me estaba metiendo en la vida de mi hermano, pero, sabía de primera mano que el desconcertar de nuestra doble vida, era un bálsamo de tranquilidad. Como diría James, una forma de no olvidar nuestra humanidad.

Reconozco que era un poco forzado y que había una probabilidad alta de que mi plan fallase, pero tenían una cosa en común que hacía que tuviera esperanza: Arrow. Era la serie favorita de Marcus y la ha visto como más de cinco veces, es más, su afición por la arquería fue por esa serie. Y sé que también es la de Aaron porque me lo dijo. Le aconsejé que, si veía la cosa tensa, empezara a hablar de esa serie de forma casual.

Para el viernes, Marcus ya no estaba enfadado. Y menos mal, porque no soportaba la forma en la que me ignoraba, casi como si no estuviera ahí. Me pidió perdón por haberme gritado de esa manera y me dijo que habían quedado el sábado por la noche para enseñarle una discoteca popular en la ciudad y tomarse unas cervezas ya de paso. También creo que intuyó cuáles eran mis intenciones desde un principio.

Cuando Alice venía a revisar la herida, también me hacía preguntas sobre Roy. Por ejemplo, si alguna cosa o gesto me recordaba a él, si a veces me ponía nerviosa cuando estaba con él o actuaba de otra forma, si me molestaba que besara a otra chica...