Capítulo 35: Diario

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Aria


Estos últimos días había estado verdaderamente jodida. Apenas había dormido cuatro horas al día y comía poco. Ayer, me encontré con Apolo y descubrí que se llamaba Aaron, que en realidad tenía veintidós años y que era mi nuevo profesor de educación física.

Chase se reunió con mi tutora y la cosa salió a medias. Sinceramente, la subestimé. Era muy inteligente. Aunque la denuncia sería anónima, se aseguró de tener bien cubiertas las espaldas. A cambio de hacerlo, debía de tener un papel con la firma del director que la hiciera intocable y no la pudiese echar si descubre que fue ella. Convenció a Chase con una simple frase: "si habéis conseguido las grabaciones, una firma os será pan comido".

No me quedó más remedio que comprometerme a conseguir la firma. Sin embargo, mi objetivo era una firma real, no una fotocopia de la misma. Ese era mi problema. De poder conseguirla, Ryan podría copiarla con la tecnología de la Organización sin ningún problema, pero de la otra forma, podría haber algún fallo.

De vuelta al presente, estábamos todos los alumnos en la biblioteca para una charla de una asociación de voluntariado que iba a diversos hospitales y residencias. Gracias a esta charla, nos salvábamos de historia y sacrificábamos la hora de inglés. Más que por la materia en sí, era porque la profe me caía genial.

Durante la charla, mencionaron una residencia psiquiátrica y Tamara soltó de la nada:

—Yo estuve ahí.

Se empezaron a reír todos y ya me intenta aguantar la risa para educación. No obstante, pensé que nunca fue más correcto ponerle el apodo de la cabra.

—Para tocar la trompeta —añadió.

Ahí se fue a la mierda la educación. Me empecé a reír y por desgracia no pude ver la cara de los profesores. En el recreo, Jade y Roy estaban muy sonrientes mirándose cómplices. Algo tramaban.

—Chicos —habló Roy—. Tengo que deciros algo. Jade y yo hemos empezado a salir.

No le estaba mirando cuando habló, me hacía la distraída con el móvil, sin embargo, podría jurar que lo dijo mirándome. Sentía su mirada. Cuando soltó la noticia, no puede evitar apretar los dientes con desagrado.

—¿¡Enserio?! —saltaron enseguida Allison y Kaitlyn—. ¡Hacéis buena pareja! —chillaron como locas.

—Felicidades —dijo Lys con una sonrisa.

Seguía sintiendo su mirada sobre mí.

—Aria, ¿no dices nada? —pregunto con una sonrisa más que cínica.

Lo miré con aire aburrido, pero en mi mente estaba pensando si acaso quería mi bendición o qué. Pero, estaba con mis amigas y debía controlarme, ya había recibido bastantes comentarios por mi comportamiento y no quería más.

—Me alegro por vosotros —compuse mi más falsa sonrisa.

Sus hermanos también les felicitaron, pero Matthew mantenía una mirada escéptica. Si fuera por mi mente, hubiera dicho la siguiente frase: "Pudríos en el infierno". Roy por cabrón y Jade... No sé, que le acompañe.

Gracias a dios, vi a Aaron por ahí y fui hacia a él sin dar explicaciones. Me daba un no sé qué verlos y necesitaba relajarme.

—Hola, Aaron.

—Hey, Artemisa.

—Aún no has descubierto mi nombre, ¿cierto? —sonreí divertida.

—No tengo prisa, mañana tengo clase con 4B —contestó tranquilo.

Agente 1546Où les histoires vivent. Découvrez maintenant