Capítulo 18: Redada

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Son las siete de la mañana y no, no estoy en mi cama, ni siquiera en la mansión de los Stone. Estoy metida en un maldito jet camino a la capital porque al presidente le preocupa una red de narcotraficantes que manchan el nombre del país y que la policía nacional no ha podido capturar. Por suerte o por desgracia, dependiendo de cómo se mire, me acompañaban Chase, Marcus y Colmillo Blanco. Os contaré cómo pasó.


—Aria, Aria despierta —me zarandeó Chase.

Miré el reloj-despertador que estaba encima de mi mesita y marcaban las seis de la mañana.

Chase, ¿qué quieres? Apenas hemos dormido dos horas —me quejé dándome la vuelta.

James nos quiere ahora mismo en la Organización ha ocurrido un imprevisto. Marcus ya está allí. Vístete porque nos vamos con Colmillo Blanco.

¿Y qué pasa con los hermanos? —objeté mientras me levantaba.

Tranquila, todos los agentes reforzarán sus esfuerzos al faltar los tres y el lobo.

Salió con cuidado de la habitación y arrastré los pies hasta el baño. Una buena dosis de agua fría me ayudaría a despertar.

Veinte minutos después bajé al patio. Como no estaba segura de qué clase de misión nos iba a encargar James, me puse unos jeans rotos por las rodillas, una camiseta negra y una chaqueta deportiva con rayas blancas en las mangas y una holgada capucha. Me puse unas botas militares y me aseguré de que no se viera la daga. Para esta misión escogí dos FN Five-seveN. Cada pistola contaba con veinte cartuchos y tenía la capacidad de penetrar chalecos antibalas. Una hermosura de arma. Mis preferidas eran las berettas, pero me gustaba variar de vez en cuando.

También me aseguré de tener camuflados en mi ropa varios rastreadores y tomé una mochila que llevaba un fusil francotirador AWP L96A1 totalmente desarmado para poder camuflarlo.

Una vez lista, bajé y los tres subimos al Mercedes de Chase y treinta minutos después estuvimos los cuatro reunidos en el despacho de James.

Sé que es algo imprevisto y que tenéis otra misión entre manos, pero os necesitamos a los cuatro para una misión expresamente pedida por el presidente —empezó a explicar James.

Iba a quejarme por la poca antelación, pero sería inútil.

¿De qué se trata, jefe? —inquirió Marcus.

Supongo que habréis oído hablar en las noticias de la banda de narcotraficantes. Se han asentado en el país y empezaron a hacer de las suyas hace ya unos meses, dañando la imagen exterior del país. La policía nacional ha hecho varias redadas para atraparlos, pero han fallado varias veces.

Entonces es algo que no nos podemos tomar a la ligera —intervino Chase.

Exacto, aunque es una banda que se ha formado recientemente, ha tomado mucha fuerza, demasiada diría yo. Su tecnología, instalaciones y armas compite con la del ejército. Además, tienen un método para camuflar la droga muy efectivo, por lo que aquí entraras tú, Aria. Necesitamos a Colmillo Blanco. Se ha entrenado en un entorno salvaje y su olfato de cazador es infalible y, aunque haya aprendido a obedecer órdenes básicas de otros agentes, necesitamos que esta misión salga impecable.

Entiendo, jefe, pero, ¿no teme que les pase algo a los hermanos Stone durante nuestra ausencia? —pregunté.

No, se han redoblado a los agentes y se encargarán de explicar medianamente la situación. Ahora, os acompañaré al aeródromo.

Agente 1546Where stories live. Discover now