Capítulo 5

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—¡Por fin! ¡Recreo! —grité abriendo los brazos al cielo.

—Aria, creo que estás exagerando mucho —dijo Lys con las manos en la cabeza.

—¡¿Exagerar?! —me paré y la miré seriamente—. ¡Me estaba muriendo de hambre! Y, bueno, de aburrimiento también. Por poco me duermo si no fuera por el ruido de mis tripas.

—Tú siempre tienes hambre.

—¿Qué puedo decir?

Ambas empezamos a reír, llamando la atención de dos personas en especial.

—¿De qué os reís chicas? —preguntó Allison curiosa.

—Aria, que siempre se muere de hambre —se burló Lys.

—Ay Aria, nunca cambiarás —dijo Kaitlyn negando con la cabeza con una sonrisa.

—Y.... ¿Qué opináis de los chicos nuevos? —preguntó Allison mirando a la nada.

—Bueno, no me caen bien. Sobre todo, el último —dijo Lys encogiéndose de hombros.

—¿Quién? ¿Oliver? —inquirió Allison.

—¿Alguien me ha mencionado? —preguntó el rey de Roma.

Lys y yo solo nos miramos a los ojos y bufamos.

—¿Acaso no te han enseñado a no meterte en conversaciones ajenas? —criticó Lysandra.

—¿Y a ti no te han enseñado a no hablar mal de los demás a sus espaldas? —cuestionó él.

—No estaba criticando a nadie, sólo daba mi opinión —respondió Lysandra lanzándole una fría mirada para a continuación darse la vuelta—. Chicas, me voy a la cafe. Me muero de hambre así que no voy a esperar a nadie, chao —se despidió yéndose rápidamente.

—¡Oye, espera!¡Aún no hemos acabado de hablar! —gritó Oliver antes de echar a correr tras ella.

—¡Pues yo sí! —oímos decir.

Estaba dudando si ir tras ellos o quedarme a almorzar con tranquilidad cuando una voz me sobresaltó.

—Tranquilas, es Oliver, puede parecer arrogante y engreído, pero al final... —empezó a decir una voz a nuestras espaldas.

—Sólo piensa en su estómago —terminó la frase otra persona.

"En eso se parece a Lysandra y a mí".

Nos giramos las tres en redondo para encontrarnos con los hermanos restantes.

—¿Cuándo han llegado? —pregunté confundida.

—Cuando ha llegado Oliver —contestó Dylan.

—Oh, perdón. No nos dimos cuenta —se disculpó por las tres Kaitlyn.

—Ya, lo hemos notado —dijo con acidez Matthew.

Me quedé mirando a Roy, quien parecía distante de la conversación y me di cuenta por el rabillo del ojo que Matthew y Allison habían empezado a discutir y Kaitlyn y Dylan intentaban tranquilizarlos.

—Ya, ya, haya paz —intentaban mediar los rubios.

Sin embargo, una voz hizo que se callaran y yo me tensara.

—Vaya Allison, apenas acaban de llegar y ya estás discutiendo con ellos. Así nunca podrás tener novio —dijo fingiendo tristeza Amanda.

"Pero que hija de..." fue lo único que cruzó mi pensamiento.

Agente 1546Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum