Capítulo 15: Black Blood

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Cerró la puerta tras de él y se sentó en su silla, mi tutora estaba justo detrás de mí a la derecha. Supuse que, teniendo en cuenta que ella era nuestra profesora de informática, los demás estarían solos.

Roger, el director, empezó a hablarme y yo le miraba con aburrimiento, pero con un rostro serio. Aunque era algo disimulado al principio, mi querido director no le quitaba la vista a los... Pechos de mi tutora a la vez que hablaba.

Siendo sincera, no le hacía ni puto caso, y me asqueaba su persona. Hace dos años, hubo una denuncia de acoso sexual por parte de una profesora. No se investigó porque la retiró al día siguiente y los rumores se acallaron con mano dura, pero es algo que no era fácil de olvidar. En mi opinión era un peligro público, se veía como comía a la tutora sin ningún pudor.

—Lysandra...

Espera, ¿qué? Creo que debería de prestar atención.

—Sus notas son bastante altas, señorita Clayton, pero sus compañías son bastante dudosas. Empezando por Lysandra Gray. Siempre está provocando alguna pelea y sus notas demuestran lo perezosa que es —dijo a la vez que miraba unos papeles con gesto despectivo.

Ahora que lo pienso, no sé por qué no me he encargado personalmente ya de este sujeto. Por suerte, tenía solución.

—Claro, director, lo comprendo —contesté con una sonrisa de entendimiento.

Le iba a hacer caso quien yo le dijera a ese cabrón. Él me sonrió asintiendo y sintiéndose satisfecho, me invitó a volver a mi clase. Lo que el director no sabía era que tenía los días contados en este centro.

Salí del despacho y decidí alejarme de allí rápidamente y encaminarme a mi aula. Miré mi reloj digital y me percaté de que sólo faltaban diez minutos para el toque del timbre.

Aproveché el tiempo para ir más lento y con disimulo, fijarme en las videocámaras de seguridad. Justo cuando tocó, llegué a clase.

—¿Qué hay, Aria? ¿Qué te ha dicho el director? —preguntó una malhumorada Lysandra.

Fruncí el ceño ante el tono empleado y un rápido vistazo a las caras de Allison y Kaitlyn me confirmó que algo no iba bien.

—Nada importante, ¿qué ha pasado durante mi ausencia? —demandé sin rodeos.

—No te preocupes —contestó Kaitlyn con un gesto sin importancia.

Sin embargo, pasaron ciertas chicas por nuestro lado y Lys se tensó inconscientemente y Allison apretó la mandíbula.

—¿Ah, no, Kaitlyn? Me juego el cuello a que tiene que ver con ellas —las miré por encima del hombro.

—Han cambiado los hechos a su favor. Según su versión, te abalanzaste sin motivo sobre Amanda —dijo al final Allison chirriando los dientes.

Inspiré profundamente antes de continuar.

—No os preocupéis por eso, ya hablé con el director y están las cosas claras. No me castigará —aclaré—. Ahora entremos a clase —dije con una sonrisa.


(...)


—¿Es cierto que no te han castigado? —inquirió un curioso Oliver.

—Por tercera vez, sí —contesté con irritación.

—Oliver no seas pesado, molestas —dijo Lys mientras jugaba con el móvil.

—Pffff, no exageres. Si no puedes pasar ese nivel es porque eres muy mala, yo no tengo la culpa —contestó Oliver al fijarse.

Lysandra puso en pausa el juego y lo fulminó con la mirada.

Agente 1546Donde viven las historias. Descúbrelo ahora