Recuéstate sobre mi hombro || 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒈𝒊 𝒚 𝑻𝑵 [EN EDICIÓN]

004| ¿Amigos o enemigos?

[...]

Ya estaba en la cafetería, lista para comer con Dayon, el siempre tenía prácticas de básquetbol, y algunas veces se quedaba con sus amigos, olvidando que había descanso, y sí, así de grande era su pasión por el básquetbol.

Traía mi lonche ya en mano en una charola algo grande. Estaba revisando mi celular, no tenía mensajes de él, ni siquiera un aviso de que se iba a quedar con sus amigos, a lo que decidí enviarle mensaje:

[ Dayon 💖 ]
                                                                                                        

ey, ya casi vienes?
                                                                                                                                    [10:20am]✔️
                                                                                              
holaaa?
                                                                                                                                      [10:30am]✔️

[...]

Dayon no me contestaba, algo que ya no era raro; mientras caminaba por el largo pasillo que separaban las mesas unas de otras, hasta que una de las "populares" de mi clase, en específico, Lee SunMi, una chica alta, delgada, tez blanca, pelo teñido de rubio, y un "buen cuerpo" según muchos chicos.

Se paró en frente de mí desafiante, tenía que levantar un poco mi cabeza para verla a los ojos directamente.

Intenté esquivarla y seguir con mi camino, pero ella me tomó del brazo bruscamente haciendo que casi se me cayera la charola con mi comida recién hecha, pero gracias a mi equilibrio, evité de que cayera al suelo.

En ese momento se me terminó toda la paciencia que me quedaba porque conmigo y mi comida nadie se mete.

—Ey T/N—me dijo molesta sin quitarme la mirada de encima. ¿Tan rápido te olvidas de la gente que le hiciste la vida imposible en secundaria?

—¿Qué quieres ahora SunMi?—no era de meterme en problemas, pero esta chica podía sacarme de quicio.

—Ya lo deberías de saber, pero pues las extranjeras  como tú tal vez necesitan que se lo expliquen varias veces.—hacía ese típico tono burlón que salía de su horrenda voz, mientras me barría una y otra vez con su mirada.

—Mira no sé qué quieres y no me interesa en lo más mínimo, quiero comer tranquilamente.—

Y antes de que ya pudiera seguir mi camino, me tomó del brazo nuevamente y me dijo, bueno en realidad, me amenazó diciéndome esas típicas palabras de,

—Min Yoongi es mío, así que aléjate o- y bla, bla, bla. Que a decir verdad el resto de la "amenaza" me la pasé pensando en lo delicioso que sería comerme ese sándwich de jamón de pavo que traía en mi bandeja.

—Ya no estamos en secundaria SunMi, madura. Y no sé ni de quién me hablas.—me iba a seguir reprochando pero sólo la pasé de largo y le agradecí a mi increíble suerte que no me siguió y que encontré una mesa libre.

Estaba comiendo tranquilamente mi delicioso sándwich, simplemente un manjar de un lonche rápido, mientras traía mis audífonos, los cuales estaban escondidos en mi cabello suelto.

Me gustaba disfrutar de la tranquilidad que me transmitía la música. Hasta que esa tranquilidad se vió interrumpida al presenciar a alguien frente a mí, lo miré de reojo y pude notar al instante que era el chico pálido. Lo ignoré por completo y seguí comiendo mi lonche mirando hacia el lado contrario donde se encontraba él, hasta que se sentó frente a mí.

—Mi mejor amigo ha faltado, y no he encontrado otra mesa libre, así que no te ilusiones.—me dijo con algo de vanidad en su tono, yo solo lo observé y lamentablemente lo pude escuchar aunque tuviera el volumen casi al máximo en mis audífonos.

Retiré uno para evitar gritar,

—Primero, se pide permiso, y segundo, pudiste sentarte con tu novia.—dije algo enfadada por su egocéntrico comentario y a la vez volteando a ver la mesa donde se sentaba el grupo de SunMi mirándome con asco, en ese momento entendí la "amenaza" de hacía unos minutos.

Él tuvo que girar su torso para saber a quién me refería y después se acomodó nuevamente.

—Pf, ¿ella?—rió levemente, dejándome ver por unos pocos segundos su dentadura perfecta—Solo es una admiradora.— terminó su frase riéndose burlescamente.

Yo solo me quedé callada y con algo de asco, pues su ego estaba por los cielos e incluso podría decir que hasta el fin de esta y otras galaxias.

Cuando terminé mi lonche tomé un último sorbo de mi jugo de uva a lo que provoqué algo de ruido haciendo que el pálido, que en ese momento también se encontraba comiendo, me mirara haciendo contacto visual conmigo.

Cada vez que ambos nos mirábamos a los ojos, era como una batalla de miradas, y yo siempre lo desafiaba o por lo menos hacía el intento. Al mirarlo era como viajar a otro mundo, donde luchabas por sobrevivir de las miradas tan frías que recibías.

—Ya se terminó—dije refiriéndome al jugo de uva, a lo que él solo me alzó el pulgar con total indiferencia mirándome seriamente, en ese momento decidí levantarme, y por alguna estúpida razón decidí volverle a hablar.—Y de nada, dejarte sentarte conmigo, no cualquiera lo consigue.—claramente era mentira pero era mi turno de soltar comentarios egocéntricos.

[...]

Fin del capítulo 04

—m